Mi Pequeño Artista [UzuTan]💎🎴

El rojo más hermoso.

Cap 1

— Se buen niño y esperame aquí cariño, mami irá a comprar unas cosas.— la azabache dejó a su pequeño hijo de 6 años sentado en una banca del parque, mientras que el niño tomaba de su pequeña mochila una libreta de  dibujo y sus lápices de colores.

— Sí mami.— respondió alegre el menor.

La mujer le sonrió, acariciado sus suaves cabellos borgoña, para después dirigirse al pequeño establecimiento al otro lado del parque.

El pequeño pelirrojo al ver a su madre irse, tomó su pequeña libreta entre sus manos para hojearla, en busca de una hoja limpia para comenzar a dibujar en lo que su mami regresaba como se lo prometió.

Al encontrar una página en blanco, tomó uno de sus lápices de colores y comenzó a dibujar, un gato para ser específicos, o eso es lo que trataba de dibujar, pues apenas tenía 6 añitos, mientras tarareaba una cancion infantil.

El pequeño estaba tan concentrado en su dibujo que no notó a cierto adolescente que se acercaba detrás  de él, deteniendose mientras observaba atento lo que hacía, recargandose sobre el respaldo de aquella banca, mirando curioso lo que aquel pequeño dibujaba con tanto entusiasmo.

— Nee~ ¿Qué es lo que dibujas? ¿una Piraña acaso?.— preguntó aquel chico de cabellos plateados y orbes fucsia.

El niño saltó en su lugar al escuchar la voz detrás de él.  Se repuso del susto inicial y rápidamente se volteó mirando indignado al adolecente.

— No es una piraña, es un gato.— contestó enojado el niño. (No sé cómo hablan los mocosos de 6, pero mi sobrina tiene esa edad y habla perfectamente, mienta la madre incluso xd)

El chico casi se ahoga con su propia saliva, reteniendo una risa.

¿Realmente eso era un gato?.

Por la forma circular de la boca y la hilera de dientes filosos bien pensó era una piraña.

— ¡Rayos!, dibujas...— apretó la mandíbula, negando con la cabeza  para después hacer un ademán con la mano.— Muy extravagante.— respondió el de cabellos plateados.

El niño hizo un puchero, regresando su vista a  su dibujo, ignorando al adolescente.

— ¿Y?  ¿Qué haces aquí solo?.— preguntó casual, tomando asiento junto al niño en la banca.

— Mami dijo que la esperara aquí y que no me moviera— respondió el pelirrojo, posando su vista hacia el local donde su madre estaba.— y que no hablara con extraños.

El pelirrojo le miró entrecerrando sus ojitos para luego volver su vista a su dibujo.

El de orbes fucsia tarareó en respuesta, tomando el pequeño cuaderno del niño.

— ¿Y no te da miedo estar aquí solo?.— cuestionó el chico, mientras hojeaba la libreta.

El pequeño le miró.
Le acababa de decir que no podía hablar con extraños y seguía ahí.

— Soy el hermano mayor, yo no tengo miedo.— respondió.

— mm — pasaba las páginas, viendo cada dibujo echo por el niño, todos eran...   ¿como decirlo?.   ¿vistosos?.
Con colores en tonos vivos, el color que más predominaba en cada uno de esos dibujos era el color rojo.

Regresó su mirada hacia el frente, viendo a una mujer de mediana estatura caminar hacia ellos, supuso que era la madre.  Le regresó el cuaderno al niño y se levantó de la banca, alejándose un poco.

— Regresé, cariño.— musitó la mujer una vez estando frente a su pequeño,  inclinándose para darle un beso en la frente.— ¿Cómo te portaste?