CAPITULO 4

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Errores

Arman Belov.

La miro postrada en la cama, está pálida y sus espesas pestañas negras cubren sus pomulos, 2 días y no despierta, resultados una sobredosis.

La segunda para ser exactos.

*INICIA FLASHBACK (HACE 1 AÑO)*

— No la encuentro. — me dijo su mano derecha.

— Tienes una puta orden, una puta orden que sigues y ¿no la encuentras?. — siseo.

— No se dónde esta señor.

— Ese es tu trabajo — alzó el arma y le disparo entre las cejas. — Inútil.

No me puedes hacer esto por sexta vez Alessandra ¿dónde mierdas estas?

Camino afuera de mi cuartel y veo como las camionetas se preparan, mis hombres están detrás de mi formados esperando alguna señal, algún ataque, pero no digo nada por que no tengo ninguna pista.

— Господи, что нам делать? (¿Señor que hacemos?) — me pregunta.

— dОбыщите любой уголок России, любую больницу, бар, что угодно, я хочу, чтобы она была здесь, дома. ( Busquen en todos los rincones de Rusia, en cada hospital, bar, lo que sea, la quiero aquí en casa.)

Asienten y veo como se alejan las camionetas, me regreso al cuartel por armas y ir a su mansión a lo mejor vuelve.

Se que este día no la puedo dejar sola pero ella siempre busca la manera de ponerse en peligro, se buscar cualquier cosa para no estar, para escapar y lo entiendo se el dolor de perder a alguien, pero pasa, pasa por que tienes que aprender a vivir con ello para poder avanzar.

No es ser débil es ser razonable, es pensar que ya no están en este puto mundo de mierda, es pensar que ellos nos cuidan, nos miran para avanzar.

Y Alessandra no entiende eso, no lo entiende porque no quiere avanzar.

Una persona que quiere avanzar no se deja lastimar ella misma.

Tomo las armas, saco mi celular y le vuelvo a marcar, ya intentamos rastrearla y nada no hay nada.

Camino hacía mi coche y a toda velocidad llego a su mansión, su sobrina no esta en Rusia y que bueno por que no podría ver a una niña sufrir por su tía ahogándose así misma.

Miro a sus guardias y me niegan lo cual eso me asegura que no esta aquí, entro y voy directo a su habitación, en dónde lo hemos hecho muchas veces, más de lo que podría contar y siempre será un gusto por que la amo.

La amo demasiado que quema.

Me siento en su cama y me tiro hacía atrás, tratando de pensar en que carajos haré a partir de ahora si no la encuentro.

Volteo hacía los lados y veo los cajones de su estante entre abiertos, eso es raro la perfección esta sobre de ella.

Alzó una ceja y me paro muy rápido hacía los cajones, veo que están vacíos, buscó en los demás y nada, es raro, me doy la vuelta para ver hacia el baño y ir, no se porque carajos pero voy, cuando estoy en el umbral veo el polvo en la mesa.

— Hija de puta — alzó la voz tocando el polvo.

El celular me suena y tomo la llamada.

FUEGO INFERNAL © [LIBRO 1]Where stories live. Discover now