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Si esta en negritas está en alemán, gracias

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Otro día donde busco trabajo, otro día en donde volvió con las manos vacías, se había cansado ya de caminar, ir a cuanto lugar se le ocurriera a ver si conseguía algo, pero en cuanto abría la boca y su acento se hacía notable ya le decían que no,  "Por el momento no buscamos gente" "Dimos el puesto está mañana", algunos eran sinceros o al menos menos rudos en sus negativas, otros.... No tanto.... "No estamos interesados en contratar alemanes, no queremos problemas" "Lo siento, pero alemanes no" "No empleó nazis" algunos se dieron el tiempo de decirle que era por una cuestión de que no hablaba bien el idioma, y con eso no se sintió tan mal a fin de cuentas era entendible, igual no se veía en el derecho de quejarse o reclamar algo en lo que a ese lugar se refería 

Volvió a buscar a sus hijos a la guardería bastante mas temprano que otros días, quedándose petrificada al ver al pequeño cubierto en sangre y llorando, corrió aterrada hacia su hijo que ni bien la vio se largo a llorar con más fuerza como si solo con su madre se viera seguro de llorar a mares 

-- ¿Q pasó? ¿Cómo te lastimaste?  -- le preguntó sacando el pañuelo cubierto de sangre viendo como un gran moretón se empezaba a ver en su nariz, la niña miraba a su hermano llorar y las maestras no decían nada --  Alexander dime... -- le exigió pero el pequeño sólo decía palabras incompletas por el llanto y la sangre que lo abogaban

-- La maestra le pegó con la regla   -- acusó la pequeña mirando a su madre que volteo a verla, la pequeña señaló a una de las maestras que permanecía mirando la escena, la pelirroja volvió a ver a sus niños y le dio un pañuelo limpio al niño que seguía llorando  -- Nos dijo cosas feas... -- dijo la niña con los ojitos llorosos, la alemana que aún buscaba conservar la compostura se paró y se acercó a la maestra con calma

-- ¿Qué pasó? -- le preguntó a la mujer castaña con tranquilidad, la maestra sólo señaló al pequeño con la mirada aun cruzándose de brazos con ese aire a superioridad que a la alemana hacia perder la poca paciencia que aun conservaba ante la situación

-- Se cayó del columpio  -- respondió, la alemana asintió, no le creyó, sus hijos no metían, ella sabía cómo los había educado, camino hasta las cunas y tomó a la bebé y volvió por los gemelos

-- Vieja bruja mentirosa. Ojala se le pudran las manos y no vuelva a tocar a un niño. -- le dijo con calma y una sonrisa dulce, yéndose con sus pequeños, colocó a la bebé en el cochecito y le pidió a la niña que la ayudase a llevarlo mientras ella llevaba en brazos al pequeño que no dejaba de llorar todo el camino hacia el hospital

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Con Jolef...

Entro a su consultorio con la misma paciencia y elegancia de siempre, dando una profunda respiración sintiendo el olor de los medicamentos y metal, sus vacaciones habían terminado y aunque no lo necesitará al dinero que ganaba, su mente debía estar ocupada en algo o se iba a volver loca, mas teniendo que pasar otro día mas cerca de su marido y sus fuertes insistencia de que quería un hijo a como diera lugar, honestamente preferiría que tuviera una amante antes de tener que pasar mas tiempo con él 

Entre cada persona que entraba y con la cual entablaba una pequeña conversación, dentro del consultorio parecía otra persona completamente distinta a esa mujer fría y algo tosca de mirada y semblante imponente, sobre todo sabía hacerlo con las personas mayores, tener esa pequeña sonrisa genuina y amable mientras los atendía y escuchaba lo que le contaban

Abrió la puerta dejando pasar al hombre de unos ochenta y tantos que se despidió con un beso en la mejilla de la azabache, su mirada se fijó en la pelirroja que venía con el niño en brazos, ya que este lloraba llamando la atención. Se acercó rápido a socorrer, la pelirroja tenía los ojos cristalizados al no saber como calmar al niño y ver que la sangre no tenia muchas intenciones de detenerse 

-- Démelo, lo voy a revisar... -- le dijo con calma, el niño se aferró más a su madre y está se negó a dárselo a la argentina, miro rápido a la niña que venía detrás de su madre empujando el cochecito con la bebé que increíblemente sólo miraba en silencio, como si supiera que su madre no podía atenderla si lloraba  -- Esta bien, está bien, pasen... -- les indicó que pasarán al consultorio, y así lo hicieron  -- ¿Qué pasó?  -- pregunto tomando con cuidado el pañuelo cubierto de sangre y viendo el corte en la nariz amoretonada del pequeño de ojos ámbar al cual se le caían las lágrimas

--  Lo recogí de la escuela así... -- dijo la alemana viendo como el pequeño se resistía a ser tocado, y dándole un manotazo a la azabache cuando quiso tocarle la cara, quedando paralizada  -- Alexander, eso no se hace. -- lo retó, la azabache sólo se alejó un poco y con paciencia volvió con un algodón y jodo para desinfectar la herida

-- ¿Hablan español los nenes? -- le preguntó la argentina buscando unas cosas en los cajones de su consultorio

-- No señora, aún no... -- le respondió la pelirroja, la argentina asintió y pasando al lado de la niña sacó de su bolsillo unos caramelos y se los dio, la nena sonrió, volvió a quedar en frente de madre e hijo 

-- No te haré nada, mira, esto es para curar tu nariz, dame la mano... -- le dijo al niño y colocó un poco de jodo en un algodón, el niño extendió la mano y la argentina le dio pequeños toquecitos sobre el dorso  -- ¿ves? No duele, ¿Te dolió? -- le preguntó, el niño negó con la cabeza -- ¿Me dejas limpiar tu nariz?  -- el pequeño negó con la cabeza  -- Te voy a dar algo para que te deje de doler, pero quiero que cierres los ojitos con mucha fuerza y te quedes quieto muy muy quieto como una estatua ¿Si? -- le dijo con calma, el pequeño negó con la cabeza  -- ¿Quieres que se te lastime más la nariz? -- le preguntó a lo que el niño volvió a negar  -- ¿Me vas a dejar curarte? Así podes ir a jugar con tus hermanitos.... Si te curo la nariz te vas a sentir mejor, ¿No te quieres sentir mejor?  -- el pequeño pareció pensarlo y miro a su madre, y luego a la azabache y asintió

Cerró los ojos con fuerza y la argentina puso un poco de anestesia en una jeringa y le indicó a la pelirroja en silencio que le agarrase las manos al niño y le inyectó el anestésico haciendo que el niño llorara un poco y abriera los ojos, dejando ver en eso a ojos ámbar un poco de enfado entre esas pesadas lágrimas, esperó unos segundos a que hiciera efecto la anestesia y así lo curo con cuidado y rapidez, aun siendo mirada por el pequeño que se sentía traicionado de la peor manera posible por la argentina 

-- Bueno, ya está  -- dijo acomodando por último la cinta que sostenía las gasas que le tapaban la herida -- En la noche cambia los vendajes con cuidado de no tirar los hilos, que no se ensucie la herida y si le duele mucho dele estas pastillas, si no sangra o ve que se pone mal la herida, deben en una semana para control  -- le dijo mientras escribía las indicaciones en español con letra clara, dándole el papel a la pelirroja que miro el papel sin entender una sola palabra de lo que decía -- ¿Se lo escribo en alemán?  -- pregunto tranquila y la alemana con pena asintió, la azabache sonrió y volvió a escribir las instrucciones en alemán y le dio el papel

-- Muchas gracias... -- le dijo con una pequeña sonrisa contenta con tan lindo gesto por parte de la azabache 

-- No, por favor.... -- le respondió, acompañó a madre e hijos hacía la salida del consultorio, el niño iba caminando de la mano de su hermana que lo miraba curiosa y le ofrecía uno de los dulces, la alemana llevaba el cochecito, una rara sensación le daban, una extrañamente cálida y linda, como si le gustara poder formar parte de esa escena tan linda 











Holas

Bueno no se

Voten plis

Vaiiiiii 

Las rosas de tu jardín (Yuri)Where stories live. Discover now