Capitulo 5

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Haber... ¿lo cuento desde el principio? Bueno...

¡JOEY LE CONTO AL ENTRENADOR QUE KYLE ERA GAY!

¿Lo hize con mucha disimulación? Espero no parecer desesperada.

Hizo eso sin la consulta de Vanessa ni la mia, era su pequeña venganza.

Ademas de que todavia no le cuento a Emma y a Vanessa lo sucedido con Kyle.

Emma se a juntado con el y a querido saber el porque hemos estado evitandolo.

Se lo conte hace unas 2 horas, quedo sorprendida y me juro no volver a juntarse con el y que estaba con nosotros.

Ahora estoy en gimnasia partiendome el trasero junto con Laya.

Me tropeze con alguien y cai, todas las de mi "equipo" se rieron de mi.

—¡Vamos, chica! A levantarse que todavia no anochese —me ayudo Laya a levantarme— y ustedes hijas de papi, vayan a seducir a otro chico que el que tienen quedo sim inocencia —se dirigio a las del equipo.

Todas se quedaron calladas porque venia la profesora Burge.

—Hoy es un maravilloso dia, ¿no lo creen, chicas? —empezo con su sarcasmo, agarro un balon y se lo arrojo a una chica que hablaba con otra y no le prestaba atencion.

Oh no... hoy era dia de...

—¡Quemados! —grito una chica y empezaron a lanzarse los balones.

Yo no era buena en esto... ni en ninguna cosa respecto a gimnasia... deseria estar ahora en matemáticas.

Recibi 12 golpes hasta ahora y yo no me defendia... solo cerraba los ojos y me cubria con las manos esperando el golpe.

Pasaron 8 minutos aventandose balones hasta que la profesora hizo sonar el silbato.

—¡Bien! ¡Fue todo! —grito estricta— ¡Vayan a ducharse!

Algunas bufaron otras suspiraron de alegria... incluyendome.

Volteo a verme una Laya muy sudada y me levanto los pulgares.

Le sonrei en señal de que estaba bien y tambien le levante divertida los pulgares, ella rio y se fue a la duchas.

Yo la segui.

—No juge nada, ni siquiera me dieron el tiempo de abrir los ojos —le reclame a Laya.

—Eres bien miedosa, Hayley Veeron —me sonrio y agarro su toalla del pequeño casillero.

Yo tambien lo hize y me duche, termine de ducharme y fui a mi casillero junto con Laya a agarrar mis cosas.

Abri el pequeño casillero y... no habia nada.

Ni mi ropa deportiva, ni mi ropa casual, solo tenía mi toalla.

Mire a Laya y ella apenas abria su casillero, espere esperanzada y... nada.

Me volteo a ver y abrimos los ojos horrorizadas.

Nos habian robado la ropa.

—Esas malditas... —deje de escuchar las groserias de Laya cuando unas voces me detuvieron... Emma y Vanessa.

—¡¿Chicas?! —gritaron las dos y Laya paro de hablar.

—¡Aqui! —grite y en segundos ellas venian con ropa, no era la nuestra pero era ropa.

—Tengan, espero que les quede —comento Vanessa.

—¿Como supieron... —empeze a hablar pero Vanessa me interrumpio.

—Salimos temprano de la clase y queriamos ir a verlas pero ya se habia acabado su clase y esperamos a que salieran pero salieron todas las chicas con ropas en las manos y riendose y supuse eso... ya que a mi me paso y por eso sali de gimnasia —dijo Vanessa, apartandose un cabello rebelde.

—Yo fui por mi ropa ya que yo tenia en mi coche porque me iban a internar en el hospital y al fin y al cabo no lo hicieron y tenia la maleta ahi —comento Emma.

—Gracias, chicas. Les debemos mucho —abrazo Laya a las dos y yo igual.

Nos vestimos, a mi me quedo un poco grande la ropa de Emma y a Laya le quedo a la perfección.

Despues de unas clases mas salimos al descanso y les sonreimos a las chicas que estaban en gimnasia, se les borro la sonrisa al ver que teniamos puesta ropa y no las toallas.

Tomen esa, hijas de Snow.

Nos sentamos en la mesa, Laya y yo sonreimos victoriosas y chocamos los puños.

—No se les olvida decirle algo a su amigo favorito —se sento Joey sonriente.

—¿Y tu qué, sonrisitas? —pregunto divertida Laya y las dos reimos.

El borro la sonrisa y nego con la cabeza.

—Saque buena nota con mi dibujo —hizo una sonrisa de lado.

—¿Ese dibujo? —le pregunte con una sonrisa.

El asintio y bajo la mirada a su hamburguesa.

Tenias que ser Joey.

—¿Me das un pequeño pedazo de esa hermosa hamburguesa? —le pregunte mirando alrededor, ni habia tanta gente y no nos estaban mirando, el asintio y yo mordi la hamburgesa.

—¿Hace cuanto que no comias una? —me miro Interrogativo.

—Hace cuatro dias... ¿cinco? No lo se pero parece como si fueran años —tape mi cara con mis manos— oye, ¿no sabes nada de Kyle? ¿No lo han sacado del equipo? —pregunte.

No se si Kyle podia golpear a Joey, pero tenia miedo de que lo hiciera.

—No quiero saber nada, Hayley. Ese idiota es cobarde. Quiere ser un asesino cuando en realidad es una victima y el mismo asesina a sus amigos.

—No te pongas poeta conmigo —dijo Laya robandole una papa al almuerzo de Joey.

—¡Oigan comprense su propia comida! —protesto.

—Quiero una papa, tengo hambre —refunfuñe.

—Hayley... —me llamo Laya a mi lado.

—¿Mhhm? —pregunte volteandome hacia ella.

—¿Nos cuentas tu historia? —pregunto y me dieron escalofrios.

—Ahorita n-no... ¿si? —tartamudee.

—Claro... —dijeron los dos y supe que se estarian mirando confundidos entre ellos.

Malditos nervios.

El club del bullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora