Mine. (One Shot Jung Ho Seok / J-Hope)

Segunda parte: Te veo.

Asentí demasiado efusivamente mientras me apartaba de la puerta. Fruncí el ceño. Qué coño me pasaba. Era J-Hope. Hoseok. Hobi, joder. ¿Por qué de repente estaba sintiéndome tan torpe y nerviosa delante de él? J-Hope entró en la casa a paso lento, con las manos metidas en los bolsillos y recorrió la mirada por todo el salón.

- ¿Estás sola...? - preguntó mientras giraba un poco su cabeza para mirarme.

- Sí... - susurré, la fuerza de mi voz parecía haberme abandonado.

- Bien... - suspiró y giró su cabeza de forma que no pude ver si expresión.

- ¿Bien...? - pregunté arqueando una ceja. ¿A que venía todo aquello?

Escuché un suspiro escapar de sus labios mientras se daba la vuelta lentamente. Mi enfrentó con su mirada y yo me sentí pequeña frente a él.

- Tenemos que hablar y, la verdad, prefería que tus padres no nos escucharan. - suspiró pasando una de sus manos por su pelo, frustrado. - Mira, sé que he estado raro pero...

- ¿Raro? - reí irónica - Eso se queda corto, Hoseok.

Él reaccionó al escuchar ese nombre de mis labios. Yo prácticamente nunca le llamaba por su nombre, para mí él era Hobi. Me miró serio y se acercó a mí a paso lento.

- ¿Puedes dejar al menos que me explique? - preguntó claramente fastidiado.

- ¿Qué hay que explicar? - pregunté a la vez irritada - ¿Por qué estás siendo un imbécil conmigo? ¿Por qué cambias de humor sin motivo aparente? ¿Por qué no podemos vernos sin que acabemos gritándonos? Adelante, te escucho.

La rabia y la frustración surcaron por sus facciones, a la vez que acortaba la distancia que nos separaba el uno del otro. Yo, de repente asustada, me alejé retrocediendo mis pasos y chocando la espalda contra la pared situada detrás de mí. Mi cara debía ser un poema en ese momento. Mi expresión aun marcaba la sorpresa por sus repentinos actos, y mi corazón, casi colapsó dentro de mi pecho por la repentina cercanía con J-Hope.

- ¿C-Cuál es tu puto problema...? - intenté controlar mi tono de voz y evitar que el temblor de mi cuerpo fuese demasiado obvio, pero fracasé absolutamente.

Sorprendentemente, J-Hope rió amargamente ante mi pregunta.

- ¿Qué cuál es mi problema? - me miró directa a los ojos - ¿En serio lo preguntas?

Estaba tan sorprendida que tan solo pude asentir.

- Mi puto problema eres tú. - susurró al borde de mis labios.

Le miré sin comprender mientras un escalofrío recorría todo mi cuerpo debido al roce que su aliento dejó en mis labios.

- Mi problema eres tú. Tú y tu maldita sonrisa, tu pelo, tus ojos. Toda tú. La forma en la que me miras y me tocas y eres incapaz de ver que me estoy muriendo por ti. Quiero que me veas. Que me veas como a un hombre y no como al amigo que puede aconsejarte sobre chicos sin sentir dolor aquí dentro. - Confesó señalando su corazón - Quiero que veas que puedo ser todo lo que buscas y hacerte feliz.

Mi corazón no podía palpitar más rápido. En mis oídos tan solo existía el palpitar de mi corazón junto a las palabras que Hobi acababa de soltar. Era incapaz de respirar, tenía miedo de hacerlo y que todo lo que había pasado se evaporara. Que solo fuese un sueño y me estrellase contra el suelo.

La cara de J-Hope reflejaba todos sus miedos e inseguridades, a la vez que esperaba por mí, esperaba que procesara todo y fuese capaz de articular una mísera palabra.

- Por favor... - suplicó - Di algo...

- Te veo... - fue lo único que pude susurrar, y eso fue suficiente para él.

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