Capítulo 3

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Elian muchacha que has hecho tu padre me ha llamado diez veces, y tus hermanos, y tus tíos—Preguntó la señora Walsh al revisar el historial de llamadas perdidas en su teléfono—¿Por qué dejaste el teléfono aquí abajo? Ahora tu padre nos matará, ¿Qué pudo haber sucedido para que llamara tanto? Apuesto que a ti también te han llamado— concluyó la elegante señora que a pesar de su avanzada edad no aparentaba ser mucho más mayor que la menor de sus hijos.

Elian, por su parte sacándose el traje entero que le habían obligado a vestir para subir en el globo aerostático, revisó su móvil, y al confirmar que efectivamente a ella también la habían llamado mucho, le dijo:

—Yo no fui la culpable mamá, tú sabes que nos dijeron que debíamos dejar el móvil en los casilleros, junto con nuestros otros efectos personales, para evitar que una distracción ocasioné un accidente. Y lo de este paseo fue tu idea, yo ni siquiera sabía mami que vendríamos, fue mi regalo adelantado por mi cumpleaños. Supongo que ellos olvidaron que les avisaste.

—Dijo la joven confirmando con el rubor de su madre que la última apreciación era infundada. Pero igual sonrió cuando su madre replicó:

—En realidad, tu padre estaba en una junta cuando vi el anuncio de este evento y se me ocurrió que te gustaría este regalo. Así que en resumen...no, no le pude a decir a nadie—terminó la señora sentándose en el sencillo banco del vestidor de la empresa que había realizado los paseos en globos aerostáticos, haciendo reír a la joven con su actitud.

—Entonces supongo que a estas alturas los Walsh, deben haber llamado hasta a la defensa civil —preguntó la chiquilla

— Mucho me temo, hija mía —respondió la señora.

Por lo que le preguntó la joven, al momento que se sentaba:

—Entonces, ¿estamos en graves problemas? Mamá

—Muy serios, querida, y se agravaran mientras no los llamemos así que llámalos.

La hermosa chiquilla mirando a su madre como si le hubiese crecido una tercer cabeza la contradijo asustada:

¿Yo? ¿Por qué si tú nos metiste en este problema?

¡¿Pero era tu regalo, querida?! —Protestó su madre en tono infantil, lo que hizo reír aún más a la chiquilla, la que negando con una cabezadita le dijo:

—Sí, pero a mí me matarán, a ti no mami.

—Sinceramente lo dudo —protestó la señora, aunque marcó el número de su hijo mayor; quien por cierto también la había llamado muchas veces. Confiando en Dios que este no la quisiera ahorcar vía telefónica por haber desaparecido.

Edrik, que se encontraba en ese momento contándoles a los oficiales los por menores del incidente, guardó silencio para ver que el número de la llamada entrante, y al comprobar que era el de su madre, con un rápido movimiento de manos hizo guardar silencio a todos para después decirles:

— Guarden silencio un momento por favor. Que es mamá...mamá ¿por qué no respondías? Te hemos llamado como locos... ¿dónde estás? ¿Sabes dónde está Elian? —preguntó Edrik a su madre. Y esta le respondió confundida

— Si me dejaras hablar te diría que Elian y yo hemos estado en una empresa que da paseo en globos aerostáticos, y nuestros teléfonos no estaban con nosotros por eso no vimos las llamadas perdidas.

—gracias a Dios, exclamó el joven exhalando el aire que ni quiera sabía que retenía, lo que su llevó a su madre a protestar:

—Pero, ¿qué carambas les pasa a todos, Edrik—Preguntó la señora, aunque el joven no pudo responderle porque su padre le quitó el teléfono para hablar con su esposa:

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⏰ Last updated: Jun 07, 2022 ⏰

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La Presa del cazador.Where stories live. Discover now