Capítulo 4

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—¿Necesitas ayuda? ¿Debo gritarle a alguien?

Ese viejo, llegaba a ser molesto a veces. Nakyum no necesitaba ayuda ¿Por qué exageraba así?

Tuvo otra pesadilla y ya, no es como si estuviera muriendo. Apartó al anciano y le apretó el cuello.

—Cierra la boca, no le vas a gritar a nadie— luego aflojó su agarre y centro toda su atención en luchar por normalizar su respiración.

—Estabas gritando y luego comenzaste ahogarte. Pensé que estarías enfermo.

—Que no te importe lo que pasa conmigo. Estoy bien.

—Te estas volviendo débil— el anciano le dijo claramente lo que más odiaba escuchar—. Últimamente tienes más pesadillas que antes, fue desde que empezaste a llevarte bien con ese abogado. Te vuelve débil, no estás enfocado en tu plan inicial ¿Recuerdas que dijiste que él era el medio para limpiar tu nombre y reducir tu condena? No es como que sea tu amigo. Escucha muchacho, tengo un nieto de tu edad y siempre fue débil ¿Sabes en qué termino todo eso? Es un idiota que no sabe defenderse y le teme a todo. No termines así. Enfócate, vuelve en tus sentidos. Vuelve a ser a quien todos le temen, vuelve a desconfiar, vuelve a ser tu.

Era mejor no decir nada, si había algo que Nakyum odiaba en la vida, era que le dijeran que era débil. Luchó los últimos años para no serlo. Maldición.

Lo peor era admitir que el viejo tenía algo de razón, todo era por ese maldito abogado que no dejaba de ayudarlo con cosas innecesarias.

***

—Se que esta asustada señorita, pero tiene que hablar. Mis preguntas son simples en comparación con las que le harán la juez y el fiscal.

Seungho estaba comenzando a cansarse de Heena, ella ni siquiera lo miraba y todo lo que hacía era quedarse callada temblando de miedo. Si en tres semanas se presentaba haciendo lo mismo durante el juicio, toda su defensa estaría arruinada. Es por eso que miraba a Jihwa indicándole que animará a esa mujer a hablar.

—Heena, este hombre es el abogado de Nakyum, podemos confiar en él. Sólo tienes que contarle lo que sabes, habla de tu padre. Dile a él las cosas que hacía. Este hombre tiene como objetivo presentarle al mundo la parte de él que no conocían— pero ni las palabras de Jihwa parecían tener efecto en ella. Volvió a agachar el rostro y se quedó callada.

—Escuche señorita— empezó Seungho con la voz más seria. Ya no en un tono amable y paciente—. En el primer juicio de su hermano, ese en el que lo condenaron a muerte, el jurado entero decidió dudar de él ¿Y sabe porque lo hicieron? Porque la fiscalía construyó una imagen perfecta de su padre, ante los ojos de la sociedad y todos los que estuvieron atentos al caso. Su padre era un hombre ejemplar, jefe de familia, un buen padre y un buen padrastro. Sólo ustedes, su familia conocía la verdad.

—Sí yo sabía que él abusaba de mi hermano ¿Y qué con eso? Él era muy bueno conmigo, era cariñoso y siempre le vi esforzándose por darme lo mejor ¿Cómo se supone que yo hubiera tenido que reaccionar?

Seungho descubrió en segundos, que ella no era simplemente la dulce e indefensa hermanita que Nakyum pensaba, podía notarse que era inteligente y que pensaba en su propio bien antes de cualquier cosa. Si alguien le preguntara, no podría explicar lo que pensaba acerca de ella, pero no confiaba, no le caía bien.

—Desde sus ojos ¿Cómo describiría a su hermano? ¿Realmente lo cree responsable del asesinato de su padre? Aunque no hay un cuerpo, los forenses están convencidos que se trataba de él. Había rastros de sangre, pero nunca hubo forma de comprobarlo.

Irreversible (Pintor Nocturno)Where stories live. Discover now