Capítulo 43

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Capítulo 43

María escuchó a través del teléfono que Esteban le decía al chofer que lo llevara directamente a su casa.

E: voy para allá... Ya veré cómo consigo esos papeles...

M: entonces te espero...

E: sí... Sí...

María volvió a entrar a la habitación de Miguel y lo vio ya dormido, su inteligente hijo había dejado el biberón vacío a un lado...

Entonces ahora tocaba rogarle al cielo que los niños no se despertaran.

Aunque Laura despertaría con hambre en cuestión de 2 horas... Pero no habrían problemas.

Regresó a su cuarto y se puso un poco del perfume que usaba exclusivamente con Esteban, y que a él lo enloquecía.

Se aseguró que estuviera todo perfecto y esperó...

30 minutos después, un Esteban desesperado entraba por la puerta...

E: María...

M: mi vida... (Corriendo a sus brazos apenas lo vio entrar)

Y él la levantó del suelo, mientras se fundían en un apasionado beso...

Ella no necesitó enojarse, ni armarle un problema para que él llegara más temprano, usó las palabras perfectas para convencerlo...

Y ahí lo tenía. Abrazándola y besándola como si hubieran estado años separados...

E: mi amor...

M: te eché mucho de menos...

E: y yo a ti... La próxima vez tú y los niños vendrán conmigo...

M: sí... Claro que sí...

Con mucha delicadeza la dejó en el suelo. María le dijo entre besos que la cena les esperaba...

Esteban no dudó en hacerle una contra propuesta a su esposa...

E: ¿por qué no alteramos un poco el orden...? Subimos primero y...

M: ¿y...?

E: cenamos después...

M: pensé que venías con hambre...

E: tengo ganas de ti... De estar contigo a solas...

M: yo también...

No necesitó más, la tomó en sus brazos y subieron así las escaleras.

E: los niños duermen, ¿no...?

M: sí...

Y la niñera tenía instrucciones de estar al pendiente por si alguno se despertaba.

E: tu perfume me encanta... Lo extrañé por las noches... Te extrañé a ti...

María iba ya derretida en brazos de su marido... Él hablándole así de cerca, besándola... Aspirando su aroma...

M: y yo también... Ya no puedo dormir sin ti...

E: ¿tú estás bien...? ¿Te sientes bien...?

M: sí... Sí...

Él la había recostado en la cama y le preguntó antes de ir sobre ella...

Y menos mal que la hizo, porque eso le recordó algo importante, que hace unas semana había dado a luz...

M: pero necesitamos protección...

E: qué tonto... No compré nada...

Llevaba casi 2 años sin utilizar un preservativo... El tiempo que llevaban de casados...

MI DECISION... El Origen...Where stories live. Discover now