Capítulo 28

397 47 20
                                    

Aquel blanco manto continuaba cubriendo los alrededores de una amplia residencia situada entre una espesa arboleda. Un gigante muñeco de nieve decoraba el frente del lugar, sus ropajes brillantes y coloridos podrían dar una impresión de que en aquel lugar vivía un niño, en teoría podría ser así, no obstante, quienes crearon a tal muñeco eran unos mansos asesinos cuya prioridad era cuidar del, ahora, novio de su líder.

Dos pequeños felinos, montados a hombros de su dueño, se encontraban dando una pequeña caminata. La temperatura poco apropiada podía ser para tal actividad, más el chico de cabellos duales disfrutaba en gran medida tal clima. No era un frío desolador, sino uno con brisa agradable.

Desde una ventana, resguardado del gélido invierno, una mirada carmesí observaba atento a aquel chico dar vueltas por "el jardín delantero", en su mente estaba presente todo el avanzado sistema de seguridad instalado por varios kilómetros, sin embargo, eso no impedía a su mente inquietarse. Poco había pasado desde la fiesta de año nuevo, haberse alejado y recluido en su residencia termino por tener sus consecuencias, ya desde las primeras horas de la mañana recibió llamadas por parte de su madre, quien le informo movimientos extraños en diversos sectores que estaban bajo su control. Sabiendo su deber como líder, ir a establecer orden, en otro tiempo hubiera ido a atender tal situación apenas hubiera visto el nombre de su madre mostrarse en la pantalla de su celular, pero ahora las cosas eran un tanto diferente. Ese chico de cabellos seguía sin estar en condiciones óptimas para estar apartado de su lado, aun lo necesitaba a su lado.

Un profundo suspiro abandono sus labios—. Deku, Yaoyorozu, vigilen Shouto de cerca —dijo mirando a aquel menor dejarse caer sobre la nieve y comenzar a hacer un muñeco de nieve.

—Luces preocupado —comento Yaoyorozu algo confundida por la seriedad de Bakugo—. ¿Ha ocurrido algo con Shouto que no nos hayas contando?

Pensando un poco, confiando en que aquel menor no podía escucharlos, se alejó de la ventana y fue hacia uno de los sillones de la sala—. Después de la fiesta de año nuevo, los gatos de Shouto actuaron raro, le gruñeron. Ustedes estaban muy ebrios, por eso quizás no lo recuerden, pero él salió corriendo fuera, lo perseguí por algunos metros, cuando lo alcance, su mirada no era la usual, sus ojos eran de diferente color.

—¿Te refieres a que se apareció esa personalidad misteriosa?

—Al principio pensé eso —rememorando las ocasiones en las cuales pudo interactuar con aquella misteriosa personalidad, Bakugo se centró en recordar la mirada de dicho menor en tales momentos—, pero no era la misma mirada, sino una diferente, parecía más agresiva, como la que vi cuando atacaron mi antigua residencia.

La confusión reino, ninguno estaba seguro de entender algo sobre lo dicho por Bakugo, no existía lógica en aquellas palabras. Sin estar del todo seguros, Midoriya y Yaoyorozu solo pudieron limitarse a prometer estar atentos e informar si llegaba a ocurrir algo. Acompañando a Bakugo y su sequito, lo vieron aproximarse a Shouto para hablar con él y explicarle la situación. No parecía muy contento con la situación. Era más que evidente cuan acostumbrado estaba a tener a aquel chico cerca—. Kacchan volverá pronto —dijo Midoriya acercándose al menor que mirada en dirección a donde se había ido el auto—, seguro vuelve para la hora de cenar.

En su camino hacia la ciudad, Bakugo meditaba la situación, seguía sin entender cómo era posible que pese a todo el tiempo que llegaba cuidando de Shouto continuara viendo a tal menor como un extraño. Las cosas que sabían y descubría venían en fragmentos demasiado pequeños. No poseía medio para conocer más, aquel menor de duales cabellos no podría dar información, ¿Cómo podría sacarle información a alguien que se desconoce a sí mismo? ¿Su corazón podría soportar hacer caso a su curiosidad e intentar forzar a esa entidad desconocida contarle información a cambio de la salud de Shouto?, esta última pregunta fácilmente encontraba respuesta. No. Nunca se permitiría hacerle eso a la persona que más le importaba.

Desert Rose (YAOI) [BakuTodo]Where stories live. Discover now