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Un pesado suspiro sale de sus labios.

—Akutagawa ¿Por qué me miras de esa forma?—

—No quiere decirme que hizo en Europa—

—Es porque no es interesante— Chuuya escribe en sus documentos —Las misiones así de largas siempre son súper aburridas—

—Hable con Kouyou-san ¿Qué sucede con ese amigo suyo que hizo en Europa?—

—No lo sé, hace cosas de europeos, como hundirse en la decadencia, supongo—

—¿Y cómo lo conoció?—

—Yo necesitaba información y él la tenía —

—¿Qué tan cercanos son?—

—Si tu pregunta es si me acosté con él, la respuesta es si— Responde casualmente, Chuuya es un adulto, no es como que deba sentirse avergonzado.

—¿Y está saliendo con él?—

—No, esa sería una mala idea —

—¿Por qué?—

—Es como Dazai, pero religioso y europeo —

—Chuuya-san no le vuelva a hablar a ese tipo—

—¿Eh? Pero es mi amigo—

Akutagawa solo lo mira como si lo juzgara.

—Dijo que es como Dazai-san, entonces no se haga eso a sí mismo —

Chuuya se quiere reír, mira a Akutagawa.

—Creo que es incluso peor que Dazai, pero nuestra relación es más que nada laboral, no te preocupes —

La conversación se ve interrumpida por la puerta de la oficina de Chuuya siendo abierta.

—Chuuya-san— El pelirrojo ve a un niño de cabello bicolor y ojos raros jadear aferrándose al pomo.

Parece que vino corriendo hasta acá.

Ve sus ojos llenarse de lágrimas y Chuuya se siente algo confundido.

Chuuya recuerda a Q, siempre le pareció espeluznante, pero seguía siendo un niño entonces nunca fue muy duro con él.

¿Por qué el niño actuaba como si Chuuya fuera su padre perdido?

—Yumeno— Chuuya asiente en confirmación de que no lo va a patear si entra a la oficina.

El rostro del menor parece iluminarse mientras corre hacía Chuuya y salta a sus brazos sobre la silla.

Chuuya lo atrapa por inercia, pero siente que hubo alguna clase de fallo de comunicación entre ambos.

—Sabía que no estabas muerto ¡Lo sabía!—

Chuuya está confundido mientras le da palmaditas en el cabeza a este niño que ahora llora.

Akutagawa se retira de la habitación susurrando un "volveré"

—¿Qué haces aquí Yumeno?— Pregunta mientras piensa si es buen momento o no para bajar al niño.

—Escuche que regresaste, pero ellos siempre me juegan bromas crueles—

—¿Quienes?—

—Otros miembros de la mafia, desde que Dazai se fue, son aún más malos conmigo — Solloza

La broma del sigloWhere stories live. Discover now