Abandonado por un Jade ✅

3

Al día siguiente, Wei Ying estuvo callado durante el desayuno, pero aún así agradeció sinceramente a la posadera cuando ella lo envió con comida extra y una bufanda tejida alrededor de su cuello. A regañadientes se trasladó a la siguiente ciudad. Estaba empezando a sentirse muy culpable por aprovecharse de todas estas encantadoras y amables damas, y todo se estaba volviendo un poco demasiado para él al recordarse constantemente que estaba completamente solo en este momento de su vida.

Tenía la intención de evitar la tercera posada por completo, pero el cuidador lo vio deambulando por los mercados locales y lo arrastró con ella y prácticamente lo obligó a comer albóndigas y fideos picantes. Caminó hacia la cama esa noche y se rió de cómo realmente se veía embarazado con toda la comida dentro de su estómago. Se tumbó en la cama y se frotó la barriga hinchada. ¿Le gustaría a Lan Zhan un bebé? ¿Un hijo o una hija para recitarle todas sus reglas? Wei Ying se rió entre dientes ante la idea. —No, apuesto a que ni siquiera serías estricto con ellos—, reflexionó. —Tendría que ser el par...— dejó de hablar y cerró los ojos. —¡Tienes que detener esto, tienes que dejar de creer en esta ridiculez, Lan Zhan no te abandono y no estás en espera de su hijo y él no vendrá a reclamarte!

De repente se oyeron pasos en la escalera y un suave golpe en la puerta. Wei Ying se sentó rápidamente, no puede ser, simplemente no podía ser él. Wei Ying se paró sobre piernas temblorosas y se acercó a la puerta. Apoyó la oreja en él. Podía escuchar la respiración del otro lado. No era la posadera el que estaba seguro, se habría anunciado ella misma. Respiró hondo y tiró.

—¿Huaisang?— gritó.

El hombre mismo dejó su abanico y sonrió. —Hola viejo amigo.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Estaba buscándote, he estado escuchando algunos informes muy extraños... ¡oye!

Wei Ying arrastró a Huaisang a la habitación por la parte delantera de su túnica. —¿Qué escuchaste?— siseó.

—¿Solo algo sobre que eres una novia abandonada? ¿Y que Lan Wangji está en la lista negra por no hacer lo correcto por ti? ¿Qué diablos le has estado diciendo a esta sencilla gente del campo, Wei Ying? ¡No es muy agradable jugar con sus naturalezas ingenuas!

—¡No fui yo! ¡Fue Jingyi!

—¿Jingyi?— Huaisang frunció el ceño y miró a su alrededor.

Wei Ying puso los ojos en blanco: —¡Él no está aquí ahora mismo! Estuvo aquí hace semanas y contó una historia extravagante sobre cómo Lan Zhan y yo tuvimos este torbellino de romance, pero al final de la historia aparentemente se negó a casarse conmigo... y...

—¿Y qué?— preguntó Huaisang.

—Y eso es todo—, murmuró Wei Ying.

—¡Dios mío, esa es una gran historia! No es de extrañar que todos aquí me miraran con tanta delicadeza cuando mencioné tu nombre. Has estado jugando con el papel del amante dejado de lado, ¿no es así? ¡Jajaja! ¡Apuesto a que los tienes a todos comiendo de la palma de tu mano!

—¡Manten tu voz baja! ¡No es así en absoluto!

—¿Vaya? Entonces, ¿cómo es?

Wei Ying suspiró y se sentó al final de la cama. —Está bien, reconozco que es así, pero nunca quise que llegara tan lejos. Solo quería algo de comida y una cama caliente.

Huaisang parecía preocupado. —Wei Ying, si las cosas están tan mal, deberías volver conmigo...

—¡No! Quiero decir... ¡Estoy bien! Solo un poco de dinero en efectivo, eso es todo. Las cosas mejorarán, puedo hacer algunos trabajos ocasionales para la gente...