55

3.8K 386 185
                                    

L E N A

Respiré hondo y exhalé con calma, me sentía liviana, como si hubiese dormido por mucho tiempo; abrí mis ojos lentamente, lo primero que ví fue un techo blanco, pero que yo recuerde el de mi habitación es azul.

Me incorporé lentamente sobre la cama, esta rechino por mis movimientos, entonces me di cuenta de que no estaba en casa, seguía en el hospital. Pero eso no podía ser posible, yo recuerdo que me había ido de aquí y Jungkook...

La puerta se abrió justo cuando estaba apunto de enloquecer, no entendía nada. Mis ojos captaron a mis amigos entrando a la habitación, todos sonrieron al verme, pero yo no entendía que estaba pasando, yo viví otra cosa.

—Por fin despertaste— celebró Irene.

—Por un momento creímos que te quedarías dormida para siempre— comentó Jimin. Todos se acercaron a la cama, yo los veía raro y ellos a mí —¿Qué pasa pitufina?.

—Esto no puede ser real— balbuceo.

—¿Qué te ocurre?— preguntó Junhui.

—Jungkook— los miré a todos —Él murió.

Los primeros segundos después de haber dicho aquello, fue silencio puro, pero luego de a uno fueron riendose en mi cara, como si lo que dije fuera algo loco para ellos.

—¿De qué se ríen?.

—Mi hermano no está muerto, Lena— declaró Sunye —Despertó hace unos días y ya está en una habitación normal— rió —La que en verdad parecía muerta eres tú.

—¿Yo?— fruncí el ceño.

—Una enfermera se pasó al ponerte un sedante para que pudieras dormir, llevas tres días dormida— me informa Hoshi —Era una novata que recién estaba comenzando.

—Pero...pero— comencé a divagar —Yo...¿Entonces todo fue un sueño?.

—Parece que si— contesto Yoongi y todos los demás coincidieron.

Por eso me sentía tan liviana, dormí setenta y dos horas, ¡tres malditos días!. Tres días que en mi sueño fueron una eternidad.

—¿Dijeron que Jungkook está vivo?— asintieron —Quiero verlo.

—Vamos, él también quiere verte.

Me levanté de la cama y milagrosamente ya no me dolía nada como antes. Los chicos me acompañaron hasta una cierta parte del tramo, al parecer el orangután no estaba tan lejos de mí, su habitación quedaba a tres de la mía.

¿Y si esto era otra pesadilla?.

Mis manos tomaron la perilla y con lentitud la giré, la puerta se abrió, ahí estaba él, sentado en la cama, con un control remoto en las manos, se oía la voz de la tele, estaba tan distraído que no se daba cuenta de que yo estaba ahí. Mis ojos no tardaron en ponerse llorosos, estaba vestido como en mi sueño cuando entro a mi cuarto y se despidió de mí.

—Orangután— mi voz salió bajita y con algo de temor, pero no fue un impedimento para que él me oyera.

Lentamente sus ojos se posaron en mí, sus ojos brillaron, sus labios se estiraron en una bonita sonrisa llena de ternura; mis piernas se movían por si solas, corrieron hasta él y al tenerlo de frente no me pude resistir para abrazarlo. Era real, era él y no era un sueño.

—¡Estás vivo! ¡Estás vivo! ¡Estás vivo!— repetí una y otra vez. Pude oír su risa burlona y escandalosa.

—Yo también te extrañé— depositó un beso en mi cuello que al instante logró erizar mi piel.

—Creí que habías muerto.

—Hace años te dije que quería una vida a tu lado y no pensaba irme hasta cumplir eso— sentí como aspiró mi aroma —Te quiero demasiado mi ratita.

—Yo también te quiero, orangután.

—¿En serio eso acaba de salir de tu boca?.

—Déjame en paz— volvió a reírse.

—Tal vez le pida al doctor que te pongan más sedante, creo que eso te hizo más cariñosa— me separé y lo miré mal —Es mentira.

—Eres un idiota.

—Y te gusto demasiado— me guiñó. Mis ojos viajaron a la mesita que había junto a su cama, ahí estaba mi libro, el que escribí para él y que no llegué a publicar —Lo encontré ayer que pude ir a verte— mis ojos se centraron de nuevo en él —Perdón por no haberte dado la confianza que te merecías, fui un idiota al pensar que me cambiarías por otro chico. La verdad es que sentía miedo de que llegara otro que pudiera darte el tiempo y la atención que yo no te daba.

—Yo también cometí errores— acepté —Siempre te he tratado de formas horribles y es por eso que tú te sentías inseguro. Lo siento.

—Los momentos pueden borrarse y escribir otros nuevos y mejores— recordó. Esa frase me remontaba a la noche en que me entregué por primera vez a él, la mejor noche de mi vida —Podemos mejorar todo lo malo.

—Odio cuando tienes razón— admití y lo hice reír.

Sus manos viajaron a mis mejillas, acarició la piel de estas con las yemas de sus dedos, me sentía en el mismo paraíso, volviendo a volar. Mis ojos estaban cerrados, solo podía sentir, su respiración se mezclaba con la mía, estaba cerca, sentí sus labios en contacto con mi rostro, estaba dejando pequeños besos por todos lados, yo solo podía sonreír.

Sus labios solo rozaban los míos, me estaba tentando, solo que él cayó en su propio juego, terminó uniendo ambas bocas en un beso suave, pero con ternura, sentía un hormigueo raro que se desplazaba por todo mi cuerpo, se sentía como si fuera nuestro primer beso y él no quisiese sobrepasar los límites. Me aferré a su nuca, ambos subimos la intensidad de la situación, después de haber sufrido por pensar que murió, solo quiero disfrutar de esto.

Me robó un jadeo al apretar mis nalgas, ya podía sentir algo duro debajo mío, no pude evitar sonreír en medio del beso, estaba caliente con tan poco. Mordió mi labio inferior y nos separamos.

—Soy tuyo, ratita.

—Hace años te advertir que serías mío Jeon Jungkook— sonreí.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Autora:

Perdón por haberl@s hecho sufrir👉👈 pero es que me encanta el drama y sentí que esto necesitaba algo potente.
Además también quería darle una lección a Lena, ya vieron que ella se dio cuenta de que el orangután se fue sin oírla decirle lo que sentía ella por él.

En fin, esperen lo inesperado...

𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐍𝐄𝐑𝐃 #2 | 𝐉𝐉𝐊 Where stories live. Discover now