Dos

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La hora de la cena había llegado, y aunque quisiera de verdad quedarse en su habitación a estar tranquilo y descansar un poco sabía que su madre no se lo permitiría, así que prefirió ahorrarse todo el drama y sus posibles regaños.

La mesa más grande del comedor era ocupada por más de quince personas, de las cuales sólo conocía a su familia y a otras cuántas.

Miraba a su plato con aburrimiento, la carne ya estaba fría de donde no había probado bocado y sólo revolvía, y su copa de vino estaba vacía.

— Harry — Oyó la voz de su madre al frente, así que volteo para verla.

— ¿Si?

— ¿Por qué no llevas a Greta a ver como quedó el jardín? — Le agrando los ojos en una señal de amenaza para que siquiera le hiciera caso a la chica a su lado, pero no quería.

— Hace frío mamá, se puede enfermar.

— Pero si quiero verlo Harry, sería muy bonito que platiquemos un ratito ahí — Dijo la chica, haciendo ojitos hacia él y enredando en un dedo un mechón de cabello rojo.

Es muy buena actriz.

Harry suspiró ante el carraspeo y la mirada intimidante de su madre y se levantó de la mesa, caminando hacia el jardín trasero sin importarle realmente si la pelirroja lo seguía o no.

Se dio cuenta que sí cuando sintió sus manos agarrarle un brazo para aferrarse a él y pegarse a su costado.

— Ya estaba esperando que estuviéramos solos — Greta habló, sonriendo cuando estuvieron en el jardín alumbrado por las lucesitas de noche y el fondo de la alberca.

— Greta quítate, mis padres malentienden la situación por esto — Le dio un pequeño empujón y la chica se lo devolvió.

— Y los míos piensan que estoy saliendo contigo, creen que puedo conseguir un novio por mi cuenta, y tus padres no sabrán que te van los chicos, ambos ganamos.

Comenzó a quitarse las zapatillas que le cansaban y las lanzó a unos arbustos lejos, Harry rodó los ojos.

— Ya van dos pares que encuentro tuyos por la casa.

— Serán tres.

Ambos se sentaron en un sofá columpio sin decir nada.

Greta era hija de uno de los socios de su padre, tenía dos años menos que él y ante los ojos de los adultos ellos iban a terminar por casarse de lo "bien" que se llevaban.

Lo cierto que a Harry no le agradaba y le parecía una chica rara y peligrosa tan solo por saber su pequeño secreto, el cuál ella había jurado no decir nada solo si la ayudaba a fingir que al menos tenía interés en ella frente a sus padres.

—... Te he dicho que esa bandana en la cabeza te hace ver como un vagabundo — La pelirroja intentó quitarle la tela de la Cabeza pero él no se dejó, dándole un manotazo.

— A ti que te importa, yo no te digo que el maquillaje te hace ver como bruja — La chica bufó y se giró para mirar a otro lado — Me tengo que ir — Harry vio la hora en su teléfono, eran las doce con treinta de la noche y Louis estaría apunto de llegar por él.

— ¿A dónde?

— A dormir, Greta, tengo moretones por todo el cuerpo de la clase de hoy.

— ¿Puedo verlos? — Preguntó, alzando una ceja.

Harry caminó lejos de ella y le enseñó el dedo medio, Greta abrió la boca ofendida y le lanzó un cojín del columpio, mismo que el rizado esquivó con una sonrisa y desapareció dentro de la casa.

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⏰ Last updated: Sep 06, 2022 ⏰

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balcony boy • larry stylinsonWhere stories live. Discover now