Historia de viejas flores

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Hola, muy buenas a todos. Hoy no vengo con un nuevo capítulo de la historia de Hunter y Alistair, eso será el lunes. Hoy me gustaría introducir la historia de dos de mis OCs; Oleander y Lilac. Esta historia inicia junto a los principios del imperio, así que serán pocos los personajes de la serie que se podrán ver, aún así, la presencia de Belos estará constante.

Ademas, llevo haciendo varios dibujos de mis dos niños, así que puede que también los vaya mostrando (Aunque me da vergüenza, porque no soy de lo mejorcito al momento de dibujar).

Ademas, llevo haciendo varios dibujos de mis dos niños, así que puede que también los vaya mostrando (Aunque me da vergüenza, porque no soy de lo mejorcito al momento de dibujar)

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Eso sería todo, me gustaría oír la opinión de quienes lean esto (También, si quieren, dejar su opinión sobre "De plumas doradas"). Muchas gracias por todo el apoyo, a continuación;

Nuestro lindo pantano.

¿Saben? Es difícil reconocer el olor a muerto en las Islas Hirvientes, después de todo, siempre han vivido encima de un cadáver.
Parece que aquel hombre no mentía. Sus historias de brujas salvaje y el abuso de la magia.

Pero… las cosas toman tiempo en llegar hasta los pantanos a los pies del Titán. Hay que cruzar La Rodilla, o tener medios para aparecer del otro lado, incluso así es difícil. No tenían forma de saber, de poder levantarse de sus camas y defenderse, simplemente despertaron por el ardor del fuego y los estallidos de hogares antiguos.

Generaciones perdidas, personas heridas, el infernal paisaje de un pueblo arrasado.

Ya hace horas que las brujas dejaron de reír y explotar sus casas, solo quedaba el silencioso duelo de los pocos que ahí quedaron. Eso hasta que de nuevo la madera fue destruida.

Son pocos los que quedan, y aún menos quienes consiguen reunir las fuerzas para levantarse. Kirren es uno de esas excepciones; un joven demonio anfibio, apenas alcanzando la pubertad.

Avanza por las brazas de ruinas cruelmente forjadas, hasta encontrarse con el origen del nuevo caos.

Parado al borde de la pantanosa orilla, observando el agua, un pequeño demonio de pelaje blanco y grandes orejas. No se mueve, pero le oye cantar por lo bajo.

—En nuestro —canta con duda—… pequeño hogar…

Una corriente de aire golpea el rostro del sapo, una fuerza mágica que parece gruñirle entre afilados dientes.

Aquel pequeño voltea la cabeza, su mirada vacía.

—No recuerdo la letra… —le dice.

Kirren se fija alrededor; la tierra desgarrada, los árboles decapitados, las ruinas esparcidas. Piensa que son las brujas, pero el demonio le responde con un simple gesto.

Su pequeña mano apunta detrás suyo, mandando una avasalladora fuerza en esa dirección. Su magia joven despierta con emociones potentes, cargando como una voraz energía que destruye suelo y plantas en su camino, hasta alcanzar y lanzar a una figura por los aires.

Máscara dorada y capa blanca, sujetado por la misma fuerza conjurada.

—¡Oliver, basta! —le ordena Kirren.

Pero su infantil mirada se tuerce en un dolor que desborda, las lágrimas apareciendo en sus ojos.

—Los voy a matar.

Una grieta nace de la base de la máscara, creciendo en ramificaciones que surcan hasta los ojos.

El demonio mayor se acerca, sacudiendo al menor por los hombros.

—¡Por el Titán! —alza la voz—, ¡no fueron ellos!

Aprieta los dientes, sus pequeñas garras se entierran en sus palmas. Sus ojos tan abiertos en desconcierto, pero aún así llorando desconsolado.

Su magia se desborda del mismo modo, abrumada ante tantas emociones agitando su pequeño ser. La tierra se agrieta, el agua se levanta, las plantas se alejan, aquel enmascarado permanece inmóvil en el aire. Joven, muy joven, incluso si sólo menor que Kirren por unos meses.

—Los voy a matar. —repite Oliver.

Siente que lo hará, le da una retorcida seguridad.

Sabemos que la magia está unida al corazón, y, ahora mismo, el suyo se quiebra en cientos de trozos. Su pecho se llena de amargura y arrepentimiento, tan joven y tanto en muy poco tiempo.

Su magia se desborda…

Un solo grito desgarrador marca el punto de quiebre, su mente agotada de la pena.

La naturaleza alrededor se calma, incluso el joven apresado es liberado.

Desde aquel día, la mirada de Oliver jamás volvió a ser la misma. Incluso mientras eran llevados por aquel dúo de brujos enmascarados, la sonrisa en su rostro jamás se fue, sólo se ensanchó ante el deseo de lastimar con todo su dolor.

Emociones inmaduras, aunque grabadas en las cicatrices de una mente que aún crece.

Nadie de aquel lugar volvió a ser el mismo.

Alejados de su hogar en las cenizas, guiados hasta el centro del Titán y escuchando las enseñanzas del hombre. La voluntad de las Islas, el uso de la magia; su forma de hablar, la seguridad al moverse, las historias que todas las víctimas comparten. Las brujas salvajes han tomado mucho, momento de regular las cosas.

El emperador Belos se alzó al poder, en un trono levantado por gente herida y memorias de dolor. Niños sin sus padres, padres sin sus niños, familias enteras perdidas.

Debe ser culpa de la magia salvaje…

Oliver no puede quitarse de la cabeza la sensación de usar su magia, el poder sobre esta.

Kirren no puede olvidar las llamas, tampoco el llanto.

De plumas doradas | Hunter x Male!OCWhere stories live. Discover now