Kim Seungmin

7.7K 218 71
                                    

Me encontraba en mi balcón junto a una copa de vino, hundida en el serio pensamiento de si debería ir a esa reunión social... mi madre me había solicitado asistir para ser presentada "ante la sociedad", justo como cuando ponen carne en una vitrina para convencer a los clientes de la calidad de esta. Típica situación de gente adinerada.

¿Si asistía dejaría de molestarme respecto a encontrar pareja?

Ahora que lo pienso, solo me presentaría jóvenes que ella considere "decentes" para mí y ellos tratarían de convencer a mi padre sobre lo mucho que le convendría establecer lazos con ellos, nada enfocados en saber si minimamente me atraen. Que asco.

Tome en seco lo que quedaba en la copa y devolví la mirada a la ciudad que ahora estaba iluminada, significaba que eran más de las 7 de la noche y en un par de horas debería estar lista si es que iba.

Di un último suspiro para volver a mi cuarto a pasos pesados, sentía el aburrimiento a flor de piel mientras pensaba en arreglarme y todo lo que tenía que hacer, saque el vestido de color negro que mi madre se había encargado de traer en la mañana mientras de pasada se ponía a "aconsejarme" sobre la vida de esposa que ya debería estar teniendo y si era posible hijos... ¿Olvida que acabo de cumplir los 21 hace una par de días?

Mis pensamientos fueron olvidados al oír el sonido de las llaves en la puerta, mi corazón emocionado salió hasta la sala para recibir ansiosamente a la persona que llegaba.

-¿Me extrañaste cielito?- Sonrió dejando su abrigo en el perchero.

Camine rápido hacia sus brazos sintiéndome refugiada entre estos, un aroma varonil inundó mis fosas nasales y apreté el agarre en su cintura al sentir aquella sensación cálida inundar mi pecho.

-Pensé que no vendrías Seung- besé su mejilla- estaba por cometer un suicidio social, mi madre trajo el vestido en la mañana.

-¿Sigue con esa mierda?- me alejó de su cuerpo mientras preguntaba con el ceño fruncido.

-Lamentablemente, digamos que es por la edad- reí mientras lo jalaba al sillón.

Kim Seungmin, no era hijo de ningún empresario, no tampoco era uno, no era estúpidamente millonario y tampoco heredero de algún millonario. Sólo era él, un chico universitario que estudiaba arquitectura, lo conocí en una cafetería, me gustó y le pedí su número; me lo dio. Y bueno, salimos un par de semanas y follamos, ya saben... me paso mañana.

Su actitud me encantaba, su personalidad era luminosa y tan adorable, podía ser tan tierno como tan caliente a las vez y eso me quitaba la estabilidad. Ya un par de veces le había dicho que se cambie el nombre a Kim Seunghot, le quedaba, créanme. Pero el solo me besaba la nariz y repetía que estaba loca, sí, loca por él.

Lo que teníamos era algo así una relación "clandestina", si es que se podía llamar así porque lo que teníamos no tenia un titulo formal por así decirlo, él no quería un tratado de comercio con mi padre y yo no quería que me compre como ganado. Eramos enamorados que salían y se daban un polvo cuando se podía.

Espero que hoy se pueda.

¡Ah! Y añádanle a la descripción que mi madre lo odia solo porque lo vio saliendo de mi departamento dejándome con la rodillas moradas y un par de pequeñas, estoy segura de que muy pequeñas marcas de sus manos en el cuello, tal vez... tal vez también algo así como un chupeton el la clavicula, pero solo tal vez. Ella eligió no creer que era mi instructor personal de Karate y no pude hacer nada al respecto.

-¿Crees que si te encuentra siendo jodida duramente por mi, olvide el tema?- preguntó colocándome en su regazo.

En efecto, hoy se podía.

𝐃𝐌夢想 ₊₁₈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora