𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉
¿Te imaginas un lugar donde se puedan recopilar pequeños cuentos sobre Jay y Jungwon, con actualizaciones constantes, con un soundtrack que viene en el título del episodio, con canciones de géneros variados para que puedas expandir tu b...
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
El pequeño Jay iba caminando directo hacia la escuela con una sorpresita en las manos, una hermosa cartita en un sobre rojo, rojo por ser el color favorito de ese niño tan bonito que lo tenía dando vueltas a la cabeza.
Jungwon le gustaba desde hace ya varios meses. Sus hermosos ojitos, y ese cabello rizado, también su risa ¡Eran muchas cositas que hacían que su corazón fuera a salirse de su cuerpo!
Si bien muchos consideraban a Jongseong el "hazme reír" de la escuela, estaba seguro de que Jungwon no sería grosero con él, ¡Lo presentía! Mucha gente decía que Jungwon era un rompe corazones, ese tipo de chico que cuando alguien más se le declara solo sirve para alimentar su ego y al final termina desechándolo de la peor manera ¡Pero no podía ser cierto! Jungwon era tan lindo que para nada parecía eso.
Su mamá había cuestionado mucho porque Jongseong se miraba tan alegre últimamente, a lo que él respondió simple: San Valentín se acercaba, y con él su oportunidad para declararse al bonito chico de rizos.
Su mamá le había conseguido una cajita de chocolates la cuál se la entregaría el día viernes, y durante toda la semana le dejaría una bella cartita con sus sentimientos grabados en ella.
Jongseong no podía hablar, pero las palabras le salían naturales en el papel, era un pequeño don que creía tener, sentía que era su único talento ¡Y claro que no iba a desperdiciarlo! Le demostraría a Jungwon que si bien no era ni el más lindo, ni el más interesante, o el más parlanchín, o el mejor en deportes, ¡Siempre tendría un "te amo" para él! En una cartita o un abracito, ¡Y no podía esperar en darle un besito!
Lunes, primera carta.
Lamento molestarte, pero quería hacer esto.
Tengo un ataque de sentimientos inefables cada vez que te veo, tu risa tan meliflua y tu apariencia idílica aceleran mis latidos de forma constante.
Espero algún día podamos pasar de efímeras miradas entre clase a sempiternas sonrisas que nos podamos dedicar mutuamente.
Eres ese ser etéreo que hace que te conviertas en mi ikigai.
- W.M
¡Estaba muy nervioso, casi temblando!
Había abierto un diccionario para saber el significado de muchas, muchas palabras bonitas, y las había escrito todas en ese papelito con la mejor letra que había podido. ¡A Jungwon tenían que gustarle!
Llegó muy tempranito a la escuela, antes que todos para que nadie supiera que se trataba de él; se acercó al pupitre de su enamorado y dejó la cartita junto a una paletita roja como las mejillas de Yang.
Su mirada de sorpresa y su risa dulce al encontrar el papel fueron la sensación más encantadora que jamás haya sentido.
