Mis One-shots de Mystic Messenger

Doble cumpleaños

Segundo one-shot especial que le dedico a sus cumpleaños, el año pasado fue el de Gymkana. ¡Felicidades, Saeyoung y Saeran!

—¡Cumpleaños feliz, cumpleaños...!

Todos nos están cantando. Incluso MC, a quien no le gusta mucho cantar en público ha sido la que ha empezado y la que con más entusiasmo lo está haciendo. La tarta del centro de la mesa tiene dos pisos, cada uno con el par de velas que indica nuestra nueva edad. El de abajo simula un campo de flores, la favorita de mi hermano sobresaliendo del centro. El de arriba se parece al universo, con tantas estrellas como él, un cohete espacial en su centro. En realidad es tarta helada, por lo que tendremos que comerla rápido después de soplar las velas para que el calor de la tarde de junio no la derrita.

—¡...Os deseamos, Saeyoung y Saeran...!

Lo más seguro es que tenga una sonrisa tonta en la cara, pero es un gesto que no he podido evitar hacer cuando han empezado. Al mirar de reojo a mi hermano, sentado a mi derecha, le veo un poco avergonzado, el color de su cara no se debe precisamente al calor, pero tiene una pequeña sonrisa. Saeran también está muy feliz de poder celebrar otro cumpleaños juntos organizado por nuestros amigos, por la RFA y Vanderwood.

—¡... Cumpleaños feliz!

Me levanto hacia la zona de mi parte de la tarta a la vez que él se inclina sobre la suya. De pequeños ni siquiera podíamos celebrar nuestro cumpleaños. Apagamos las velas entre aplausos y gritos de alegría. No teníamos nadie que se alegrara por nosotros ni tarta que disfrutar.

***

—Saeyoung.

Levanté la cabeza del libro que estaba estudiando al escuchar una voz conocida. Rika se acercó a mí y dejó una extraña caja de cartón sobre la mesa. La miré con curiosidad, nunca antes había visto algo así y no podía adivinar lo que contenía, aunque parecía ser algo bueno por la sonrisa que ella me dedicó.

—Menos mal que he llegado a tiempo, todavía no te has ido.

—Tengo que regresar en siete minutos. Saeran está solo en casa y no quiero que vuelva mi madre antes.

—Lo sé, no te entretendré mucho.

Cerré el libro, parecía que ya no podría estudiar más ese día, y la miré. Rika tomó la caja, dejándola cerca de mí.

—Es un regalo que os doy por vuestro cumpleaños.

Miré nervioso la caja antes de volver la vista a ella. Sabía que era nuestro cumpleaños porque se lo había dicho meses atrás, cuando me preguntó, y esa misma tarde al llegar a la iglesia me había felicitado. Pensaba que no nos merecíamos un regalo, no quería que Rika gastara dinero en nosotros para darnos algo, bastante agradecido estaba ya con que se hubiera ofrecido a enseñarme y me diera algo de comida para llevarme de vez en cuando.

—No sé si...

—No digas nada y abre la caja.

Dudé durante unos segundos antes de ponerme en pie para poder hacerlo. Observé la forma antes de separar las piezas sin problemas. Me asomé, abriendo mucho los ojos cuando vi lo que había dentro. Era un trozo triangular de tarta, varias capas de bizcocho intercaladas con otras de nata, y sobre la superficie blanca dos fresas. El olor dulce llegó hasta mí, recordándome que apenas había comido ese día. Era la primera vez que tenía una tarta frente a mí, su aspecto casi me pareció hasta irreal por lo bonito que era.

—¿Te gusta?

Asentí con la cabeza sin poder apartar los ojos.

—Es mi regalo, llévatelo a casa y compártelo con tu hermano, seguro que le hará muy feliz.