Capítulo XIX: Un Hogar Cálido

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- ¿Una maldición?-

Kuro preguntó a su hermano, quien de inmediato asintió cabizbajo.

- El día en que todos fuimos separados, ella lanzó dos maldiciones. Una de ellas me fue impuesta y...tengo las horas contadas hermano-

Su voz estaba rota. Sus manos se habían apretado con fuerza en un puño. No soportaba el ser tan patético al punto de que su vida dependiera de los demás.

- ¿Y de qué trata la maldición?-

Cómo portadores de otras maldiciones, Gear y Youtaro estaban más que curiosos por saber si acaso Lily sufría lo mismo o si su destino sería igual.

- Básicamente soy como una figura de porcelana. No puedo tener emociones y con el pasar de los días mi cuerpo se quedará vacío y morirá. Lo que vieron fue la prueba de que mi cuerpo ya no tiene sangre u otra cosa-

Sus manos hora pasaron a tomar el reloj que colgaba de su pecho y lo mostró a todos los presentes.

- Misono me dió este reloj el cual frena la maldición, si las manecillas se mueven, la maldición también se hará más fuerte. Soy una bomba de tiempo que estallará en cualquier momento...-

A pesar de no mostrar alguna expresión en su rostro, todos podían darse cuenta de lo deprimido que el rubio estaba.

- Es por ello que Lily no se ha ido de aquí. Soy el único que puede frenar la maldición con el reloj-

Si ese chico decía la verdad, entonces el que Lily regresara al reino sería prácticamente algo imposible, claro, a menos que Kuro deseara ver cómo su hermano moría.

Lily notó el semblante triste en el rostro de su hermano y una idea vino a su mente.

Una que quizá a Misono no le gustaría pero definitivamente podría funcionar.

- Estás reuniendo a todos, ¿verdad? Puedo acompañarte en tu viaje-

Misono fue el primero en mirar a Lily bastante confundido y hasta molesto.

- ¡¿Estás loco?! ¡Si no estás aquí vas a morir!-

Pero el rubio tenía todo planeado. Si, corría el riesgo de morir pero, ¿qué más daba? De todos modos, algún día tendría que dejar el mundo, ¿o no? Si era así, prefería estar con sus hermanos a morir solo.

- Calma Misono. No me pasará nada-

Aún cuando en el fondo, Lily sabía que no podía jurar el volver con vida, al menos podía intentar calmar a Misono o que este le permitiera salir, ya que si el guardián no permitía a cierta persona el salir de su reino protegido entonces no lo haría.

- P-pero...no puedes irte....-

Parecía que el pelimorado estaba a nada de empezar a llorar, por lo que Lily decidió hablar con el.

- ¿Pueden dejarnos a solas? -

Los tres chicos asintieron y se marcharon a otro lado del castillo, dejando a esos dos completamente solos.

Lily sostuvo las manos de Misono y trató de sonreírle. El pequeño guardián sabía lo difícil que debía ser para el rubio el tratar de mostrar sus emociones, así que el que hiciera eso le hacía ver lo mucho que trataba de calmarlo.

- Sé que estás preocupado pero quizá esto pueda ayudar al pueblo a volver a tener el brillo que alguna vez me contaste que tuvo. ¿No te gustaría volver a esos días?-

Nubes y Estrellas (Pausada)Where stories live. Discover now