"Enamorando a un mafioso" {Trilogía: Corazones malheridos} Libro I

Sentir

Capítulo XLI

Podría decir que la noche fue una completa locura, que sentí todo mi cuerpo caer agotado a la cama, ¿Cuál cama? No lo sé. Pero el resplandor que atraviesa los ventanales tiene ese fetiche de despertarme tan temprano.
Con mi cuerpo enredado entre las sábanas y atravesado en la cama sobre el de Logan, me levanto cubriéndome. Me quedo sentada unos segundos a su lado procesando todo lo ocurrido el día de ayer.

La verdad es que espero estar haciendo lo correcto en confiar en este hombre, siento que lo conozco de toda la vida y a la vez es un completo desconocido.

Me decido a levantarme, camino hasta el baño de su habitación, ¿Cómo llegamos aquí?. Me quedo unos segundos frente al espejo y veo las pequeñas marcas que dejó por todo mi cuerpo, principalmente mis pechos.

¿Acaso este hombre me cree un animal?

Cepillo mis dientes y me ducho, salgo de ahí y lo veo sentado mirándome fijamente con una sonrisa reconfortante.

— ¿Qué? —pregunto sonriendo cuando veo que no dice nada

— Serás solo mía —se levanta y noto que está desnudo con un pequeño inconveniente entre sus piernas.

— No sé si estoy haciendo lo correcto en querer comprenderte Logan. —lo miro desde abajo, su gran figura ya no me intimida y menos cuando he tenido su cuerpo excitado sobre mí.

— Yo tampoco sé si deba mostrarte quién soy, creo que saldrías corriendo —me abraza— La doctora tenía razón en muchas cosas —susurra y me alejo un poco para observarlo

— No eres como ella te describía, tu no... —me interrumpe

— Me has visto amarrarse a una cama, follarte hasta que me pidas que me detenga como anoche, pegarte en las nalgas que aunque sé que eso puede gustarte, provoca en mí otros instintos que a veces son incontrolables. No quiero perder el control contigo Ángela —acaricia mi cabello

— Yo... quiero ser una buena esposa para ti, quiero ayudarte —besa suavemente mis labios

— Me has ayudado desde hace mucho pequeña, eres la mujer que todos quiciera y eres solo mía, eso es suficiente —besa mi frente

— Te Amo —susurro

— Yo más, ahora desayunemos —deja un corto beso para entrar luego al baño.

Una semanas después...

— Niña Ángela, tiene visita —dice nana desde afuera de mi habitación y le agradezco.

Salgo rápido creyendo que es Logan que ya ha llegado de ese viaje. Pero al llegar al salón solo recibo una no muy grata sorpresa. La arpía y la mentirosa han decidido venir a arruinar mi felicidad dos días antes de mi boda.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? —pregunto sería y me cruzo de brazos

— ¿Podemos hablar unos minutos por favor? —habla Bab... Elizabeth

— No tengo tanto tiempo —si, soy un poco dura pero considero que lo merecen

— Ángela solo queremos arreglar las cosas —habla Claudia

— ¿Arreglar las cosas?, ¿Ya sabes quiénes ella? —asiente lentamente

— Y se también que pasó por muchas cosas peores que las que viviste tu en pocos días, deberías darle una oportunidad de contarte su historia y a mi de disculparme por dejarme llevar por la lujuria —la miro mal— Después de escucharnos si quieres puedes echarnos de aquí y no regresaremos, pero mientras no lo hagas no nos moveremos.