1O : solo seré un hombre muerto arrastrándose esta noche

3.1K 430 59
                                    

"Alteza..."

Luego de horas en la misma posición, Jungkook levanta su rostro de sus brazos cruzados sobre la barandilla de mármol de su balcón. Sus ojos dejando la bella vista lejana de las plantas de su jardín privado rociadas por la reciente lluvia matutina, y yendo a parar en la expresión preocupada de Mina, quien le extiende una taza humeante y le regala una pequeña sonrisita temblorosa.

Trata de sonreírle de vuelta una vez acepta el gesto, consciente de que trata de su té favorito, pero la sonrisa no llega a sus ojos. Nada ilumina su rostro enrojecido por el frío del exterior, y no parece tomar al menos un poco de calor al dar el primer sorbo a la taza.

"Gracias" Es lo único que dice. Mina frunce los labios, y se limita a reverenciarle, cediendo ante la derrota.

Pues la joven Omega había tratado durante las últimas dos semanas de quitar aquella expresión triste y muerta del rostro de su reina, sin éxito. Jungkook a penas comía, no hablaba y sólo gustaba de estar en su balcón con la mirada perdida en los jardines de la primera planta.

Incluso había dejado de pintar.

Todos estaban terriblemente angustiados, cada Doncel y Doncella, incluso los guardias. Ya que a pesar de las ordenes del rey, Jungkook era alguien fácil de querer y se notaba su presencia donde sea que estuviera, no solía estar muy deprimido y siempre se movía de aquí para allá por su habitación con tal de matar el tiempo, por lo que era realmente inusual verle tan apagado.

Sin importar los regalos, la comida deliciosa y las flores que le fueron entregados, el Omega seguía hundido en su tristeza, reacio a salir de allí.

Jungkook necesitaba a su Alfa, su aroma y calidez.

Pero, la última vez que se supo del rey fueron los días posteriores al celo de su pareja. Taehyung había salido de viaje por los demás reinos hace más de dos semanas, y aunque se le enviaron cartas relatando el preocupante estado de su reina, no habían obtenido respuesta.

Salvo Jungkook. Quien había sentido cada emoción y sentimiento de su Alfa, pues Taehyung, a pesar de cumplir con sus palabras de no querer tenerle cerca, mantuvo abierto el lazo que compartían desde que puso un pie fuera del palacio.

Jungkook sintió su molestia y estrés al estar negociando con los demás reyes, su alivio y alegría al lograr descansar luego de horas y horas de viaje a caballo, y su placer y excitación al seguramente estar con más Omegas por allí.

Lo tenía claro, Taehyung no lo extrañó ni un solo segundo.

Toda esa situación fue suficiente para arrebatarle las ganas de siquiera intentar sacarse una sonrisa. No deseaba moverse, hablar, comer o dormir, sólo quería mirar el cielo y perderse en la belleza invernal de la naturaleza, aferrarse a su sueño de descubrir el mundo y ser libre.

Sabía que su Alfa hacía todo ello para que se sintiera así, para que le extrañara y la dependencia hacia él aumentara una vez volviera de su viaje.

Era un claro «Yo puedo ser feliz sin ti, pero tú no puedes ser feliz sin mí».

Y tal vez así era, lo que hacía más real y cruda toda la penosa situación.

Jungkook ya no tenía fuerzas para luchar, así que cedió. Ya no le importaba sufrir, pensaba fielmente que era el único sentimiento que podía permitirse tener.

Bajo la atenta mirada de su Doncella, bebe un par de sorbos más antes de dejar la taza a un lado sobre la barandilla, y volver a recostar su cabeza en sus brazos cruzados, soltando un largo suspiro que hizo descansar a su espalda tensa.

Sus párpados se cerraron, y se permitió disfrutar de la helada brisa desordenando los mechones sueltos cayendo por su frente, junto al suave vaivén en su espalda de su larga y hermosa trenza.

"Mi Reina.." Mina decide dar un paso más cerca, y vacila un poco antes de fruncir el ceño y tratar de insistir con las palabras que ha repetido toda la semana. "No es por incomodarle, pero no ha desayunado y ayer no quiso comer nada.. ¿Le parece si mando a traerle algún.. ?" Se ve interrumpida por un par de golpes en el recibidor, seguido de pasos apresurados entrando en la habitación hasta llegar al balcón.

La Omega le da una mirada aturdida a uno de los Donceles de Jungkook, el Beta se ve agitado y su expresión es de horror puro. A sus espaldas, el resto del personal de la Reina les dan una mirada angustiada, algunos se cubren la boca con espanto y otros yacen perplejos. Desde la puerta, Mina cruza miradas con Hoseok, y los ojos rojos del Alfa le provocan un escalofrío.

Algo pasaba. Algo horrible pasaba.

Voltea a ver a Jungkook, y al notar que este sigue exactamente en la misma posición, con sus ojos cerrados y ajeno a todo, decide acortar distancia con el Doncel y susurrarle:

"¿Qué demonios ocurre? ¿Por qué todos lucen espantados?" Demanda, por alguna razón sentía náuseas y un feroz nudo en el estómago. El Doncel duda, pero luego de unos segundos de balbuceos habla con más claridad. Al oírlo, el rostro de Mina se retuerce en miles de emociones, la furia y el miedo resaltando.

Jungkook huele la amargura en las feromonas de su Doncella, y su ceño se frunce con ligereza. Levanta la cabeza y gira el torso, ensanchando sus ojos ante el espectáculo en su servidumbre y la tensión en el ambiente.

"Cachorra.." Le llama, los ojos trastornados de Mina fijándose en los suyos. De inmediato se alarma al ver sus manos temblar. "¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?"

Jungkook se acerca y toma sus manos frías entre las suyas, corriendo la mirada por su rostro abrumado. La ve dudar, como si quisiera soltar lo que tiene guardado, y al mismo tiempo se negara completamente a abrir la boca.

"Hey... está bien, dime qué ocurre" Le sonríe, cansado. En ese instante los ojitos de la menor se llenan de lágrimas.

Sin embargo, antes de que algo más pase, la voz grave y seria de Hoseok cuenta su presencia desde el umbral de la entrada al balcón. Jungkook le mira, confundido. Expresión que cambia a una de genuino dolor al oírle decir:

"Hanui, la Concubina favorita del rey.. está embarazada. Todo el reino está celebrando al segundo heredero"

No.. no, por favor..

Bastaron un par de segundos para que los gritos y sonidos ahogados de pánico llenaran los aposentos de la reina.

Jungkook se había desmayado.

youngblood  :  taekookWhere stories live. Discover now