Capítulo 1: Padre e Hijo 2/2

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A la mañana siguiente Dowoon despertó temprano. Hizo el desayuno él mismo como de costumbre, con un rostro brillante, como si el día anterior no hubiese pasado nada. Cómo

despertó temprano, preparó una sopa y la acompañó de comida seca cuidadosamente
preparada. Como resultado, sirvió un festín excesivo para el desayuno. Después de dejar los
utensilios acomodados e inspeccionar la cocina una vez más, Dowoon se dirigió tarareando
a la habitación de Shi-Heun.

Tan pronto como Dowoon abrió la puerta, olió la habitación. Lo hizo con la esperanza de
que aún permaneciera el aroma de la feromonas de Shi-Heun. Pero no podía oler nada debido a que ya todo el aroma había sido ventilado. Esperaba que pasara, pero a pesar de eso no pudo evitarlo. Dowoon se encogió de hombros, pasó por una amplia mesa en el centro y se dirigió a una cama ubicada en una esquina. Bajo la manta se encontraba el cuerpo del omega. Desde hace mucho tiempo, Shi-Heun tenía la costumbre de dormir en unrincón dejando de lado más de la mitad de la cama. Aunque siempre se quejaba del dolor que sentía al despertarse, pensaba que tal vez era una costumbre muy difícil de dejar.

Sentándose a un lado de la cama, Dowoon quitó con cuidado el edredón que cubría a su padre hasta la coronilla. Quedando al descubierto su cabello desordenado y un escote blanco lacio. La mirada de Dowoon paseo de lado recorriendo los redondos hombros cubiertos por la camiseta. Él levantó la mano hacía uno de ellos, analizando y midiendo sus palabras.

"Padre".

Incluso cuando sacudió suavemente su hombro, Shi-Heun no reaccionó y la mano que sostenía el hombro comenzó a moverse. Levantó con cuidado el escote que había notado, tocó la delgada mandíbula y el lóbulo de la oreja. Dowoon movió las manos y miró cada parte de Shi-Heun.

La mano que había estado tocando el suave lóbulo de su oreja se acercó a su rostro y le acarició la mejilla. La piel ligeramente áspera y seca se sentía extraña en su mano. Dowoon, que estaba acariciando su mejilla, inclinó la cabeza y presionó sus labios cerca de la oreja de Shi-Heun.

"Papá, es de mañana".

"Ummm...".

Al hablar soltó un soplo de aire a propósito, y el cuerpo sin movimiento tembló, Shi-Heun, que había estado durmiendo como si estuviera muerto, abrió los ojos ante las palabras susurrantes en su oído. Dowoon, que lo estaba mirando, sonrió un poco mientras yacía inexpresivo con su rostro soñoliento. Shi-Heun, a quien se le puso la piel de gallina por el viento que soplaba en sus oídos, rápidamente se tapó los oídos y se puso de pie.

Shi-Heun, que encontró a su hijo sentado en la cama mirándolo, se quedó sin palabras. Después de mirar alrededor de la habitación por un momento, se limpió la cara recién despierta con ambas manos.

"Ah... Dowoon, ¿cómo está tu cuerpo?".

"Está bien."

"Me alegra que esté bien".

Shi-Heun, quien miró a su hijo, respondió suavemente. Como dijo, después de perder la cabeza anoche debido al brote de feromonas, se veía bastante bien.

"Pero, podemos ir al hospital por si acaso, estabas muy mal ayer...".

Shi-Heun habló involuntariamente, murmuró sin pensar y escupió lo ocurrido el día anterior, aquello que no debería haber salido a relucir. Un hijo cuyas feromonas explotaron y un padre que reaccionó a dichas feromonas al mismo tiempo. Allí, naturalmente, recordó masturbándose solo en la habitación, y se quedó en silencio con un rostro contraído. Quería cambiar la conversación de forma natural, pero no estaba de humor para hacerlo en una situación que acababa de ocurrir. Afortunadamente, su hijo estaba tan relajado como siempre.

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