⤷𝟎𝟏⤶

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La brisa acariciaba de manera suave el rostro de Beomgyu. El castaño se mecía lentamente en el columpio solitario del parque, recostándose un poco de la cadena que sostenía el banquillo.

Sus ojos se toparon con su compañero, aproximándose hasta él con un notable papel rosado en una de sus manos, claro que llamó la atención de Beomgyu así que paciente esperó a que Yeonjun terminara de acercarse.

El pelinegro ladeó su cabeza con el entrecejo fruncido, girando el papelito un par de veces, Beomgyu le miró en espera a que hablara.

― ¿Qué es esto? ―le tendió el papel a Beomgyu.

El menor lo tomó con su mano libre, acercándolo para leer, era evidente lo que tendría por el hecho de estar decorado con pequeños corazones pero aun así, Beomgyu leyó para confirmar.

Era una notita de amor, hecha por una de las admiradoras del perdido chico. Beomgyu rió por lo bajo, devolviéndole la nota.

―Es solo una nota de amor, Yeonjun.

El mayor frunció más su ceño, tomando asiento en el suelo a un lado del columpio. ― ¿Por y para qué?

Beomgyu suspiró, rodando los ojos. ―Eso lo hizo una persona que siente atracción por ti pero no haya la manera de decírtelo y usa eso para expresarse.

Yeonjun miró el papelito una vez más y lo arrugó entre su puño, haciendo que Beomgyu soltara un chillido de sorpresa.

― ¿Por qué hiciste eso?

Yeonjun se encogió de hombros, lanzando el papel dentro de su mochila, tomó la botella de agua. ―Porque es mejor cuando dicen las cosas directamente.

―No puedo creer lo insensible que eres, esa persona escribió ahí para ti, seguro estaba nerviosa o insegura y tú solo...solo desechas sus sentimientos.

Yeonjun bebió un sorbo de agua, secándose las gotas que saltaron fuera de su boca con el dorso de su mano. ―El papel no tiene sentimiento.

A Beomgyu se le dificultaba comprender esa parte tan insensible de su compañero con ese tipo de cosas. Eran algo diferentes en muchos aspectos, los límites habían sido puestos desde el inicio para evitar discusiones fuertes.

Aunque se "habían aceptado", no se podía encajar muy bien la apatía de Yeonjun y la sensibilidad de Beomgyu, sosteniendo que mientras no criticaran al otro estaban en buenos términos.

Por parte de Yeonjun, no tenía ninguna queja sobre Beomgyu, no le interesaba mucho en realidad lo que el menor hiciera más allá de lo que lo involucraba.

Mientras que del otro lado, Beomgyu tenía un montón de quejas de Yeonjun y todas por el mismo motivo.

"Eres muy duro con las personas"

Yeonjun terminaba prometiendo algo que se le olvidaría al pasar los días, no era algo relevante para él tener tacto con los demás.

Beomgyu resopló, incorporándose del columpio para tomar su mochila y comenzar su recorrido hasta el dormitorio que compartían, Yeonjun imitó la acción de su compañero en total silencio, sus ojos iban fijos al frente, pasando por alto la expresión decaída del castaño.

Ambos pasaron en silencio a la habitación, cada uno en su mundo. Yeonjun se dedicaba a repasar un par de veces con su libro de matemáticas mientras Beomgyu, exento de sus tareas por haberlas terminado temprano, estaba leyendo una novela romántica.

Yeonjun elevó su mirada al escuchar unos pequeños sollozos, se topó con el menor intentando silenciar su llanto.

― ¿Qué te sucede? ―preguntó, bajando su libro.

―Es que...es una historia muy linda ―Beomgyu sorbió su nariz, ahogando el llanto.

El pelinegro rodó los ojos. ―Como sea ―volvió la atención nuevamente a su libro de matemáticas.

Poco rato luego, el menor no logró contener sus lágrimas y salió de la habitación para lavarse el rostro.

Yeonjun miró por donde el chico se había ido, pasando su mirada por el libro que yacía tirado encima de la cama de su compañero.

Su curiosidad se acrecentó al recordar el reciente llanto del menor Choi. Yeonjun hojeó un poco, manteniendo una expresión neutral al leer algún que otro párrafo por donde suponía que iba la lectura de Beomgyu.

El castaño entró nuevamente al dormitorio, secando su rostro con una toalla, quedándose justo en la entrada del cuarto cuando vio a Yeonjun sosteniendo su libro, con una expresión confusa.

― ¿Por esto lloras? ―cuestionó, señalando el libro.

― ¿Por qué tomas mi libro? ―bramó rápidamente el menor.

Yeonjun rió. ―Yo pregunté primero ―cerró el libro, lanzándolo a la cama de su compañero―. Lo tomé porque quise ver qué te afectaba tanto al punto de llorar.

Beomgyu se frotó los ojos. ―No vas a entender y creo que no lograrás de entenderlo nunca.

Ante esas palabras, Yeonjun cruzó sus brazos y miró intensamente a Beomgyu, quien no se había percatado de la mirada puesto a que seguía acomodándose en el lugar como estaba, para seguir con su lectura. Finalmente, sintió la mirada de su compañero y conectaron estas.

Beomgyu percibió que su compañero quería hablar pero se adelantó al alzar la palma de su mano, en señal a que se detuviera. ―No te estoy retando, Choi, es una realidad.

― ¿Me crees incapaz de entender el librito ese? ―sonó incrédulo.

El menor rió, logrando que Yeonjun se colocara aún más recto, reflejando molestia por aquella reacción. ―Yeonjun, en serio, son buenos esfuerzos pero es mejor que gastes tu energía en algo que puedas entender.

En un arrebato que sorprendió al menor, Yeonjun se dirigió a la salida de la habitación, Beomgyu dejó pasar aquello para volver a su entretenida lectura.

Su compañero entró de nuevo, arrebatándole el libro de las manos, provocando una automática respuesta del menor, en forma de quejido fastidiado.

―Voy a conseguir el mismo libro, espero no te moleste que lo tome por unas horas ―y sin dar chance a responder, Yeonjun salió de la habitación.

Beomgyu refunfuñó, hundiéndose en la cama, pataleando como niño pequeño por lo molesto que podía llegar a ser Yeonjun.

―No se podía quedar tranquilo estudiando, no, él tenía que sentirse retado porque él es Choi Yeonjun y no acepta la contraria de las cosas ―murmuró Beomgyu, escondiendo su cabeza debajo de la almohada, intentando pasar la frustración.

♪Aɴᴛɪ﹣ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ♪ ☾YeonGyu☽Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang