Labios Compartidos

Capítulo 7

-Esto está mal -dije después de unos minutos.

-No pensemos en lo que está mal o lo que está bien Samantha.

-Seguramente no es la primera vez que engañas a tu esposa, pero yo no fui nunca la segunda de nadie.

-No pienses que eres la segunda, para mí tu eres mi primera opción, si me das la oportunidad mañana mismo solicito los papeles del divorcio.

-Stephen yo no quiero sufrir ni que nadie sufra, por favor no hagamos esto más complicado.

-Dime que no te gustó ni un poco el beso o que no te pasa nada conmigo y te juro que no te vuelvo a molestar más, ni apareceré por el canal.

-Por favor no me hagas esto -le pedí mirando sus ojos.

-Dímelo y te juro que me voy.

-Sigamos como venimos haciendo, tú con tu vida y yo con la mía, no quiero pasarla mal y ni que tu esposa lo haga.

-Dame una oportunidad, conóceme y te darás cuenta de que no soy el patán que piensas que soy, te lo pido por favor.

-Me vas a volver loca -le dije.

- ¿Tomo eso como un tal vez?

-Interprétalo tu mismo -lo tomé del cuello y lo besé- por favor, no hagas que me arrepienta.

-Sé que es difícil pero confía en mí.

-Para eso tienes que ganarte mi confianza -se acercó a mí sonriendo, notaba sus labios cerca- bueno me tengo que ir.

- ¿Es en serio? -me preguntó.

-Sí, estoy muy cansada, ha sido una semana muy larga, me voy.

- ¿No quieres que te lleve?

-No gracias me voy en mi auto.

-Me debes una cena, no lo olvides -me dijo.

-Lo sé, bueno ahora sí, me voy -dije, abrí la puerta de mi auto, estaba a punto de entrar.

- ¿No te olvidas de nada? -me preguntó.

-No, ah cierto gracias por el gimnasio, está tan cual lo dejaste.

Subí a mí auto, lo saludé con la mano y puse en marcha, hasta perderlo de vista, era una locura, sí pero no podía más, me decían tanto "haz lo que sientes" que eso estoy haciendo.

Stephen

Me sentía como un adolescente de nuevo, no podía más conmigo, recién se fue y ya la quiero ver de nuevo, esto era algo que no me había pasado nunca, a lo mejor no era la manera correcta, pero en este momento no me importa nada, solo ella.

- ¿Estás ocupada? -llamé a mi hermana.

-No, justo tenía hambre y te iba a llamar para que me invites a cenar.

-Tienes suerte de que estoy de buen humor, ¿Quieres sushi?

-Me encanta que estés de buen humor, vienes y me cuentas todo.

Cortamos la comunicación, fui a comprar la comida, además de algo de tomar y me dirigí al departamento donde se estaba quedando mi hermana.

-Me tienes muerta de la intriga -fue lo primero que me dijo cuando entré al departamento.

-Qué bueno que estés bien hermanita, qué gusto verte -dije con ironía cuando dejaba la comida y las bebidas sobre la mesa- salúdame al menos.

-Hola -besó mi mejilla y comenzó a sacar las cajas de comida de la bolsa y las latas de bebida energizante- ahora sí cuéntame -dijo tomando un sorbo de su Redbull.