18. Epílogo

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- Minjeong, ¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Karina cuatro semanas después, cuando su amante se presentó en Yoo Enterprises.

- ¿Es esa la manera de saludar a la mujer que amas?- Minjeong se sentía tan ligera como una mariposa con la alegría de saber que esta mujer la amaba.

- Supongo que sólo estoy sorprendida de verte.- Karina notó que las recientes líneas de tensión se habían ido de la cara de Minjeong y ella estaba absolutamente resplandeciente. -Entonces, ¿qué hay de nuevo?-.

- ¿Puedes escaparte el resto de la tarde?-.

Karina recordó la última vez que había salido temprano con Minjeong, y su estómago dio un vuelco. Habían pasado la tarde en la cama.

- Por ti, cualquier cosa.-

- Mi coche está enfrente.-

- Bueno, ¿a dónde vamos?-

- Ya lo verás. Ten paciencia, amor.-

- Sabes que no tengo paciencia cuando se trata de ti. Especialmente cuando tienes tus manos sobre mí.- Minjeong deslizó su mano por el muslo de Karina.

- Paciencia. Te prometo que haré que tu espera valga la pena.-

- Sabes que eso me vuelve loca.- Karina quería hacerle el amor a Minjeong allí mismo, sobre su escritorio. Tiró de las riendas de sus hormonas, recogió sus cosas y le dijo a una sonriente Yuna que se iba por el resto del día, y debidamente escoltó a su mujer a los ascensores.

Diez minutos después se detuvieron en un pequeño complejo de oficinas. Los coches estaban estacionados frente a los diferentes negocios, los cuales estaban agrupados alrededor de un pequeño patio.

- ¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó Karina desconcertada.

- Ven conmigo.-

Las mujeres salieron del coche y Minjeong tomó la mano de Karina y tiró de ella hacia la parte trasera del patio. El paso de Minjeong se apresuró mientras se acercaban a una oficina vacante.

- ¿Recuerdas a Gina Miller?-.

- ¿La apisonadora del Sur? ¿Cómo podría olvidarla?- Minjeong se echó a reír.

- Bueno, en esa oportunidad me contó...-

- ¿Minjeong?- Karina leyó la plantilla en la puerta principal.

- Rechacé la oferta de Powell y Powell.- Le habían ofrecido el puesto de socia en uno de los más prestigiosos Estudios de Abogados en la zona. Minjeong apretó más fuerte la mano de su amante. -Quiero ayudar a la gente. Quiero ayudar a las mujeres y los niños que no pueden ayudarse a sí mismos. No puedo hacerlo desde un gran escritorio a cincuenta y tres pisos sobre el suelo. Quiero trabajar para gente a la que no le importa con quién me acuesto, sino sólo cómo puedo ayudarlos. Quiero hacer una diferencia en la vida de la gente.-

La mirada de emoción y convicción en los ojos de Minjeong hizo que Karina se sintiera superada por el amor a esta mujer fuerte, apasionada. La abrazó.

- Te amo, Minjeong. Y me siento orgullosa de ser tu novia. Ahora dame un recorrido.- Minjeong le guiñó el ojo y la tomó de la mano sonriente.

Antes de que abriera la puerta a su futuro, el futuro que compartiría con la mujer que amaba, Karina pasó orgullosa la mano sobre las letras:

KIM MINJEONG, ABOGADA

ESPECIALIZADA EN LA PRÁCTICA DE LA LEY PARA MUJERES Y NIÑOS.

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Ven a buscarme - WinrinaWhere stories live. Discover now