DIVINA VENGANZA [En proceso]

Capitulo 1

Roma, Italia

Despierto con el sol en los ojos, observo con atención el lugar donde me encuentro y efectivamente estoy en unos de los hoteles Coscov más específicamente en la cama de Nino Coscov. Mi padrino

Desde que quedé sola en el mundo, he estado a cargo de él, puedo decir que no me ha faltado nada pero a la vez me ha faltado todo. Cuando cumplí 15 años, mi padrino me hizo una promesa, más bien un trato, que a cambio de comida, un techo donde vivir y "comodidad" como él lo llamó, debía darle mi cuerpo.

No sabía cómo hacerlo, ni a dónde ir, en un principio me negué porque no sabía qué significaba entregarme a él, estuve meses jugando y pintando rodeada de aquella comodidad, una tarde él me llevó a su oficina y me aseguró que era una forma de agradecerle, que era algo simple, fácil y rápido.

Y desde ese día, esos tres adjetivos describen los días en los que él me busca para "agradecerle" su ayuda, no importa ni siquiera si estoy enferma o me duele la cabeza. Pero tengo algo muy claro y es que el día en que yo salga de sus garras, lo haré pagar por acabar con mi inocencia, por ser un vil asqueroso, por volverme su esclava sexual, por traicionar las palabras que algún día le llegó a decir a mi padre. Por terminar de joderme la vida.

Me levanto de la cama y siento una incomodidad en mi vientre, sigo mi camino hacia el baño para tomar una ducha e intentar sentirme un poco menos sucia de lo que me siento normalmente

Al salir del baño, lo encuentro tirado en la cama, profundamente dormido con la sábana a un lado, dejando al descubierto su cuerpo desnudo y el efecto de los años en este. Me da tanto asco

Lo dejo de observar y me dirijo a buscar algo para colocarme, de seguro debe haberme hecho entrar ropa en este lugar, busco por varios minutos y me dispongo a cambiarme

—Oh, mio Cappuccetto Rosso — dice entre bostezos— mi día acaba de empezar con una de las mejores vistas, sono così fortunato, cierto?— se levanta de la cama y viene hacia mí, me toma de la cara y me da un beso, introduciendo su lengua en mi boca para luego lamerme el cuello

Odio esto, si me resisto o me quejo él lo tomará como una infracción, castigándome posteriormente

—Ve a traerme de comer mientras me baño mujer - lo veo entrar al baño y no puedo evitar pensar en huir. salgo del cuarto y camino por los pasillos divagando, bajo las escaleras y al cruzar hacia la cocina me encuentro con Maritza, la otra zorra de Nino

-Pero si es la esclava - dice mirándome de pies a cabeza - no me digas que vienes por el desayuno de mi doctor - espeta con altivez haciendo énfasis en mi doctor

-Vengo por él, que hace la otra zorra de Nino aquí si todavía no es su turno?- pregunto mirándola con tanto desprecio como puedo- por si no lo recuerdas tu lugar es en los burdeles y la oficina no en los hoteles

-Pues vine a informarle que tiene una reunión de imprevisto, pero no entiendes de esto, a todas estas, eras la pobre niña huérfana que se coge a su padrino por dinero

-no hables de lo que no sabes, y no olvides que en boca cerrada no entran moscas- le guiño un ojo y le paso por un lado para pedir el desayuno habitual del bastardo de Coscov

cuando subo a la habitación ella está en un rincón con lo que parece ser moretones y Nino sentado en la cama con la toalla rodeando mitad de su cuerpo

-Por fin, casi que no vienes ahijada - exclama recibiendo su desayuno .

-Soy Belinda para ti- Respondo sin pensar en las posibles consecuencias, mirandolo a los pies de la cama

- recibir visitas indeseadas ha dañado mi día, Maritza arréglate el desastre que tienes en la cara y vuelve a la oficina, no te quiero volver a ver aquí sin que yo te llame - exige con la boca llena y al parecer ha decidido ignorar mi reclamo. Miro a la rubia operada con compasión, tiene un corte en el labio inferior y el cachete hinchado. ser arriesgada con él no es una opción viable

Maritza toma su bolso y sale tan rápido como puede y es en ese momento que sé que volveré a su cama y a él; me quito los shorts, la franela y la ropa interior, camino hacia la cama y me siento a su lado

una vez más entre sus sábanas...

una vez más dándole mi cuerpo...

una vez más "agradeciéndole"...