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También me gusta cuando no hablas y cuando cantas en voz baja tus coros mientras metes tu cabello entre tus dedos
—Ya hemos llegado. —Alcé la cabeza y miré por la ventana. Se trataba de una enorme mansión en la cual vivían Joy y sus padres.
Sonrió ante el recuerdo de Joy. Una niña de once años, tímida por lo que no tiene muchos amigos, creo que soy la única con la que habla. Nuestros padres son socios por lo que pensaron que al tener hijas de la misma edad nos llevaríamos bien.
He vivido muchas vidas y recuerdo cada una de ellas. Desde finales de la Dinastía Joseon hasta el presente. He llegado de ser hija de reyes pero también he sido de familia pobre. He vivido tantas vidas que en algún momento dejé de llevar la cuenta. No sé por que me ocurre esto ni se si hay alguien más que le pase lo mismo.
Mi apariencia siempre cambia, he tenido muchos nombres y he vivido a través del tiempo, he conocido a tantas personas, he vivido lo malo y lo bueno. Resulta cansado y triste tener que vivir una vida tras otra, siempre recordado lo que he hecho en las anteriores. A veces deseo que esta sea mi última vida, que todo se acabe.
Mi madre se fue junto a los padres de Joy, a mi me dijeron donde se encontraba la menor por lo que me dirigí hacia el salón.
Se encontraba muy concentrada dibujando mientras tarareaba una canción.
—Hola, Joy. —ella alzó tan rápido la cabeza que le dio un tirón en el cuello. Empezó a quejarse. —Te he dicho que tienes que tener más cuidado. —me acerqué y puse mi mano en la zona afectada de su cuello para dar un pequeño masaje y así aliviar un poco el dolor.
Ella me miraba sin decir nada, siempre ha sido una niña de pocas palabras.
de todos modos contigo
—¿Qué dibujabas? —Llevé mi mirada al folio pero ella rápidamente lo tapó con su cuerpo. —¿Porqué no puedo verlo? ¿Qué es? —Mi curiosidad aumentó. Ella negó varias veces con la cabeza.
—No está acabado. —Murmuró. Joy era muy obstinada y si no quería que viera el dibujo no conseguiría verlo.
—Está bien, no lo veré. —Su cuerpo se relajó pero siguió escondiendo el dibujo.
—Ahora vuelvo. —Agarró el papel y se fue rápido del salón, la acción hizo que soltara una pequeña risa.
