𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝑭𝑶𝑼𝑹───𝑮𝑶𝑶𝑫𝑩𝒀𝑬, 𝑺𝑰𝑺𝑻𝑬𝑹

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—¿Irás a la fiesta de la victoria, Chrissy? Tu novio de seguro estará presumiendo su "gran hazaña". Aunque el que anotó fue ese chico...¿Luke? No...¿Lucas? Si, era Lucas.—Amelie y Chrissy iban agarradas de los brazos como dos señoras mayores. Caminaban por el estacionamiento hacia el auto de Amelie.

—¿Estas emocionada por mañana?—preguntó Chrissy sonriéndole a su amiga.

—¡Claro que si! No todos los días te vas de vacaciones con tu mejor amiga. Mi equipaje literalmente ya esta en el auto—respondió con leves risas.

—Mi equipaje esta en la puerta de casa. No puedo esperar para pasar el mejor receso de primavera con mi mejor amiga.—Chrissy, abrazó fuertemente a Amelie, y su abrazo fue correspondido.

—¿Quieres que te lleve a tu casa, Chris?—preguntó la francesa al llegar a su auto.
Un bello Jeep CJ-7 Laredo color crema y último modelo.

—No...yo...tengo cosas que hacer. Jason va a llevarme a casa primero y luego iremos a la fiesta. Regresaré temprano así no tengo sueño durante el viaje. Debo irme, te quiero—Chrissy se alejó a paso rápido de su amiga. Dejándola con la intriga.

De igual forma, Amelie decidió no entrometerse entre Jason y Chrissy. El novio de su amiga y ella no se llevaban para nada bien. El no la quería, y el sentimiento era mutuo.

A la mañana siguiente...

La bocina sonaba fuera de la casa de Chrissy, allí su mejor amiga la esperaba para irse a sus tan esperadas vacaciones.

Sin embargo, Amelie, no fue la única en llegar a la casa de la familia Cunningham, pues dos patrullas de policía estacionaron justo delante de ella. Dos oficiales bajaron de una patrulla mientras que la otra estaba inmóvil, uno de estos se dirigió hasta el porche y el otro oficial se dirigió hacia Amelie.

—Señorita, debo pedirle que por favor abandone el lugar-ordenó el oficial junto a la ventanilla.

—Oficial, debo esperar a mi amiga, ella vive aquí. Su nombre es Chrissy Cunningham, cuando ella salga nos iremos y no molestaremos, lo prometo—intentó convencer la rubia al oficial.

—Señorita, ¿De casualidad su amiga es porrista?—inquirió el oficial.

A este punto, el corazón de Amelie comenzó a latir con fuerza. No sabía que sucedía con su amiga y eso comenzaba a asustarla, no, comenzaba a aterrorizarla, había estado casi diez minutos esperando afuera de la casa de Chrissy, y ella jamás salió.

—Si, oficial. Ella y yo somos porristas ¿Sucedió algo malo con ella? ¿Esta bien?

—¿Para que vino aquí, señorita...—el oficial, evadió sus preguntas con otras, irónico.

—Rousseau, Amelie Rousseau—el policía sacó una libreta de su bolsillo y comenzó a anotar el nombre de la adolescente—Vine aquí por Chrissy, se suponía que íbamos a...—Amelie lo pensó un momento; ¿Sería seguro decirle a la policía a donde iban? Incluso cuando todo era legal—íbamos a pasar todas las vacaciones en mi casa—técnicamente era verdad. Pues los padres de Chrissy jamás la habrían dejado ir sola a una cabaña alejada de Hawkins, así que, Amelie y Chrissy les dijeron que pasarían las vacaciones en la casa de Amelie.

—Muy bien. Señorita Rousseau, ¿Tenía Chrissy algún novio, amante, o algo similar?—siguió interrogando el oficial.

¿Tenía? ¿A que se refirió con "tenía"? El corazón de Amelie comenzó a latir aún mas rápido, antes de poder siquiera pensar en alguna respuesta, un fuerte grito de dolor resonó en el hogar de los Cunningham, Amelie reconoció esa voz, era la madre de Chrissy.

—¿Qué es todo esto oficial? ¡¿Qué pasó con Chrissy?!—preguntó Amelie aterrorizada.

—Me temo que no puedo contestarle eso, señorita—Al obtener esa respuesta, la rubia abrió fuertemente la puerta de su auto empujando al oficial lejos, corrió rápidamente hacia la casa y sin esperar invitación alguna, entró, llamando la atención de todo el mundo.

La escena que sus ojos apreciaron sin duda jamás la olvidaría, la perseguiría de por vida. La madre de Chrissy era abrazada por su esposo mientras ambos lloraban desconsoladamente en el suelo. Lagrimas empezaron a caer por sus ojos imaginándose lo peor. La mujer mayor notó su presencia, se levantó como pudo, aún con lagrimas cayendo sin parar de sus ojos, se acercó a Amelie y la envolvió en un fuerte abrazo, un abrazo lleno de tristeza y conmoción.

Eloise, la madre de su mejor amiga, se separó de ella y comenzó a acariciarle las mejillas mientras la miraba a los ojos y lloraba.

—Eloise...¿Dónde esta Chrissy?...—susurró con un hilo de voz, sus lagrimas caían sin cesar, miraba los ojos de la adulta esperando una respuesta, sin embargo, a esta se le dificultaba tan solo formar una palabra, se tomó un momento, respiró profundo tratando de calmar su interminable llanto, hasta que por fin, lo peor se asomó.

—Oh, mi niña—Eloise volvió a acariciar las mejillas de la francesa—Ella se fue...Chrissy...se ha ido...lo lamento tanto mi niña. Ya no está...

Sus piernas fallaron, sus ojos vagaban hacia todos lados tratando de buscar a su amiga, imaginando que todo era una pésima broma. Con la respiración entrecortada por las lagrimas, Amelie cayó de rodillas, Eloise se arrodillo a su lado mientras acariciaba su cabeza tratando de calmarla, su llanto era casi tan doloroso como el de Eloise. En ese momento, su pie derecho golpeó algo, haciendo que callera al piso, al ver que era, la parte de ella que aún seguía en pie se desmoronó.

Maletas. Eran las maletas que Chrissy iba llevar al viaje. En ese momento, imágenes del día anterior pasaron por su cabeza...

Flashback

¿Estas emocionada por mañana?la sonrisa de Chrissy, definitivamente jamás podrá borrar esa carismática, gentil y honesta sonrisa de su cabeza.

—¡Claro que si! No todos los días te vas de vacaciones con tu mejor amiga. Mi equipaje literalmente ya esta en el auto—

—Mi equipaje esta en la puerta de casa. No puedo esperar para pasar el mejor receso de primavera con mi mejor amiga.

Fin del flashback

Y tal como lo había dicho el día anterior, sus maletas estaban colocadas a un lado de la puerta de su casa. No podía despegar su mirada de aquellas maletas. Al recordar ese momento, un desgarrador grito salió de su garganta. Impotencia, dolor, ira, nostalgia, no podía sentir mas cosas. "Debí haberla presionado para que vaya en el auto conmigo". "No debí dejarla ir sola".

Culpa.

Era la mejor descripción que podía tener su dolor en este momento.

Chrissy Cunningham había dejado un vacío en su alma, un vació que ni el mismísimo tiempo podía sanar. Ya nada sería lo mismo sin ella. Alguien no solo se había llevado la vida de Chrissy, sino también la felicidad de su mejor amiga y familia. Una parte de ella fue arrancada sin piedad ni remordimiento, esa parte era Chrissy. Su alma gemela, su hermana, su escape a la felicidad, su todo...

War of Hearts───Eddie MunsonWhere stories live. Discover now