Dⓘεⓩ

188 21 4
                                    

Las fiestas pasaron y muchos regalos llegaron, incluso para la pequeña criatura dentro del vientre de Seungmin. Hubo tranquilidad, ninguna emboscada sorpresa o algo por el estilo que les ponga en peligro, aunque Seungmin ya se dio la tarea de imaginar cómo se vería él cuidando de sus dos bebés en una situación en la que peligren; se vería cool, pero Seo no lo permitiría porque en verdad es muy descabellado y peligroso ese plan.
Como deben imaginar, ya es enero y era momento de un chequeo después del ajetreo con Navidad y fin de año, a ver si el bebé no la estaba pasando feo. Esta vez Changbin iba a ir, sólo que encubierto por obvias razones y llevando dos guardias -también encubiertos- para preservar que nadie intente hacer algo al tener en guardia media baja a un mafioso, el cual estaba tan nervioso que hacía muchas preguntas con respecto a lo que se veía en la pantalla. Cuando le dijeron que era el bebé, se emocionó mucho por el tamaño que tenía y ya no esperaba la hora para que saliera y puedan estar los tres juntos. Todavía le faltaban cuatro o tres meses aproximadamente, llevaban cinco meses y la impaciencia crecía cada minuto, además de no poder ir libremente a cualquier lado también era una tortura. Pero eso iba a solucionarse, era cuestión de esperar un tiempo más.

—Mi amor... ¡Mi amor, vamos a tener una princesa!—Gritó el mafioso en cuanto salieron del consultorio, dándole un abrazo a su novio que procesaba más tranquilo la información pero estaba igual de emocionado de tener una hija.

—¡Sí! Aunque tenía ese pequeño presentimiento, además de que quería que lo fuera. Sería muy bonito tenerla y espero tenga tus ojitos bellos, mi amor.—Alagó, bajando un momento el cubrebocas de su novio, dejándole un corto beso en los labios que le puso nervioso.

—Ay, Minnie... Entonces que también saque tu perfil hermoso ¡Así es la niña más bella de todas! Podría ser incluso modelo.—Rieron mientras salían del establecimiento, endulzando a quien pasara por su lado.

(. . .)

En las siguientes semanas, ambos chicos fueron comprando más cosas para su pequeña; juguetes, más ropita de varios colores, un coche para sacarle a pasear, elegir una cuna y sus respectivas decoraciones para que no se aburra y experimente diferentes texturas, etc. Ambos se estaban haciendo responsables de sus acciones, ya que al Seungmin olvidarse de tomar las pastillas y tener miedo por su chico, ahora estaban a nada de formar una familia pequeña y bonita. Changbin no estaba en desacuerdo para nada con perder millones con su princesa, no, reina; a esa niña no le va a faltar nada, ni los modales ni valores, pues aunque tengan mucho dinero no iba a criar a una tirana irritante.
En este momento, la pareja estaba sentada en el sillón de la sala viendo una película abrazados y comiendo un snack más sano que de costumbre. El filme trataba de mafiosos -raramente, eh- en la que el líder quería retirarse de ese mundo para siempre, pero iba a ser difícil saldar cuentas pasadas una por una, logrando una mejor impresión y que la mayoría de sus enemigos apague la antorcha para él.

—Amor, ¿Tú qué opinarías de mudarnos?—Habló repentinamente Changbin, viendo a su novio y su expresión de sorpresa ante la propuesta.

—¿Mudarnos? ¿Dónde? ¿Cómo le haremos?—Interrogó con inseguridad, pero en sus ojos se veía reflejado que sí quería que se vayan de ahí. Esto le dio ternura a Changbin, quien tomó sus manos y le miró a los ojos.

—Tú de eso no te preocupes, ya me encargué, sólo necesitaba que confirmes que así quieres que sea.—

—¿Y si decía que no?—

—Me pondría triste y cancelaría todo.—Respondió con un puchero en sus labios, el cual fue besado y aliviado enseguida.

—Ay, mi bebé grande... Por cierto, ¿dónde vamos?—Río y habló mientras repartía besos en el rostro del más bajo, poniéndole colorado ante su atención.

—Umm... Planeaba que América, pero ya verás si sur, centro o norte. ¿Te parece empacar en cuanto acabe la película?—Propuso, a lo que el otro asintió con mucha emoción.

No le faltaba mucho a la película por lo que fueron rápidamente a empacar sus cosas, que eran muchas pero Changbin ya había comprado maletas de más por si acaso y sin problemas podrían llevar todo ese peso en su avión privado, pues no habría nadie que les impida agrandarse en equipaje. Sin duda a sus suegros les gustarían estos cambios, mas Seungmin ya no quiere saber nada de ellos definitivamente, no después de cada vez confiar menos en él y sus acciones. Esa será otra historia qué contar, en este momento volvamos a cuando ambos chicos se estaban replanteando la cantidad de ropa que compraban y de objetos también, ya que se estaba haciendo imposible la tarea de guardar cada cosa pero lo lograron después de una hora y media o un poco más, llegando luego la hora de cenar y dormir. Como dijo el mayor, ya todo estaba solucionado y mañana en la mañana podían tranquilamente zarpar a otra vida.

—Buenas noches, Binnie.—

—Buenas noches, Minnie.—Y eso dijeron antes de quedar dormidos y abrazados ya que no había miedo en ninguno, sólo emoción y alegría.

(. . .)

Ya era la mañana siguiente y Seungmin estaba con demasiada energía en su cuerpo, pues al parecer también la pequeña estaba ansiosa por la buena noticia que no llegaba a entender del todo, pero si sus padres eran felices, ella también. Estaban en el aeropuerto de un conocido de su novio, donde tenía el avión privado en el que iban a viajar a un país que Kim aún no sabía cuál era con exactitud, pero antes de que pudiera subir las escaleras para ya encontrarse cómodo, Seo le tomó de la mano y le hizo voltear sin hacerle daño; se le veía nervioso e inquieto, eso le asustaba.

—¿Sucede algo? ¿Algo se complicó?—Intuyó el menor, tomando las manos del contrario.

—¿Eh? No, nada de eso. Es otra cosa... Seungmin, llevamos más de cinco años de relación y hubo muchos altibajos, más por mi parte y pido perdón por ello, pero... Admiro que siempre fuiste fiel a mí e incluso dejaste demasiado por nosotros. Siempre me amaste con locura, tal y como también yo lo hago y te cuido con todas mis fuerzas para que no caigas en otros brazos que no sean los míos. Kim Seungmin, lo pensé mucho y... Espero también haya pasado por tu mente; ¿Quisieras casarte conmigo?—El mayor se puso de rodillas y abrió una cajita azul en la que había dos anillos, ambos con calaveras formadas con pequeños diamantes verdaderos. El más alto sintió lágrimas caer de sus ojos, mientras cubría su rostro con ambas manos y una risa nerviosa sonaba de él.

—¡Sí! ¡Obviamente acepto, mi amor!—Luego de que su anillo le sea colocado, la pareja se dio un fuerte abrazo con el corazón latiendo a mil, para luego darse un beso que marcaría un antes y un después en su vida tan agitada, pero esta no acababa aquí si ya estaban a nada de ser una familia pequeña y feliz como ninguna otra.

FIN

------------------------
(Dedicado a -_Raoluv_- xq me hizo caso en el capítulo anterior 👍)

Si tienen curiosidad por algunos cabos sueltos o dudas, lean la siguiente parte ☺

-Fancy~ Youuu~

Ⓑⓐⓑⓨ [Seungbin/Changmin] (Finalizada)Where stories live. Discover now