Después de dejar Beacon hills, Emily se concedió tiempo para sanar, para ampliar su conocimiento y control sobre su loba, y para al fin poder disfrutar de su vida.
Ya estando mucho mejor decide volver a Beacon hills dando una oportunidad más a la c...
-¡Emily ya baja de ahí!- escucho la voz de Martha pero la ignoro mientras levanto mucho mas el brazo con el teléfono en la mano hacia el cielo, parándome de puntitas sobre techo del auto.
Vaya...que gran bienvenida me estaba dando beacon hills, en cuando bajamos del avión mi ansiedad de volver a la ciudad aumentaba a cada minuto que pasaba. Y Cuando entramos a beacon hills por el único camino que había para llegar a la ciudad, nos topamos con un horrible trafico gracias a que mas adelante había un accidente y que ha estado extendiendo hasta altas horas de la noche, haciendo que por cada segundo que pasaba me volvía mucho mas desesperada por salir de este lugar y llegar luego a la casa.
y claro, eso no podía ser todo si no que Stiles me pidió que llegara un día antes de que empezaran las clases a beacon hills porque teníamos que ir al escriba de ultimo año, me di cuenta por su tono de voz que esto es bastante importante para él, por eso no quería fallarle pero con el hecho de haberse retrasado el vuelo de regreso por alerta de tormenta, que ahora este atrapada en el trafico y que mas encima, no había nada de señal que supongo que es gracias a la tormenta que estaba por llegar. Por lo tanto no podía llamar a nadie.
- ¡Emy metete al auto por favor!- repite nuevamente martha esta vez sacando la cabeza por la ventana
Suelto un suspiro antes de saltar del techo del auto, y aterrice firmemente en el suelo. Me enderecé e iba a entrar al auto de nuevo cuando un olor algo extraño me llama la atención haciéndome mirar hacia el frente. Frunzo el ceño al ver a un chico de mas o menos mi edad con el teléfono en su mano parado junto a una camioneta, igual como muchas personas lo estaban haciendo.
El chico al parecer notó mi mirada ya que se dio media vuelta encontrándose con mi mirada. Agudice mi olfato directamente hacia él, pero el mismo olor extraño que había percibido hace unos segundos había desaparecido. Jamás había sentido un olor así antes, y era extraño.
Tenía los ojos claros, estaba en forma y tenía el rostro algo aniñado dándole un toque tierno. Era como esos chicos que parecen ser dulces y tiernos pero a la vez sexys.
Emily pareces tonta, aparta la mirada!
No me di cuenta que me había quedado muy centrada en él, hasta que me sonrió y alzó su teléfono.
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