En Guerra [VERSIÓN 1] ✔️

CAPÍTULO 23: VENGANZA

Spoiler: así se siente Afra durante casi todo el capítulo JAJAJJJAJSHHJSJJA

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Afra Cooper

Las vacaciones de Navidad se han acabado y hoy es la vuelta a clase. Debo de admitir que me ha sido muy difícil controlar mis ganas de matar a Ariadna, a la prima de Alhena, y al hermano de Nil. Los dos le han hecho demasiado daño a mi mejor amiga y eso es algo que no pienso perdonar tan fácilmente. Incluso puede ser que nunca.

Mientras Alhena estaba dolida y alejada de mí y Nil, nosotros dos, junto a un reducido grupo de personas más, creamos un plan que se pondría en marcha a la vuelta de vacaciones, es decir, ya. Por lo que todas las personas que hemos participado, nos encontramos en las mesas de afuera de la cafetería, organizando todo para el gran día.

— ¿Qué os parece si la secuestramos? — suelta Bella, a lo que yo le echo una mirada incrédula.

— ¡No! ¿Cómo haríamos eso? Será una muy buena idea, pero es ilegal, ¡no quiero ir a la cárcel!

— ¿Alguna vez te he dicho que eres una aguafiestas, cariño? — me sonríe inocente.

— Yo tengo algo mejor — habla Nil. Yo levanto una ceja, curiosa —, es parecida a la idea de Isabella, pero sin ser ilegal. Si a Ariadna se le pasa algún chico que le dé bola por delante, no va a dudar en ir hacia él. Entonces, podemos aprovechar eso para engañarla y llevarla hacia el cuarto de la limpieza.

— ¿Para qué? ¿Para hacerla que limpie? — inquiero extrañada.

— No. Ese cuarto es oscuro y aunque sea de limpieza, no está muy limpio, por lo que no le gustará pasar mucho tiempo allí. La dejamos ya encerrada y antes de irnos de clase, le abrimos la puerta.

— ¿No es un poco cruel? — pregunta Alex por primera vez.

— Sí, lo es. Pero se lo merece por todo el daño que le ha causado a Alhena.

— ¿Y para el estúpido ex novio?

— De eso ya nos encargamos Nil y yo más tarde — sonrío cómplice con Nil.

Infierno, prepárate

— ¡Qué comience la venganza! — chillo en voz baja. Una sonrisa maliciosa aparece en el rostro de todos y levantamos nuestras manos como un buen equipo.

Acabamos justo a tiempo. A lo lejos veo como Alhena se dirige hacia nosotros rápidamente. Al llegar a ella, Alhena me rodea con sus brazos y cuando se separa, aprovecho para darle un beso en la mejilla. La he echado mucho de menos estas últimas semanas.

Alhena se gira hacia la mesa, donde están Nil, Isabella y Alexander mirándonos expectantes. Ella se acerca a ellos y los saluda con un abrazo a cada uno. A continuación, yo me despido con la mano de los tres y con mi mejor amiga, andamos hasta nuestra primera clase del día, la cual compartimos.