𝟱 𝘅 𝟭

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𝗟𝗼𝗼𝗸 𝗮𝘁 𝗺𝗲 𝗻𝗼𝘄

Laboratorio de Hawkins, Indiana.

Máquinas encendidas, funcionando con el mejor equipo tecnológico de todo Estados Unidos. Martin Brenner con su socio el Doctor Sam Owens, desde un ventanal observando a su conejillo de Indias, Once. La pequeña infante forzaba su vista en una lata de Coca- Cola, sus intentos por doblarla eran muchos, pero esta no lograba su objetivo y esto la frustraba.

— ¿Cree que lo haga, Martin? -preguntó Owens al no ver ningún resultado.

El mayor se cruzó de brazos.
— Quizás necesite más tiempo, Sam. Aún debe aprender a canalizar su poder no por las emociones, eso la consumirá.

Se miraron entre sí, cuidando su trato secreto, el experimento continuaría hasta sacar el máximo poder de la niña.

THE CREEL'S HOUSE
Hawkins, Indiana.

La mañana era perfecta con aquél clima auténtico, el soplo del fresco aire indagando por las ventanas resoplando los árboles del exterior conjugando un sonido placentero ante el oído humano. El sol no había salido completamente, solo dejaba al cielo iluminado entre un color purpura. Irisha despertó poco a poco al sentir frío. Había un gran espacio a su lado, acarició con sus yemas la seda destendida. Se levantó con mucho trabajo, los muslos le dolían de manera inexplicable, como cuando no estás acostumbrado a hacer ejercicio y al siguiente día todo te duele. Bueno, es la mejor manera que se me ocurre para describir su malestar. Se envolvió en una cobija para asomarse por la ventana, se sintió sola por un largo rato. Peter no estaba, y eso se sentía terriblemente mal. Vió a un par de pájaros haciendo un nido sobre una rama cruzada por la ventana, las aves de plumaje azul acomodaban con el piquito las pequeñas partes del nido cantando al compás de sus emociones, había amor, se le vino a la mente esa palabra, ¿que era y por qué se la había dicho tan rápido a Peter?

— Soy una torpe-se tapó completamente con la sábana pareciendo un fantasma.

Se movía danzando con locura por la habitación sin ver, se mecía con el tarareo aleatorio sin darse cuenta ya tenía la oreja pegada al suelo, se quejó al estrellarse.

El crujido de la madera la hizo quitarse la sábana de la cabeza. Se había aflojado una madera del piso frente a su cuerpo, en el hueco notó un frasco con una araña seca, un escalofrío la hizo dejarlo en su lugar, con sus dedos la empujó hacia su forma original.

Su barriga le exigía comida a rugidos, así que se tomó el menor tiempo posible para bajar arreglada en unas bonitas bermudas deportivas azafranadas con una camisa fajada. Cuándo iba a medio camino percibió aroma a café bien marcado, luego a tocino y finalmente se llevó un gran susto al ver a Peter cruzarse en su camino.

— Buenos días dormilona, el desayuno está listo, me ahorraste la caminata a tu cuarto

Este Peter se veía diferente, llevaba puesta una camiseta azul medio abotonada y el cabello hacia atrás, este nuevo estilo lo hacía menos angelical, pero seguía siendo sensual.

— Buenos días -la chica se acercó a su cachete para depositarle un beso, este sólo la miró hacerlo.

Él le hizo una seña para que se sentara, la examinó sosteniendo el plato de cristal, lo dejó en su lugar para que empezara a comer.

𝗱𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿𝗼𝘂𝘀 𝗮𝗱𝗱𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 | 001 Peter BallardDove le storie prendono vita. Scoprilo ora