Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 3

Capítulo 536: Lo que se siente ser padre.

Qin Xue estaba tan avergonzada que cubrió directamente su rostro con el pecho de Chu Molin.

"Xue'er, estás jugando con fuego", gimió Chu Molin.

"Yo..." Qin Xue se congeló.

"No te muevas", Chu Molin realmente quería azotar a esta mujer. ¿Sabe lo que está haciendo? ¿Puede una persona ser tan coqueta?

"Chu Molin, bájame", la voz apagada de Qin Xue salió del pecho de Chu Molin.

"Espera un minuto", Chu Molin estaba tratando de contenerse ahora, por temor a romper su control y comerse a esta mujer directamente.

"Wow wow" De repente, un grito resonó en toda la sala.

"Wow wow" Inmediatamente después de otro grito y los dos adultos que se sorprendieron por la fuerte voz se congelaron. El grito era demasiado aterrador.

"Chu Molin" Qin Xue giró la cabeza con rigidez para mirar a Chu Molin, y estaba a punto de llorar.

Ella puede manejar una cirugía mayor, pero no puede manejar el llanto de los niños.

Chu Molin puso a Qin Xue en la cama y se sentó, se acercó y levantó al mayor, Yu Ze, y le tocó el trasero con la mano. Bueno, estaba mojado.

Puso al jefe en la cama, levantó al segundo niño y le tocó el trasero, haciendo esto se dio cuenta que el segundo niño fue despertado por el jefe, pero como estaba llorando tan tristemente, debe tener hambre.

"Xue'er, amamantas al segundo niño y yo le cambiaré el pañal al mayor", Chu Molin puso al segundo niño en la mano de Qin Xue y luego tomó el pañal para cambiar al mayor.

Después de cambiar varias veces, Chu Molin se volvió más hábil en sus movimientos, de hecho cambió el pañal a su hijo varias veces desde que aprendió. Cuando levantó la vista, vio a su hijo mirándolo con los ojos muy abiertos y le sonrió.

Su corazón era tan suave que solo ahora Chu Molin tenía un sentido de orgullo de ser padre. Este era su hijo, su línea de sangre y su continuación.

De hecho, ¿cómo puede un niño recién nacido reírse de con los demás? Es porque el anciano dijo que la Diosa de la Misericordia le está dando flores para hacerlo reír.

También hay lugares donde se dice que está compitiendo con otros por las flores, riendo cuando gana, llorando cuando no gana.

De todos modos, las costumbres y hábitos de diferentes lugares son diferentes, pero Chu Molin no sabe esto. Él no entiende la moral, por lo que piensa que su hijo está sonriendo cuando lo ve y se debe decir que este malentendido es un poco inexplicable.

Chu Molin sonrió satisfecho mientras sostenía a su hijo mayor.

Después de que Qin Xue había alimentado a su pequeño hijo, iba a decir a Chu Molin que si lo había cambiado se lo diera para amamantarlo, pero vio a Chu Molin abrazando a su hijo con una suave sonrisa en su rostro. ¿Fue solo ahora que este hombre descubrió el sentimiento de ser padre?

Para no perturbar el estado de ánimo del hombre, sacó a su hijo pequeño de la cama y fue al baño. Cuando regresó, aun vio su rostro suave e indignante. No esperaba que este hombre tuviera ese lado.

Parece que otros tienen razón, Chu Molin es un buen padre.

"Yuchen, parece que tu padre tampoco es una paleta helada, todavía tiene calor", Qin Xue apartó al hijo pequeño y se inclinó allí y miró al padre y al hijo con una sonrisa amable. Se siente genial.

"¿De qué te ríes?" Chu Molin levantó la cabeza y preguntó, sintiendo la mirada de su esposa.

"Está bien, trae a Yu Ze y lo amamantaré", Qin Xue miró al hijo en sus brazos.

¿Cómo podía este niño ser tan bueno en los brazos de su papá?, solo miró a su papá sin hacer un escándalo.

"Está bien", Chu Molin le entregó el hijo mayor a su esposa.

"Yu Ze, tu madre te dará algo de comer y luego puedes jugar con tu padre ", le dijo Qin Xue a su hijo con una sonrisa.

"Chu Molin, la próxima vez recuerda lavarle las nalgas con agua al cambiar pañales, no se debe enrojecer su trasero, le dolerá y la piel del niño estará sensible y dañada". Qin Xue simplemente no le prestó atención y no sabe si Chu Molin lo lavó, pero se lo recordó y se lo volvió a recordar.

"Fue lavado", Chu Molin siempre recordó lo que dijo su esposa, por lo que no lo olvidó.