Amor de infancia

Capítulo 5: Entrenamiento shaman

Narra Sora:

Ya pasaron 4 años de este arduo entrenamiento, ser sacerdotisa es demasiado difícil y más si eres shaman, si resulte ver espíritus durante toda mi vida y solamente mi mentor Ruú lo sabía y decidió entrenarme para el torneo shaman que se aproximaba.

Sora: ¡Ahora! ¡Ruú posesión a mi bastón! -una pequeña alma de color violeta apareció y se metió en el bastón que tenía en mis manos ayudándome a cortar un árbol- ¡Fuera abajo! -grite mientras el árbol caía-

Taro: ¡Sora Wolf, deja de hacer escándalo! -del templo salía un joven con el mismo color de cabello y piel que el mío, lo único que lo hacia diferente era que tenía el cabello corto y sus ojos eran de color cian, en cambio los míos eran de color ámbar, somos gemelos algo idénticos debido a nuestro color de ojos-

Sora: Tarooo, estoy entrenando para el torneo shaman. ¿Por qué no entrenas?

Taro: Estoy entrenando, Shen es el espíritu qué me ayuda a saber los vagos recuerdos de las personas con solo verlas y por lo que veo tu tienes un amigo de la infancia al cual tuviste que dejar atrás.

Me quedé en silencio cuando dijo que tuve que dejar atrás a mi único mejor amigo que tuve cuando viaje a Hokkaido, cabello celeste y negro junto a unos ojos algo pequeños y fríos de color azul, Horokeu, mi mejor amigo de la infancia.

Sora: E-estas equivocado en eso. -dije enojada-

Shen: Pues mis cálculos nunca están equivocados joven Sora, se nota en su cara que usted extraña a alguien que fue muy especial en su niñez. -decía el espíritu de una mujer de unos 37 años masomenos, de cabello largo hasta las rodillas color caramelo, ojos verdes totalmente claros y tez blanca como la misma nieve-

Sora: ¡Pues es mentira! -mi grito alarmó demasiado a los cuervo que salieron volando de los árboles en donde se escondían- ustedes están mal con esa información, vámonos Ruú, Flame, es tiempo de seguir entrenando. -dije mientras emprendía camino hacia las escaleras del templo-

Shen: Esa niña se cree dura de romper, pero parece que ese niño pudo romper sus cascarón con facilidad.

Taro: Tu lo haz dicho Shen, tu lo haz dicho.