Capítulo 17

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—Mira Aiko-Chan, este se ve tan apetecible—asentí ante la sugerencia de Yumi—

Esta era otra de las muchas salidas que tenía con la chica de cabello violeta, la cuál se había convertido en mi persona incondicional. Con la única que salía, aunque a veces salía con los chicos.
Ya que Saiki, cada vez que le decía para salir se negaba y salía más con sus amigos de su academia.

Eso me hizo feliz, pero al mismo tiempo me entristeció llenándome de pensamientos negativos, que llegaban a la conclusión de que si Saiki se alejaba de mí eso sería un gran golpe. Y que ese psíquico de cabello rosa y lentes extraños era tan importante en mi vida, que aún no me acostumbraba a salir con Yumi o los demás sin acordarme de él cada vez que veía gelatinas de café, series de fantasías y poderes o simplemente cuando veía un algodón de azúcar.

—Oh Aiko-Chan ¿Ese no es tu mejor amigo?—al escucharla rápidamente gire la cabeza, ahí estaba. Pero no estaba solo—¿No quieres acercarte a saludarlo? Por mí no hay problema y te esperaría aquí mientras traen nuestra orden.

Quise decir que sí, pero al verlo con Nendo, Kaido y esa chica de cabello azul. Negué con una sonrisa.

—Esta bien, el también esta disfrutando con sus amigos, no quiero interrumpir—hice de menos mis emociones y cambie rápidamente de tema—

Me dolía el hecho de que Saiki se hubiera separado tan repentinamente de mí. Pero no podía depender siempre de él, él era mi amigo, más no mi pareja o mi mamá como para tenerme como su prioridad.

Esa tarde la disfrute con Yumi mientras aprovechamos en hacer tareas y adelantarnos un poco. Al momento de irnos, le dije a mi amiga que me esperara y me apresure al recibidor a comprar dos gelatinas de café de edición ilimitada.

—Gracias—sonreí recibiendo el pedido—al menos se las dejaré en casa.

Cuando quise girar para ir con Yumi tropecé con alguien, no tarde en disculparme.

—No pasa nada, oh, pero si es Belle-San—al escuchar la voz del profesor levanté la mirada e hice una rápida reverencia—No te preocupes, veo que tenias prisa. Sigue

—Gracias Mazaki-sensei—me incline una vez más y me marché—

Estaba viendo si podría al menos hablar cinco minutos con mi mejor amigo.

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—Lo siento mucho Aiko-Chan, pero Kuu-chan aún no ha llegado—sonreí—

—Esta bien, no es nada importante por lo que quería verlo de paso. ¿Podría darle estas gelatinas por mí? Se las quería venir a dejar, pero tengo que marcharme a casa.

—Quédate a cenar querida, también podrías quedarte a dormir. Sabes que esta es tu casa también—negué—

—Hoy regresa mi mamá y se quedará en casa, así que me gustaría pasar tiempo juntas—mentí y salí de casa de los Saiki para ir a la mía—

Al llegar solo pude ver la oscuridad en ella, trage saliva ante lo solitario que esto se sentía. No había notado lo sola que estaba hasta que Kusuo dejó de hablarme y deje de pasar en su casa.

Agarre mi teléfono y le mande un mensaje a mi madre.

"¿Hoy si vendrás a casa? Me gustaría platicar y pedirte un consejo"

Después de diez, treinta minutos no recibir ni siquiera el visto. Mi corazón comenzó a doler y solo pude ir a mi habitación y acostarme en mi casa.

—¿Hice algo malo? ¿Por qué me dejó de hablar tan de repente?—me preguntaba mientras veía una de las tantas fotos de Kusuo en mi teléfono—tal vez estoy mal en depender de Kusuo o hice algo que lo incómodo. Lo mejor sería darle su espacio, así no lo molestaría.

Algodón de Azúcar//✨Saiki Kusuo✨(Oc)Where stories live. Discover now