El amanecer de un nuevo imperio.

Capítulo 1 - El comienzo

La vida en Konohagakure no Sato había vuelto a una aparente tranquilidad. La reconstrucción de los edificios destruidos durante la guerra estaba comenzada y sus aldeanos consiguieron retomar su vida cotidiana con relativo éxito; aunque el aire estaba cargado con cierta hostilidad a causa de los distintos bandos, no había ocurrido ninguna pelea real. El nombramiento de un nuevo Hokage, ayudó a calmar las fuerzas que aún podían seguir siendo leales al difunto Shimura.

El actual líder, Kakashi Hatake, tenía la complicada tarea de reconstruir la aldea y evitar cualquier trifulca a la vez que mantenía un ojo sobre el resto de las potencias del continente. A pesar de la clara y aparente pasividad de los viejos enemigos de la aldea, no podían permitirse bajo ningún concepto bajar la guardia. Conforme pasaban los días, los antiguos secretos de los anteriores Hokages salieron a la luz, conspiraciones, traiciones y decisión que marcaron y condenaron la vida de muchos; todo para el beneficio de Konohagakure no sato. Muchos de estos movimientos de moralidad dudosa acabaron registrados en un único libro.

— ¿Estás seguro Sasuke? — preguntó con seriedad a su antiguo alumno, no le había dado el diario del Sandaime para esto — será muy peligroso, y, además, Konoha no puede permitirse perder a un jonin ahora mismo, espero que lo tengas en cuenta.

— No puedo quedarme sentado ante esto Kakashi, quiero saber si lo que pone en este maldito diario es cierto, quiero saber si mi hermano de verdad masacró al clan Uchiha siguiendo sus órdenes, necesito su versión de los hechos — explicó con seriedad el pelinegro, parado en medio del nuevo despacho de su antiguo maestro — iré me des permiso o no, solo te lo estoy contando por respeto — añadió sin una pizca de vergüenza haciendo que el mayor suspirara con cansancio.

— ¿Tienes un plan si quiera?, ¿Cómo piensas encontrar a tu hermano? — preguntó con cierta irritación, cerrando los ojos mientras apretaba el puente de su nariz oculta por el cubre bocas — te recuerdo que conocí y trabajé con Itachi, si no quiere que lo encuentres no lo harás.

— Eso ya lo sé Kakashi, por eso necesito información — respondió antes de coger aire — por eso iré a Uzu.

—¿Uzu? ¿Y qué esperas encontrar allí?, ¿Enserio crees que te ayudarán?, Konoha tiene una gran deuda con ellos, no al revés — Explicó intentando mantener la calma, el cansancio acumulado lo había vuelto más irritable — no hay ninguna garantía de que te ayuden Sasuke.

—Menma me ayudará, el convencerá a su hermano—declaró, no parecía estar dispuesto a ceder, y su antiguo maestro lo conocía lo suficientemente bien para saber eso.

—Bien—cedió, haciendo una pausa para ver con cierto resentimiento interno como los labios del más joven se curvaban hacía arriba formando una sonrisa llena de arrogancia— Pero no iras solo, te llevarás contigo un equipo especial que yo asignaré personalmente y del que no aceptaré ningún cambio ni reemplazo — ordenó mientras entornaba los ojos con cierta satisfacción al ver como él otra fruncia el ceño sin disimular su descontento.

—Acabas de decir que la aldea está falta de efectivos jonin — le reclamó dando un paso hacia adelante, moviendo sus manos para darle fuerza a sus palabras — no puedes obligarme a llevar un equipo conmigo.

—En realidad si puedo Sasuke... y lo haré —su voz había recuperado cierta cantidad de su tono despreocupado habitual — Independientemente de tu arrebato, debíamos enviar un equipo a Uzu como señal de buena fe, creo que te puedes hacer una idea de todo el asunto.

—No pienso cargar con una panda de perdedores Kakashi— declaró serio— tengo que encontrar a mi hermano lo antes posible.

—Míralo de esta forma Sasuke, si vas con nuestra delegación llegarás mucho más rápido al príncipe— le dijo intentando que entrara en razón, girando sobre su propio eje para mirar a su aldea en reconstrucción—Uzu no es como aquí, nadie te abrirá las puertas por ser el "último Uchiha" y te aseguro que no podrás colarte en el palacio sin más, ya que tienes tanta prisa no sería conveniente que acabaras en prisión por allanamiento—explicó con calma— ¿No lo crees?—preguntó con algo de burla, girando su cabeza para observar su reacción.