ESA NOVIA ES MÍA

ESA NOVIA ES MIA -CAP 9.

ESA NOVIA ES MIA
CAPITULO 9.
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No se sabe si realmente fue la sorpresa de ver qué alguien más había ido al rescate de la boda o que había llegado a tiempo, pero el dedo de Stear detonó el mecanismo de explosión antes de tiempo, justo cuando Terry se anunció como novio de Candy. No pensó siquiera que se generaría tanto humo o que dañará las flores del palco, y no quiere siquiera imaginar cómo quedó Candy después de que el ramo le estallara encima, y no le importaba, quería sacarla de ahí a cómo de lugar.

Y por supuesto, los gritos no faltaron en medio del barullo que se formó, la tía abuela Elroy estaba sorprendida por la anunciación de ese joven que hasta ese momento pensaba era un actor malviviente ¿Acaso las Marlowe no se habían encargado de él? Ese era el trato, debían atarlo a la invalida hasta la muerte. Pero ahí estaba, imponente y que de repente saco a relucir la palabra "heredero del ducado Grandchester" Aquello debía tratarse de una mentira o quién sabe que para evitar la boda, que ya era un desastre en ese momento entre el humo y los gritos.

—¡Candy, Candy! —Stear y Dorothy tratan de esquivar a la gente que huía de repente para buscar a Candy.

—Por todos los cielos ¿Por qué activo esa cosa?

—No fue mi intensión ¡Se me resbalaron los dedos!

—Pues realmente está vez parece que si funcionó —Reclama Dorothy rodando los ojos —Debemos aprovechar y buscar a la señorita Candy. Antes de que los Leagan quieran hacerle algo peor.

Ambos se echan para intentar no verse afectados por el humo, teniendo cuidado de no ser pisados por la gente. En ese momento, Albert y George agachados observaban el pánico de los invitados que huían despavoridos, si querían evitar la boda alguien se les había adelantado.

—Esto definitivamente es vida y obra de Alistear Cornwell.

—Ya lo creo. Esos sobrinos míos realmente son los paladines de mi Candy —dice Albert con orgullo. Pero más orgulloso se sentía que Terry haya ido por ella, no podía pedirle más al mundo.

—Es el momento ideal para que enfrente a Elroy –Aconseja George.

El pelinegro descubre en medio de su escondite pasar corriendo a la tía abuela junto con Sarah, parecía que no todo ese atentado las detendría de seguir insistiendo en la boda para Candy y Neal. El rubio se pone de pie, solo para detener a esa mujeres el mismo.

Terry junto con Karen y Archie había entrado a la boda a buscar a Candy, la explosión fue la cereza del pastel y se aprovecharían de ello. Terry le llamaba por su nombre, esperando una respuesta de ella, anhelando que está vez ella volteara para verle a los ojos.

—¡Candy! —Llama el actor a la chica, quien se habla tirado al suelo en el momento ideal. La rubia con los ojos picandole trataba de encontrarlos, pero en especial, lo quería a él ¡Terry había ido por ella!

—¿Terry? ¡Terry! —Llama la chica  quien no tardó en responder al escuchar que Terry le estaba llamando.

La rubia pecosa aprovecho el instante ideal para soltarse de Neal, arrojándole a tiempo el ramo antes de que le estallara en la cara a él, fue lo último que pensó para que él la soltara para así ir y buscar a Terry. Pero por más que esa táctica le haya ayudado a liberarse de Neal debía irse de ahí, aún estaba bajo la amenaza de Elroy y Sarah.

—¡Pecosa! —Vuelve a llamar Terry justo cuando el humo en ese momento se dispersa a medida que se acercan el uno al otro, del mismo modo que esa fuerza de atracción que los unió aquella noche de año nuevo.

En medio de humo y pétalos de flores se miraron a los ojos, si, Candy se había visto afectada por la explosión del ramo, el pelo lo tenía más esponjado de lo usual y quizás el corazón se le iba a terminar de salir del pecho por el susto. Sin embargo, ver a Terry ahí logro apaciguar sus latidos, y no es hasta que el joven corre hacia ella y la toma en brazos que siente como todo se paraliza a su alrededor, la levanta unos centímetros del suelo sin dejar de abrazarla y darle besos en la cabeza.