Capitulo 25: Teniente y el Futuro

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N/A: Este es el capitulo final, espero lo disfruten.

Se sentía una idiota.

Era como si su cerebro hubiese dejado de funcionar con todo eso, y no podía siquiera decir alguna cosa, ni una palabra, nada. Estaba realmente impresionada con todo lo que estaba ocurriendo. Su corazón latía con fuerza en su pecho, incluso sentía su cuello lastimado ante los golpeteos.

Incluso temía que sus latidos distrajeran a la belleza frente a ella, la cual miraba las teclas, sus ojos cristalinos concentrados, intensos, melancólicos.

Dios...

¿Estaba respirando siquiera?

Sentía sus manos sudando en sus rodillas.

¿Ella seguiría? Tenía esa sensación, y está dando todo de sí misma para no interrumpir su momento, aunque era poco lo que podía hacer con los bombeos estrepitosos en su esternón.

Ese momento era de Weiss, solo de ella.

Luego de unos segundos, o minutos, sin decir palabra alguna, escuchó nuevamente la respiración de Weiss resonar levemente a su lado, preparándose, no sin antes que sus dedos comenzaran a tocar una nueva pieza.

Sus dedos gráciles se movían por las teclas con una habilidad que creía inimaginable.

Se mordió el labio, evitando que incluso su respiración saliese.

Jamás se había sentido tan agitada, ni siquiera en misiones, ni siquiera herida. Ese momento de paz, de aislamiento, era algo que no había vivido, mucho menos lo viviría con alguien como Weiss, o eso creyó.

¿Quién soy yo para quejarme?

Nuevamente comenzó a cantar, y puso de todo en su existencia para atesorar cada palabra, cada frase, dándole un sentido.

Se sorprendió.

La letra daba un nuevo giro y se vio nuevamente sin respiración ante la íntima presentación. ¿Esa letra seguía la canción anterior? Le daba aquella sensación. Como si fuese lo que le faltaba a la pieza anterior.

Entonces, ¿Pudo continuarla a pesar de todo?

Dio un salto.

Todas sus canciones estarían unidas la una con la otra, podía reconocer la melodía, tal vez por eso todas le daban la misma impresión, como si se le hicieran tan familiares. ¿Era una opción? Entonces, ¿Cuál parte de la vida de Weiss era aquella donde relataba aquellos sentimientos?

¿Cuál es el problema?

¿Qué es lo que me impide seguir adelante?

Su mirada bajó a las teclas, ya no observaba el ventanal en lo absoluto, olvidado en la periferia. Sus ojos mostraban tanta melancolía, soledad, decepción, una mezcla de emociones tan palpables. Weiss no era precisamente una mujer muy abierta con sus emociones, al menos no cuando pudo conocerla más a fondo, pero cuando cantaba era como si usara el piano y su voz para canalizar todo aquello que se guardaba dentro de su pecho, aquello que mantenía escondido, escondido incluso de sí misma.

Sus labios temblaban levemente, tal vez con impotencia, y en ese segundo quiso abrazarla, pero no era capaz de interrumpir ese momento tan de ella, tan privado, tan honesto, no podía. Se estaba abriendo de una forma tan pura, tan mágica, tan especial, que no quería arruinarlo. Debía apreciar su esfuerzo por mostrarle ese lado de ella, de mostrarle parte de su pasado, de su vida, de sus miedos.

Debería estar bien, pero la vida por la que luché sigue sin ser mía...

Sus ojos se observaron por una milésima de segundo.

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