💙MALDITAS HORMONAS💚

CAPÍTULO 13: SÉPTIMO MES

Estaban terminando la segunda semana del séptimo mes y los peores temores de Plan se hacían cada vez más palpables, aunque intentara disimularlo y, diferente a lo que hubiera imaginado, la doctora Madeleine no era una fuente de tranquilidad. Ella había insistido en tener una conversación con ambos chicos para hablar acerca de los riesgos que Plan se expondría a la hora del parto, pero el mayor había pospuesto su cita con la doctora dos veces y aquella era la tercera vez que la planificaban y, a pesar de que era necesario tener aquella conversación, no tenía ningún entusiasmo por oírla.

Mean, por su parte, no estaba seguro a que estaban yendo a verla. Él había estado pendiente de Plan, pero desde su mejoría había intentado dejarle su espacio, así que cedió en varias oportunidades cuando el menor le pidió ir sólo a las consultas rutinarias, aunque siempre estaba presente en las ecografías.

- Phi la doctora Madeleine me envió un mensaje temprano. Dice que faltaste dos veces a tu cita este mes y que tienes que ir sí o sí hoy por la tarde pero que debo acompañarte sin falta. ¿Acaso sucedió algo? -Plan que acababa de despertar y estaba intentado tomar su zumo de naranja sin que se le zafe de las manos de repente se sintió muy nervioso y casi se atraganta con el bendito líquido. Comenzó a toser ahogado y Mean, asustado, corrió a socorrerlo dándole de palmadas en su espalda. - ¡P'Plan, levanta los brazos! - pidió el menor preocupado. Plan hizo el esfuerzo por escuchar su recomendación y tan pronto como se le pasó la desesperante tos, el ceño de Mean se frunció y sus manos se colocaron en su cadera con expresión severa. - Ya dime la verdad phi. ¿Qué has estado ocultándome?

- No es nada Mean. Tonterías de la doctora. Sabes cómo es ella, se preocupa mucho.

- Si no es nada... entonces ¿por qué no me lo has dicho?

- No quería darte más motivos para preocuparte. Solo son algunas cuestiones médicas.

- Espero que estés siendo completamente sincero conmigo P'Plan o realmente me molestaré mucho contigo. - expresó el menor observándolo muy fijo, casi acusándolo. Claro que sabía que estaba mintiendo, pero, sea lo que fuera que ocultaba, Mean siempre prefería oírlo primero de él antes de alguien más, aunque Plan se negara a hablar.

🐻🦁

Plan estuvo especialmente nervioso durante el trayecto, tanto que ni siquiera pudo tomar el volante de su propio auto porque sus manos temblaban sin control y tuvo que pedirle a Mean que él condujera. Su novio lo observó al principio complacido con la petición ya que no le agradaba nada que fuera embarazado detrás del volante, aunque luego su ceño se frunció con cierto malestar. Algo demasiado grave le estaba ocultando para que Plan le permitiera conducir su automóvil.

- Aún estás a tiempo para decírmelo. - Mean intentó una vez más cuando abrochó su cinturón.

- ¿Ah? No sé de qué hablas. - se hizo el desentendido el mayor evitando mirarle directamente a los ojos. Mean tenía una mirada poderosa y podía intimidarlo fácilmente en aquél estado tan alterado.

- Bien, como tú quieras.

Mean encendió el motor del coche y comenzó su trayecto hasta la clínica. Le había tocado pedir permiso en su trabajo para poder asistir ya que el horario no se acomodaba a su horario libre pero ciertamente lo hacía con gusto. A él nunca le molestó acompañarlo pero Plan había insistido tanto en ir sólo a sus visitas rutinarias que simplemente cedió, aunque ahora estaba especialmente arrepentido de eso. Jamás debió dejarlo ir sólo porque, a pesar de que el embarazo lo llevaba Plan, ese niño era de los dos y no era propio de él desligarse de sus responsabilidades.