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—¿Qué encontraste? —le preguntó Wally Regen. Chan se había detenido en el rancho  cuando iba de regreso hacia el pueblo.

—Encontré rastros de que alguien estuvo marcando ganado.

—¡Lo sabía!

—También encontré indicios de un rancho muy descuidado.

—¿Qué? —replicó Regen atónito.

—Tú no puedes soltar tus reses a pastar y olvidarte de ellas. Si Minho y yo hubiésemos hecho eso, cuando DongWook y Siwon regresaron a casa de la guerra no habría quedado ni una sola vaca en el Círculo-7. —Chan siguió a Wally hasta la casa y aceptó una taza de café.

—¿Qué sugieres que haga? —preguntó Wally y los ojos le brillaban de la rabia.

—En primer lugar, Peter y tú debes reunir a todos los rancheros y averiguar quién es el que está teniendo más problemas, dónde parecen atacar los ladrones con más frecuencia. Luego deberíais organizar a los hombres en parejas y enviarlos a hacer patrullas. Si todos los rancheros colaboran y comparten información, podremos cubrir el doble del terreno con la mitad de los hombres. Y tendrás que mantener el ganado más cerca para ejercer más control.


A juzgar por la cara de Wally, la crítica no le había hecho mucha gracia.

—Pero eso no va a detener los robos.

—No, pero detendrá a la mayoría de los ladrones, excepto a los que están decididos a meterse en líos. Tarde o temprano los atraparé.

—No sé si podré aguantar estas pérdidas durante mucho tiempo.

—No podrás, desde luego, si sigues jugando a las cartas con ese jugador. Wally se puso rojo.

—Tú no tienes por qué decirme qué debo hacer con mi dinero.

—No te estoy diciendo nada —dijo Chan y puso la taza sobre la mesa—. Es tu dinero y son tus reses. Pero yo iría esta misma noche a hablar con Peter. Y avisadme de lo que decidáis.

Chan no sabía si Wally seguiría su consejo. Parecía exactamente la clase de hombre testarudo e independiente, que rechaza un buen consejo sólo para demostrar que puede hacerlo. Pero, bueno, Peter se aseguraría de que hiciera lo correcto.


* * *


Baekhyun llevaba diez días sin ver a Chan. Pero en lugar de sentirse aliviado, cada vez pensaba más en él. Adonde quiera que mirara, algo le hacía acordarse de Chan. Lo mismo le sucedía a Jisung. El chico se negaba a olvidarse de esa larga tarde soleada que había pasado en el pastizal con Chan. Y eso se interponía entre Baekhyun y su hijo y abría un abismo que empeoraba cada día. Jisung seguía cumpliendo con sus deberes, pero pasaba la mayor parte del tiempo con su caballo. Y veneraba todo lo que Chan le había dicho. Cuanto mejor le iba con el caballo, más resentido se sentía con su padre por haber despachado a Chan. Baekhyun levantó la vista y vio que Jisung iba subiendo el cañón. Por su manera de caminar, sabía que venía del pueblo. Tenía una actitud desafiante y demasiado enérgica; llevaba la cabeza muy levantada. Estaba listo para tener una discusión. Baekhyun intentó quitarse de encima la sensación de derrota. En lugar de eso, trató de sentir rabia hacia Chan. Todo esto era culpa de ese hombre. Jisung nunca lo había desafiado, hasta que él llegó con su sermón acerca de las armas y ser independiente  y que los chicos tenían que aprender a portarse como hombres. Y ahora que había desaparecido, el tenía que luchar con los resultados de su interferencia.


—Necesito agua —dijo Baekhyun incluso antes de que Jisung llegara hasta donde el estaba—. Y necesito más leña para el fuego.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Where stories live. Discover now