💙MALDITAS HORMONAS💚

CAPÍTULO 7: EN EL PRECIPICIO

Parte 2

Plan y Mean se encontraron fuera del consultorio a la hora pactada. El mayor estaba acompañado por su viejo amigo Mew, quién había sido su paño de lágrimas desde el incidente con sus padres. En cuanto Mean, él había decidido venir sólo a la consulta.

Mew era un amigo muy comprensivo pero había sido sincero con Plan desde el principio con respecto a lo que pensaba y en múltiples ocasiones intentó convencerlo de hacer las paces con Mean alegando que no había intentado hacerle daño a propósito, pero Plan era demasiado obstinado y testarudo como para oírlo.

- ¿Cómo estás Mean? - lo saludó el hombre con un pequeño abrazo.

- Pues no muy bien para serte sincero. ¿Cómo te encuentras tú P'Mew?

- Bastante bien, por suerte. Me casaré dentro de poco. -expresó con una gran sonrisa.

- ¡Oh Phi, eso es fantástico! No tenía idea de que estuvieras comprometido.

- Sí, nos conocimos hace poco, pero sabes cómo es el amor... Lo encuentras donde menos lo imaginas. - comentó mirando de reojo a su amigo quién solo hacía muecas desagradables y no había tenido ni la gentileza de saludar al menor cuando éste le ofreció una reverencia. -¿Y el trabajo, cómo te va con eso?

- Bueno, la empresa va muy bien y quieren ascenderme así que bien supongo. - admitió el menor.

- Esa es una noticia excelente. Tendrán muchos gastos con el bebé así que todo aumento es bienvenido.

- Sí, tuve el mismo pensamiento...

- ¡Ejem! - carraspeó Plan para llamar la atención. - Búscate tu propio amigo. -expresó con molestia, tomando el brazo de su casi hermano y alejándolo a tirones de Mean.

- Lo siento nong Mean, luego hablamos. - se disculpó Mew por el comportamiento tan infantil de Plan y se alejó un par de asientos de dónde había decidido sentarse Mean para satisfacer el capricho de su amigo, quién no toleraba que hablaran entre ellos.

🐻🦁

El doctor Niram era el médico obstetra encargado de atender a Plan, quién a pesar de no haber tenido oportunidad de intercambiar muchas palabras con él previamente, le resultaba un hombre gentil y muy paciente.

No era muy mayor, tal vez rozaba los 40 con suerte, pero tenía la forma de hablar de un anciano. Pausado, lento, con sus manos haciendo muchos gestos y una sonrisa amigable siempre sobre sus labios. Era alguien quién inspiraba mucha confianza y algo que necesitaba Plan era sentir confianza en la gente.

- Buenos días, chicos. Pasen, por favor. - los invito el doctor a su consultorio. Plan ingresó primero y Mean lo siguió de cerca. Mew, en cambio, se quedó en la sala de espera, a él no le apetecía nada estar en el medio de un momento tan íntimo ni ser una molestia para el menor.

Plan minutos atrás le había insistido mucho en que entrara con él pero a su amigo le pareció una total falta de respeto a Mean que quisiera quitarle el derecho de admisión y por supuesto Plan fue reprendido. Por más enojado que estuviera, Mean era el padre del bebé y debía consultar aquellas cosas primero con él quisiera o no, de otra manera no debía tomar decisiones arbitrarias.

- Buenos días, doctor. - lo saludó Plan. El menor le ofreció una pequeña reverencia, callado.

- Cuéntame nong Plan, ¿cómo has estado? - le habló directamente a él, retornado a su oficina.