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—¿No le parece que eso marca una diferencia? —preguntó Baekhyun.

—Tal vez.

Sin darse cuenta, Chan estiró un dedo y recorrió con suavidad la mano del joven.

Baekhyun dio un salto.

—¿Por qué ha hecho eso?

—¿Qué? —De repente, Baekhyun se puso a la defensiva.

—¿Por qué ha saltado así?

—Porque me ha pillado por sorpresa. Nunca me había tocado.

—Usted no me lo había permitido.

Baekhyun se enderezó y se alejó un poco. Chan estiró la mano y agarró la de el. Baekhyun se sentía terriblemente incómodo. Deseaba con desesperación recuperar su mano, pero no encontraba una forma amable de retirarla.

—¿Acaso me tiene miedo? —preguntó Chan.

—No.

—Pero se comporta como si me tuviera miedo.

—Supongo que no me gusta mucho que me toquen.

Cuando Baekhyun accedió a que  se sentara con el, nunca sospechó que su conversación iba a adquirir un tono tan personal, ni que fuera a derivar hacia temas tan dolorosos. Probablemente era suya la culpa. El fue el primera en preguntar. Pero mientras estaba ahí, con una mano entre las de Chan, Baekhyun se dio cuenta de que sí le tenía un poco de miedo, como se lo tenía a todos los hombres. En lo profundo de su alma, tenía miedo de que él fuera como su padrastro y como Taewoo. Baekhyun retiró la mano y se alejó.

—Usted ha dicho que ya no piensa en mí como en un pistolero.

—Es cierto.

—Entonces, ¿por qué tiene miedo de que lo toque?

—No tengo miedo.

—Entonces no huya.

Chan se volvió a acercar y le acarició el brazo con los dedos. Baekhyun permaneció inmóvil, mientras luchaba por descifrar las sensaciones que lo recorrían como una estampida de búfalos. Sentía ese escalofrío que le producía cualquier contacto. Eso era fácil de identificar. Era la misma sensación de frío que había sentido con Taewoo, después de que lo golpeara por primera vez. Ahí estaba el mismo deseo de salir corriendo que sentía cuando su padrastro comenzaba a beber. Pero, junto a esas sensaciones, también sentía la tibieza de sus dedos cuando le curó las heridas el día en que se conocieron. Chan era tan maravillosamente delicado que el se sentía aliviado, tranquilo. Era tan suave que parecía que tuviera los dedos envueltos en seda. Las manos de Taewoo, en cambio, eran ásperas. Baekhyun también sentía un cosquilleo que se dispersaba por todo su cuerpo desde el lugar donde él le tocaba. Igualmente, sentía esa extraña sensación que se desenrollaba dentro de su vientre y lo invitaba a acercarse más a Chan, a querer tocarlo, a querer que él lo tocara.

—¿Qué sucedió? —preguntó Chan.

—Nada.

—¿Quién lo golpeó?

Baekhyun se sobresaltó, pero no debido a la pregunta. Chan había logrado atravesar sus defensas. El sonido de su voz transmitía comprensión y simpatía. Era como una absolución que borraba diez años de resentimientos, de rabia acumulada y contenida; diez años de un miedo paralizante, que prácticamente lo había mantenido prisionero en ese cañón. Baekhyun sintió que su resistencia cedía. El quería contarle todo. Necesitaba contárselo a alguien. Todos esos años de guardárselo para sí mismo le pesaban demasiado. Su corazón estaba roto por la rabia acumulada. Tenía que dejarla salir.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Where stories live. Discover now