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『"Ve lejos de la orilla,
Botella de cristal
Con el deseo puesto en el mensaje
Desaparece en silencio
Más allá del horizonte."

O M N I S C I E N T E


La pelirroja insistía en retirar sus lágrimas antes de que la rubia despertara o la albina regresara, y por suerte lo logró a tiempo.

-¡Volví! -anunció Haku entrando a la habitación. Hina se pasó bruscamente su antebrazo por el rostro, y giró a verla con una sonrisa fingida

A pesar de haberse esforzado en su mentirosa sonrisa, la albina se dio cuenta de las marcas de lágrimas en sus mejillas.

Iba a preguntar qué le pasaba, pero un movimiento ocurrido junto a la pelirroja llamó su atención.

Hina se percató de esto y volteó a ver lo que veía con interés la de orbes carmín, y se encontró con la figura de su reina, ya erguida y observando a su alrededor.

-Me alegra que hayas despertado -habló Hina, contemplando a su amiga, que dirigió su mirada a ella.

-¿Dónde estamos? -preguntó ladeando la cabeza.

-En una iglesia en el puerto de Lucifenia -informó Haku, acercándose a ambas con la bandeja con comida en sus manos, para luego dejarla sobre una mesa cercana.

-Hina... ¿Quién es ella? -preguntó la rubia apuntando con su dedo índice a la desconocida.

-Haku. La conocí una vez que salí a comprar alimentos, y le recomendé venir a buscar techo. Nos rescató cuando nos desmayamos frente al puerto -agregó esa última parte en un tono de voz bajo, del cual Haku no se percató, pero eso hizo un clic en la cabeza de la rubia y los recuerdos comenzaron a regresar a ella.

Hina se percató de esto al ver como sus ojos se enrojecían.

-Haku, lo siento pero... ¿Puedes dejarnos solas unos minutos? -pidió Hina. La mayor frunció el entrecejo un poco confundida, pero terminó por retirarse, no sin antes dedicarles una sonrisa tranquilizadora a ambas.

La habitación se sumió en un silencio profundo una vez Haku cerró la puerta. Ambas chicas estaban cabizbajas, y Hina se mordía el labio para evitar llorar.

-L-Len está... -Hina se mordió el labio inferior con más fuerza, al punto tal de casi sangrar-... Len se... p-por mi culpa...

-No fue su culpa -negó rápidamente la oji-añil.

-¡Claro que sí! ¡Fue porque yo fui muy egoís- -se detuvo abruptamente en el momento en que la otra la abrazó.

-¿Recuerda la botella que Len nos dio y lanzamos al mar? -inquirió suavemente, el tono tan bajo hizo que a la rubia se le escaparan más lágrimas. Asintió devolviendo el abrazo-. Escribamos otro deseo y repitamos eso, si insistimos se cumplirá más rápido. ¿Qué es lo que desea?

Rin observó a su amiga a los ojos, ya cristalizados, levemente sorprendida. Secó sus lágrimas y volvió a conectar su mirada con la suya.

-Si vuelvo a renacer... quiero volver a ser gemela de Len, y conocerte a tí, y jugar juntos de nuevo... -expresó, Hina sonrió.

-¿Entonces por qué no lo hace? Mañana al amanecer iremos a ello, por ahora debemos comer algo.

Rin obedeció y se sentó frente a ella, tomó su plato con sopa y comenzó a comer.

-¿Cómo conociste a Haku? -inició la conversación la menor.

-Una vez que salí a buscar ingredientes para la cena... esa vez que cenó mariscos -recordó la pelirroja-. Estaba en el suelo con hambre, parecía no haber comido en días, así que le di comida, agua, y le recomendé que viniera aquí.

-Ya... -murmuró la ojiazul, pero de repente le llegó otra duda-. ¿De dónde es?

-Ahora que lo recuerdo... nunca me lo dijo... -dijo Hina, colocando su índice en su mentón-. Luego le pregunto. Más importante, sería un problema que descubran su verdadera identidad.

Rin asintió.

-Lo mejor será que vuelvas a llamarme por mi nombre, como cuando éramos niñas. Si Haku no es originaria de aquí, es poco probable que sepa mi nombre, después de todo no pareció saber de mí cuando me vio -sugirió Rin, Hina asintió.

-De acuerdo, eso haremos -aceptó. Ambas dirigieron su atención a la puerta al escucharla abrirse.

-Les traje ropa -informó la albina, acercándose a las chicas-. Es ropa de la iglesia, así que no es la mejor cosa, pero creo que será mejor que trapos.

-No te preocupes, gracias -agradeció Hina.

-¿Ya se sienten mejor? -preguntó Haku, sentándose frente a ellas.

Ambas chicas se miraron entre sí, y sonrieron.

-Sí.

° • ° • ~ 🌻 ~ • ° • °

En el pequeño puerto a las afueras de la ciudad, bajo el calor que otorgaban los próximos primeros rayos de sol, yacían dos chicas inmóviles.

El agua rozaba sus pies desnudos, y ambas traían una botella de cristal en sus manos.

Se observaron, con una triste sonrisa, y se agacharon para dejar la botella de cristal con el mensaje dentro, irse acompañado de la marea, más allá del horizonte.

Recuerdos de todo lo que hicieron con el rubio llegaron a ambas, cargados de un arrepentimiento enorme, una porque lo provocó todo al ser muy egoísta y darle tantos problemas, y la otra por no haberlo detenido en el último momento.

Ahora que lo necesitaban ya no estaba para ellas. ¿Qué quedaba ahora? Utilizarán el mar, que esconde una leyenda, para hacer realidad su deseo.

Al ver el pequeño frasco alejarse con su pedido escrito en un trozo de papel, ambas reprimieron las lágrimas que amenazaban con salir, pero una no pudo seguir resistiendo, y perdió toda fuerza en sus pies cayendo al suelo, su vestido empapándose en el proceso.

-Lo siento... -comenzó a sollozar-... Lo siento... -la pelirroja se mordió el labio inferior, reprimiendo el llanto-... ¡Lo siento!

Hina terminó por dejar que las lágrimas salieran ahora que su amiga no las vería, se acercó a ella y colocó una mano en su espalda.

-¡Dios! ¡Te lo suplico! -gritó Rin-... Si... Vuelvo a nacer...

「Me gustaría que fuéramos gemelos otra vez...」

El destello de la figura del chico rubio a su lado llamó la atención de ambas. Se levantaron, creyendo en el milagro, pero la ilusión se desvaneció como si nunca hubiera estado ahí.

Ambas sonrieron tristemente, en dirección a donde había aparecido el chico.

-Sí... -murmuró Rin. Hina solo sonrió con los ojos cerrados, haciendo que más gotas de agua salada recorrieran sus mejillas para romperse al chocar con la marea.

 Hina solo sonrió con los ojos cerrados, haciendo que más gotas de agua salada recorrieran sus mejillas para romperse al chocar con la marea

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Smile For You © «Kagamine Len x OC»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora