Ecdisis (Johnny Lawrence X Tú)

Capítulo 31

Esa noche, después de haber pasado todo el día paseando tranquilamente por la ciudad, ______ y Johnny fueron al departamento del rubio; pasaron toda la noche entre dosis de amor y arrumacos intercalados con pequeños intervalos de descanso, hasta que, en la madrugada, los dos estaban recostados juntos, disfrutando del silencio y descansando de todas las actividades que habían tenido los últimos meses. Por primera vez en mucho tiempo, realmente podían sentirse en paz, y podían descansar completamente, sin más pendientes que arreglar ni psicópatas de los que cuidarse.

Pensando en esto, Johnny apretó más fuerte el agarre que tenía en la cintura de _______; ella, quien comenzaba a sentirse adormilada, se limitó a abrir perezosamente sus ojos, antes de acurrucarse más en el pecho del rubio.

—¿Todo bien? —preguntó la pelinegra, para después besar la mano de Johnny.

—Por fin todo está arreglado. No tendremos que preocuparnos porque Kreese o Silver nos molesten, o porque arruinen la vida de los chicos. —susurró Johnny en respuesta.

—Sí; mañana debemos ir con Larusso para hablar con él de esto... Después tal vez deberías de tomarte un descanso antes de decidir qué hacer con Cobra Kai y Colmillo de Águila.

—No suenan mal unas vacaciones. Y una vez que termines de entrenar a tus estudiantes volverás a ayudarme con los muchachos, ¿no?

_______ no respondió, y Johnny pensó que se había quedado dormida, pero cuando estiró su brazo para alcanzar la sábana y cubrir sus cuerpos desnudos con ella, se dio cuenta de que _______ tenía los ojos abiertos y el ceño fruncido, de modo que acarició su cabeza suavemente, llamando su atención, antes de sentarse lentamente.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio.

______ suspiró antes de cubrirse con las sábanas e imitar a Johnny, sentándose con la espalda recargada en la cabecera de la cama.

—Johnny... No podré volver a ayudarte con el dojo.

—¡¿Qué, a qué te refieres con eso?!

______ tomó la mano del rubio, que estaba sobre su muslo, antes de responder

—En el All Valley, cuando los paparazzis me encontraron, ya sabes que hicieron mucho alboroto. Logré hablar con el Departamento de Policía del Valle para que no pudieran obtener tu información privada, pero que los chicos comentaran los videos diciendo dónde trabajábamos no fue de mucha ayuda... Tengo un contrato con mi padre, en el que él estableció que yo no puedo usar mi nombre o imagen como peleadora profesional para promocionar nada, a menos que ambos estuviéramos de acuerdo.

—¿Y creyó que todo eso lo hicimos por publicidad? —Johnny se sentía simplemente incrédulo.

—Apenas lo conociste por unos minutos, pero creo que pudiste notar que tiende a buscar lo malo en todo lo que hago... En fin, ya sabes que tampoco estaba feliz de que dejara de lado mis negocios para estar contigo, así es que, al principio, quería demandarte para asegurarse de deshacerte de ti; logré convencerlo de que te dejara en paz, pero a cambio yo no puedo volver a trabajar contigo en el dojo.

Johnny tomó el rostro de ______ con sus dos manos, de manera que los dos se observaron fijamente por un largo rato.

—¿En verdad piensas dejarme solo? —apenas pudo susurrar, luchando por disimular el nudo en su garganta y la tristeza que empañó sus ojos azules.

—Oye, yo nunca dije eso. —______ sonrió, sentándose en el regazo de Johnny antes de continuar —Ya no puedo trabajar contigo ni ayudarte con los muchachos... y ni siquiera podré estar cerca de donde tú des clases, si es que decides seguir siendo sensei de los muchachos... Pero eso no significa que me separaré de ti. —besó el cuello de Johnny para después susurrar —No podrás deshacerte de mí tan fácilmente.