Epílogo

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Le dolía el pecho de contener los sollozos. Harry lloraba en silencio, sin apartar la mirada del diminuto bultito de mantas que se acurrucaba entre sus brazos.

"Hola, pequeña" susurró, y se le quebró la voz.

Su hija lo miraba con ojos grandes, grises, enmarcados por unas pestañas oscuras y espesas que se extendían hasta el infinito. Tenía la nariz diminuta y respingona como un botón, exactamente igual a la de Louis, y el pelo fino y color caramelo.

Pero su pelo se curvaba en rizos a pesar de lo corto que era, y sus labios eran llenos y rosados, exactamente iguales a los suyos.

Llevaba más de tres horas con ella y todavía no era capaz de dejar de mirarla.

"Hola" consiguió murmurar "Hola, Elizabeth. Me alegro tanto de verte la carita..."

Miró a Louis, todavía inconsciente. Tuvo que tragar saliva varias veces antes de bajar la mirada de nuevo a su hija, que parpadeaba despacio, somnolienta. La arrulló en voz baja, envolviéndola mejor con la suave manta en la que la arropaba, y comprobó con una mezcla de asombro y maravilla que sus ojos se cerraban con facilidad.

Su hija se quedó dormida en sus brazos en cuestión de segundos, con facilidad, como si fuera lo más natural del mundo, y Harry estaba a punto de echarse a llorar de nuevo.

Unos suaves golpes en la puerta lo sobresaltaron, y Liam asomó la cabeza. Retrocedió al ver a Louis dormido.

"Pasa" susurró. Él entró de puntillas.

"¿Cómo están?"

"Agotado. Perfecta."

"Oh" su amigo perdió aire en cuanto se inclinó para mirarla "Oh, Harry."

"Ya lo sé" el nudo en su garganta empeoró. Su amigo negó con la cabeza, dejando que apoyara la cabeza en su hombro y rodeándolo con un brazo.

"Ya está. Shh..." lo dejó llorar en silencio unos minutos, hasta que volvió a respirar con normalidad.

"Lo siento" dijo con voz pastosa "Es... nos dijeron... que hab-bía problemas, y que no sabían si iba a salir todo bien, y m-me entró el pánico..."

Liam se inclinó para mirar el diminuto bebé que dormía en su regazo.

"Parece perfecta."

Negó con la cabeza.

"No por ella. Por Lou."

Liam palideció.

"Oh, dios. ¿Está...?"

"Se va a poner bien." parecía totalmente relajado, derrumbado sobre las sábanas antisépticas con expresión pacífica. "Sólo... sólo me asustaron. El parto se complicó bastante"

"¿Va a quedar ingresado?"

Asintió, y señaló con una mueca la bolsa de sangre que colgaba de un enorme gancho plateado. Una vía la conectaba al antebrazo de Louis.

"Quiero que descanse" susurró "De verdad que quiero, es lo que debe hacer ahora, pero... no sabes las ganas que tengo de que despierte. Necesito oír su voz, sólo... verle los ojos."

Liam suspiró.

"Todo va a ir bien. Es más fuerte de lo que crees."

Tragó saliva, pero asintió.

"No sé cómo voy a pretender protegerlo a partir de ahora" murmuró "Ha demostrado que tiene más fuerza que todos nosotros juntos. Yo estaba más asustado que él."

"Me lo creo"

"Nunca había pasado tanto miedo" susurró "No quiero volver a pasar por esto nunca más."

Ahora quiero ver cómo respiras para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora