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Andabas inspeccionando la situación sin llamar la atención, después de todo, ibas a parecer una acosadora.
— Me diste un gran susto.
— ¿Estás bien, JoJo?El joven, o mejor dicho, poste de luz con musculatura, se levantaría del suelo, revisando que no se le haya caído nada durante el transcurso de su pequeño accidente en las escaleras, ignorando completamente las palabras de las estudiantes.
— ¡Eres muy afortunado! Por 15 centímetros no golpeaste la losa.
— Siempre hay accidentes en estos escalones.
— A partir de mañana deberías tomarme la mano cuando bajes.Con la última que osó a hablar todas las estudiantes exclamaron un "¿Ah?" mirando a la chica, quien solamente optó a sonreír y mirar hacia un lado, teniendo un leve sonrojo.
Ya se habían amontonado de nuevo alrededor del chico, aunque lo que ocurría no te convenía en lo absoluto. Hablando de que no te convenía, de hecho, hubieses comenzado a caminar hacia el frente a un paso lento, alejándote de a poco de la multitud.
Mientras se quedaban viendo a la joven, escuchaste pasos ajenos que provenían de los escalones, por lo que voltearías a ver para descubrir de quién se trataba: el pelirrojo de antes.
El de gorra elevó la mirada al captar también a dicha persona, volteando a ver quién demonios era y, por si a caso, comprobar que él haya sido el causante de su curiosa caída y corte en la parte baja de su rodilla.
Al bajar y estar a la par del chiquillo, el pelirrojo sacó un pañuelo, ofreciéndoselo.
— Parece que te cortaste la pierna izquierda — soltó de su boca con una mirada penetrante, la cual era correspondida por el otro.
— Usa este pañuelo como venda provisoria — volvió a hablar, acercándole más el pañuelo, como si dijera "venga, agárralo y límpiate de una vez esa herida", a lo que el joven recibió el pañuelo y no dijo nada. — ¿Estás bien?
— Sí, es solo un rasguño — al fin decidió soltar unas palabras luego de como 6 minutos, aunque bueno, no era necesario el que hablara.
El pelirrojo, ya terminado con su trabajo, le dio la espalda para comenzar a caminar hacia el frente, sin antes ser interrumpido por el de la gorra.
— Espera — alzó su voz, acercándose nuevamente al de vestuario verde, quien solamente volteó a verle de reojo. — Gracias — vaya, sabía agradecer — Nunca te había visto. ¿Vas a nuestra escuela?
Por alguna razón querías irte para no entrometerte, debido a que, literalmente, estabas a como dos pasos del pelirrojo, quien no te había notado por el silencio que transmitías y la poca relevancia que liberabas en tu entorno. Bueno, digamos que era un camuflaje que duraba temporalmente.
— Soy Noriaki Kakyoin. Soy nuevo, llegué ayer. Encantado. — Diciendo lo último que tenía que decir, se dio la vuelta, y antes de que pudieras reaccionar y moverte a un lado, chocaría levemente contigo, haciendo que retrocedieras un par de pasos para mantener el equilibrio.
Demonios, el camuflaje se fue al garete.
— Disculpe, no la noté. — Mostró su lado formal nuevamente, dejando de tener una mirada seria que decía "transmito la enfermedad aléjate-o-te-golpearé-ittis", haciendo que simplemente elevaras tu vista para verle mejor. En verdad, no lo hiciste demasiado, ya que, curiosamente, eras de la misma altura que él (o un poquito más), pero lo ocultaste agachándote un poco por el empujón.
— No importa, yo me puse en medio — recalcaste para no hacer más charla. Sentías la mirada de las estudiantes, teniendo una mirada que decía "¿En qué momento estaba allí?".
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ೃ⁀➷This Original Story | JJBA x OC
FanfictionUna estudiante juvenil tan solo 17 años, llamada Shibuya Lucybell, es la protagonista de esta alocada historia. Sin explicación alguna, de un parpadeo se encontraba en un lugar desconocido, y en un país que no se imaginaba que iba a estar nunca: Jap...