capítulo 40

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Celos incontrolables.

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Samantha:

Mantengo mis ojos sobre el reloj colgado en la pared, el cual marca las dos de la madrugada. La inquietud no ha abandonado mi cuerpo, y presiento que no lo hará hasta ver cruzar esa puerta a Eithan.

Creí que, al cabo de unas horas, sería suficiente tiempo para que regresé a la cabaña. Y de buen o mal humor, podríamos tener una charla sobre lo que escuchó. Pero él no ha vuelto, y eso me pone los pelos de punta.

No contesta mis mensajes, y deja pasar mis llamadas. Debería simplemente acostarme a dormir, dejar que monte todo su show y mañana a primera hora conversar de verdad. Pero se me hará imposible descansar un poco, hasta que él me pueda oír.

Mi lucha interna dura segundos, en lo me decido y busco una chaqueta para el frío antes de salir. Se me hace ridículo que deba perseguirlo por toda la aldea, pero no puedo decir nada al respecto. Seguramente mi reaccionar hubiera sido igual.

Estas cosas no pasarían, si tuviéramos claro lo que somos y a dónde vamos. Yo sé muy bien qué tipo de relación tenemos, pero hasta que la Luna no le revele a quien está destinado, él seguirá teniendo dudas. Y yo no puedo decirle nada.

Esa es la verdadera mierda de esto.

La lista de lugares en donde podría encontrarse es escasa, teniendo en cuenta que Eithan detesta salir de la aldea. Sospecho que sigue aquí, escondido en algún lugar. Sé que no es con Naisha, tampoco con Oliver. Hablé con ambos y me dijeron que no lo vieron en horas.

Posiblemente haya ido al lago, es lo más seguro viniendo de él. Por lo que no doy muchas vueltas, y salgo directo a buscarlo. Las noches en la aldea suelen ser poco tranquilas, por lo general hay mucho movimiento hasta tarde. Sin embargo, hoy veo todo muy silencioso.

De camino, me cruzo con Tarek que viene avanzado hacia mí. Me sonríe y me alegra saber que no hay rencores por el mal momento que le hice pasar, el día que me encontré con Daren.

—Buenas noches, señorita. — saluda con un tono dramático y divertido.

—Buenas noches. Veo que eres el único todavía despierto. — me detengo frente a él.

—Iba de camino a la cabaña de Roger. ¿Tú?

—Se me perdió un idiota gruñón. — él se ríe al comprender de quien me refería — ¿No lo has visto por casualidad?

—Seguramente se encuentre con Roger.

—¿Y eso?

—Hay una reunión en su cabaña. Están todos invitados.

Ahora comprendo porque hay tanto silencio aquí afuera.

—Entonces te acompaño.

—De acuerdo. Vamos.

En lo que nos dirigimos a la cabaña, Tarek me comentó que este tipo de reuniones es muy común. En especial para los que tiene cargos importantes, como Eithan, Roger, Tarek y demás. Se relajan un poco, disfrutan de un ambiente amistoso.

Los humanos lo llaman fiesta y lo usan para beber y ligar.

No estaba al tanto de esto, pero no me sorprendió ya que venía días escondiéndome entre cuatro paredes. Hacía bastante que no salía para socializar con los demás. No esperaba que sea de esta manera, pero Eithan siempre me empuja a los extremos que no quiero.

El secreto de la Luna (COMPLETA)Where stories live. Discover now