2.2

1.3K 159 14
                                    

—¡Kim Jisoo! —Su novia la golpeó con la almohada después de veinte intentos para despertarla.

—¡Si está! —Se levantó rápidamente haciendo que la pobre tenga un mareo y se sostenga la cabeza. —Buenos dias, Rosie. —Dijo aún con voz adormilada.

—Buenos dias, Chu. El desayuno está listo. —Rosé sonrió y se dirigió a la cocina. —Si te vuelves a dormir le dejo los waffles a Dalgom y Hank. —Advirtió lo suficientemente alto para que su novia la escuchara.

—Sí señora. —Murmuró. Se puso sus pantuflas de conejo y se dirigió al baño, al salir fue hacia la cocina consiguiendo la hermosa vista de su novia de espaldas terminando de decorar su desayuno, como siempre lo hacía.

—Provecho, señora Kim. —Le extendió el plato y Jisoo sonrió.

—Gracias, casi señora Kim. —Rosé rodó los ojos con diversión y rodeó la barra para sentarse a su lado.

—¿Sabes que día es hoy? —Le dió un pequeño codazo.

—Sí, veintidós.

—¿Estás jugando? —Rosé la miró fijamente.

—No. Hoy es veintidós de octubre, estoy segura.

—Hoy es veinticuatro de octubre, Jisoo. —Rosé tomó su celular y le mostró la fecha.

—¡Ay Dios mio! —Comió un pedazo de waffle y salió corriendo a la habitación para ponerse lo primero que consiguiera tirado.

—¿A dónde vas?

—A hacer... cosas. —Le contestó mientras ponía sus cosas en su cartera.

—¿Cosas?

—¡Mañana nos casamos, Roseanne!

—Ya lo sé. ¿Por qué tanto alboroto? A ti no se te había olvidado, solo tenias mal la fecha.

—¡Pero aún tengo cosas por hacer! —Salió corriendo de la habitación mientras se amarraba los zapatos, spoiler, casi se cae en el intento. —Adiós amor mio, no me esperes hoy, nos vemos mañana en el altar, ten una bonita despedida de soltera.

—¿Por qué hablas cómo si fueras a la guerra? —Rosé se burló de la actitud de Jisoo.

—No es muy alejado de mis planes para hoy. —Le dió un rápido beso y salió casi corriendo hacia su auto, apenas entró conectó su celular a los audífonos inalambricos y llamó a la única persona que podía llamar ahora, al tercer repique, contestó. —¡Manoban!

Ahoda qué. —Contestó, mientras se notaba claramente que estaba comiendo.

—¡Pensé que hoy era veintidós!

—¡¿Se te había olvidado tú propio matricidio?!

—¡No se me había olvidado! Solo que por alguna razón tenia confundidos los horarios. Espera, ¿dijiste matricidio?

Sí, ya sabes, matrimonio y suicidio, siendo lo mismo, matricidio.

Sí me dió risa, pero no se lo digas a Rosé. ¡Nos vemos en media hora en tú casa!

Okay, no es como si pudiera negarme.

[...]

—Repasemos, comida lista, local listo, invitados listos, música lista, alcohol listo, pastel listo. ¿Por qué la preocupación?

—La sorpresa, Manoban. —Lisa abrió los ojos como platos.

—Pero ya la habías mandado a hacer, no creo que aún no la hayan terminado.

The Sun In The Dark [Terminada] | Chaesoo au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora