Two Love Stories [Changlix]

XIX

Toda la historia será narrada por la escritora.

Terminó de empacar, se colocó su mejor ropa para presentarse en la empresa con todos los papeles necesarios, ya no dejaba salir a Noche y cuando lo hacía el gato no encontraba a Melón.

Salió del departamento directo a la empresa, al llegar lo pasaron rápidamente a la entrevista que salió perfecta, ambos hombres se llevaron bien al instante.

"Hace una semana me gradué, cuento con todo para poder formar parte de esta empresa, gracias por aceptar mi correo y enviarme uno confirmando", el hombre sonrió mirando a ChangBin, le recordaba a su hijo.

"Perfecto, entonces, bienvenido a este tu nuevo trabajo", levantó la mano para estrecharla con el pelinegro que no dudó en hacerlo. "Espero que todo sea de tu agrado", Seo sonrió, la puerta se abrió dejando ver a una secretaria. "Ella te hará un recorrido", ChangBin se levantó saludando cordialmente.

"Por aquí, por favor", caminó al frente seguido de ChangBin.

Felix ya había llamado a la mudanza aprovechando que notó la casa vacía del frente, una vez todo a fuera él se fue caminando con Melón y su correa. La casa que había comprado era hermosa y perfecta para ambos así que cuando llegó no pudo evitar ser feliz, ¡Lo había logrado! Por fin su casa.

Suspiró completo, bueno, casi. "Melón, tendremos que acomodar muchas cosas", miró al rededor. "Tengo que hacer limpieza primero, que bueno que no metieron nada aún", sonrió.

Comenzó a barrer y sacudir los muebles, abrió los gabinetes limpiando con un trapo restos de polvo y algunos animales muertos, después tomó el trapeador comenzando trapear. Su gatita estaba profundamente dormida en su cama, Felix ya la había instalado.

Subió las escaleras encontrándose con cuatro habitaciones y un baño dentro de cada una, recogió la fea alfombra del medio barriendo para después poner una blanca esponjosa. Entró a cada una de las habitaciones cambiando las sábanas y limpiando el armario de lo que sería su habitación.

Chan estaba nervioso, mucho pero también emocionado. "¿Cielo?", abrió la puerta de la habitación de SeungMin.

"¿Si?", dejó de leer su libro quitándose los lentes debido a que le daba demasiada vergüenza usarlos con alguien a un lado.

"¿Qué haces?", se sentó a su lado con una sonrisa que también puso feliz a SeungMin.

"Estaba leyendo ¿Y tú?", Chan le miró acercándose a acariciar su rostro teniendo a Kim con un gran sonrojo.

"¿Yo? Yo me di cuenta de que las cuatro semanas ya pasaron", SeungMin miró su calendario, Junio estaba terminando. "Y... Cómo lo prometí", sonrió. "Hoy te haré tan feliz", le tomó la mano.

"¿Saldremos? Tengo que pedir permiso entonces", se levantó poniéndose sus adorables pantuflas.

"No te preocupes", le miró desde donde estaba. "No va a ser necesario", sonrió siendo demasiado atractivo para Kim.

"¿Por qué?", le miró, Chan sonreía burlón. "¿Por qué, Chan?", se acercó.

"Les regalé un viaje de un día, vuelven mañana, y para cuando lo hagan nosotros ya tendremos que contarles", sonrió yendo a él para besar los labios del castaño.

MinHo no sabía que hacer, odiaba las matemáticas pero aquí está, discutiendo con su padre.

"¿Y por qué me hiciste caso?", pregunta exaltado.

"Porque sino no me pagarías las clases y no quería quedarme en casa escuchando cómo me presumes cuando en realidad son la burla", su padre le miró.

"Perdiste nueve años en una profesión que odias ¿Qué te sucede, MinHo?", gritó.

"Ya te dije porqué lo hice", miró a otro lado.

"Gastronomía no me molesta, ¿Ya viste a tu mamá? Es una excelente cocinera", el Lee menor le miró. "¿Por qué dudaste?", pregunta.

"Porque no eres alguien en el que confíe", admitió triste. "Además eres un contador ¿No debo seguir tus pasos?", su padre negó.

"No, no debes", sonrió un poco. "Tienes que hacer historia por ti mismo, no ser mi sombra", apoyó.

"Eso ya no importa", se levantó. "Seré un amargado contador", su mamá llegó con una sonrisa y un bonito vestido puesto.

"¿Estás así por qué no fuimos a tu graduación?", MinHo se volteó hacia el hombre.

"Créeme que no, estuve mucho mejor, si ustedes hubieran estado ahí yo me sentiría tan culpable de mentirles", salió de casa.

"¿No?"

"No"

"No te preocupes, amor, MinHo tiene miedo, ya sabes luego de terminar de estudiar te entran enormes preocupaciones cuestionando tu propio futuro, debe estar en esa etapa", se sentó a su lado.

"Debiste escuchar todo lo que dijo, él odia ser contador. Él quería gastronomía pero viéndonos supo que no tendría oportunidad", suspiró triste.

JiSung estaba en casa con JeongIn, ambos mirando una película con tranquilidad. Ninguno tenía nada nuevo.

"¿Sabes?", habló Yang comiendo palomitas.

"Hm"

"Te quedarían mejor esos jeans con un hoodie celeste agua, porque el cielo es muy claro", Han se miró.

"Pero no voy a salir", Yang negó yendo por un hoodie del color que dijo.

"Toma, ya les dije que tienen que ser bonitos en cualquier lugar", el timbre sonó, JeongIn fue a abrir. "¡Hola!", sonrió.

"Hola, JeongIn ¿Estás ocupado? Quise venir por ti para pasar el día juntos, ya sabes", JeongIn sonrió aún más.

"Claro, espera un momento por favor", corrió dentro.

"¿Quién es?", le miró confundido.

"HyunJin", respondió yendo de un lado a otro para buscar su bolso.

"¿Qué hace él aquí?", pregunta aún más confundido, se supone que hoy JeongIn no tenía planes.

"Vino por mí", pestañeo con una sonrisa tomando su bolso.

"Pero no ibas a salir", frunció el ceño con un puchero.

"Te dije que tenemos que vernos bien en cualquier momento, nunca se sabe", le guiñó divertido yendo al mayor que lo esperaba con una radiante sonrisa.

Han suspiró recargando su cuerpo en el sofá. "Bueno", comió palomitas observando la película. "No estoy nada triste, para nada", habló alto y nuevamente el timbre sonó. Perezoso se levantó encontrando a MinHo.

"¿Está JeongIn?"

"No, se acaba de ir con HyunJin a una cita"

"¿Cita?", sonrió con las manos en sus bolsillos.

"¿Si? ¿Por qué?"

"Venía a hablar con él, pero no está así que ya me voy"

"¡No!", gritó asustando al peliazul. "Digo, no te vayas, porque estoy viendo una película y estoy solo"

"¿Y?", sonrió divertido.

"Quiero que me acompañes", MinHo le miró con una ceja arriba. "Por favor", el peliazul se pasó a la casa.