Esposo Joven [NamJin]

PRÓLOGO

En la actualidad el mundo es completamente diferente a siglos anteriores, un cambio radical surgió a inicios del siglo veintiuno, donde los Alfas poco a poco comenzaron a extinguirse por causas desconocidas.

Por lo cual, el gobierno decretó como ley que los Alfas, tanto puros como comunes, estuvieran bajo resguardo y protección estricta hasta que este fuese entregado a un Omega de linaje y buena familia, que contase con una buena posición económica, que pudiera brindarle una vida segura y asegurar la descendencia del Alfa.

En su mayoría, los Omegas eran los que predominan la pirámide más alta en la jerarquía, el dicho de que los últimos serían los primeros se hizo una realidad hasta el día de hoy. En vez de ser entregados Omegas a Alfas, era viceversa, los Alfas eran entregados a los Omegas para evitar la extinción de estos mismos al dejar que la descendencia del Alfa continuase al unirse con un Omega.

Asegurar la especie era más importante para todos qué meditar si existía alguna posibilidad de compatibilidad.

Y ese fue el caso de Lee SeokJin, un Omega respetable de treinta años con una licenciatura profesional en administración de empresas y líder de uno de los imperios más importantes en Corea del Sur, como lo eran las empresas HYUNDAI, encargadas de la exportación de vehículos.
Él sin lugar a dudas, no era el prototipo perfecto para ser el encargado de cuidar el culo de un mocoso hormonal de veinte años que ni siquiera ha terminado sus clases más básicas.

Recordaba que aproximadamente una semana atrás él disfrutaba de su libertad absoluta y sus negocios, hasta que de improvisto, unos Betas de parte del gobierno habían entrado a su oficina para hacerle la entrega en sus propias manos de un certificado firmado por los involucrados en dicho acuerdo, el cual indicaba la entrega de un joven Alfa como su legítimo esposo y padre de sus futuros hijos, la condición de engendrar crías Alfas estaba más que clara, ellos querían Alfas, sin importar si se llenaban de hijos en su búsqueda.  

Un peso extra cayó en los hombros de SeokJin cuando conoció en persona al joven Alfa, Kim NamJoon. Un chico de veinte años recién cumplidos, un hombre joven y guapo, masculino, viril y hormonal ante todo; porque desde el momento en que SeokJin ingresó a la habitación donde estaba hospedado el Alfa, este mismo había expulsado fuertes feromonas para atraerlo, esa novedad fue una clara confirmación de que NamJoon lo había aceptado instintivamente como su pareja. Kim era un Alfa muy joven, guapo, pero jodidamente joven, con un vocabulario y comportamiento sensual qué le hacían temblar las piernas y lubricar de puro anhelo.

Si, carajo que si le atraía, su joven esposo era un maldito adonis que lo convertía en alguien sumiso con tan sólo la puta mirada, Kim tenía ese efecto en él y más conforme lo conocía, cada vez que iba a su hospedaje sentía que caía un poco más por el Alfa.

NamJoon no perdía la oportunidad de doblegarlo y comerle la boca siempre que lo veía, incluso antes de poder ser oficialmente entregado a su persona, la atracción mutua era palpable, el maravilloso deseo resplandecía en sus pupilas, y sólo esperaban el momento justo para fundirse juntos en ese torbellino de emociones.

Justo ese día, Lee SeokJin yacía en el lugar de encuentro que había sido aprobado por las autoridades competentes encargados de la seguridad del Alfa. Por lo que Lee se vio siendo acorralado como una presa tan presto puso un pie dentro, con la espalda pegada a la pared más cercana de la habitación. Joder, el aliento se le escapó de los labios al visualizar los ojos marrones de Kim encendidos de pasión, deseo y lujuria. La promesa de consumirlo en su totalidad fue pronunciada en silencio.

—Hyung, estas aquí —pronunció Kim con su característica voz ronca. Las feromonas del Alfa marcaron su cuerpo, SeokJin las adoró.

—Si, estoy aquí —dijo el omega, sintiendo las piernas como gelatina y el corazón desembocado.

NamJoon lo mantuvo rodeado con sus fuertes brazos y había enterrado el rostro en su cuello, comenzando a inhalar su aroma con necesidad, SeokJin hizo lo mismo, tomó bocanadas del exquisito aroma de NamJoon. Alfa, Alfa.

—Mañana es el día, SeokJin —expresó el moreno, llevando la nariz por todo el blanquecino cuello de Lee.

Lo adoraba, lo había extrañado tanto.

—Así es, NamJoonie.

El Alfa buscó con sus labios la boca de SeokJin para dejar un beso en ella, luego mordió su mandíbula, la chupeteo y fue llevando la nariz por toda su mejilla derecha.

—Sabes lo que significa, ¿verdad?. Por supuesto que lo sabes —hizo una pausa para olfatear su mejilla—. Sabes que mañana te haré mío, mío, mi omega —gruñó Kim mordiendo debajo de su oreja—. Llevarás mi marca, te haré un nudo, te llenaré de mi semen hasta preñarte, tendrás mis cachorros y serás completamente mío para siempre.

—Mhm —SeokJin jadeo, una inaceptable sensación de calor recorrió su cuerpo, no era sano que respondiera de esa vergonzosa manera sólo por unas cuantas palabras sucias de parte de NamJoon.

El Omega obedeció cuando Kim le mostró una camisa suya para que la utilizara como amortiguador de sus vergonzosos sonidos. SeokJin sabía lo que NamJoon quería hacerle, joder, él también lo quería, estaban en una sincronización sorprendente.

SeokJin emitió un gemido ahogado cuando el Alfa le bajó el pantalón junto a su ropa interior para posteriormente ingresar dos dígitos a su agujero lubricado, el sonido obsceno llegaba a sus oídos sólo para evidenciar más el acto sucio.
Lee cerró sus ojos y se concentró en morder la camisa de NamJoon mientras sentía como su entrada era estimulada.

—Eres tan hermoso, hyung. Tan mío —murmuró el moreno. El Alfa llevó la boca hacia el cuello de SeokJin para succionar su glándula de aroma.

NamJoon lo tenía tan mal, tan mal hasta el punto de tenerlo a su completa merced sin importar el hecho de si eran compatibles o no.

9 de Junio de 2022

(Actualizada 20/01/24)

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Gracias por leer, espero les guste esta bonita historia, la cual es una adaptación.
L@s amo! 💜