Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Vᴇɪɴᴛɪsᴇ́ɪs.

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Fɪᴠᴇ Pᴏᴠ's:

Me encuentro en la enfermería, quiero asegurarme de que Vanya esté bien.
Estoy muy preocupada por ______, el idiota de Diego le dijo demasiadas cosas. Ella solo se fue sin decirme que sucedió, espero que no haga ninguna locura.

Dí un suspiro frustrado, recargando mi espalda contra la pared.
Pasaron los minutos, y mamá no salía, lo cual ocasionó que la preocupación surgiera.
Cuando menos lo esperé, sentí un ligero ardor en mi muñeca. Levanté la manga de mi saco, e inmediatamente noté dos cortadas en ésta.

–_______... -susurré y me teletransporté a su habitación.

Cuando aparecí en ésta, ella estaba sentada sobre el suelo, llorando silenciosamente, una pequeña navaja a un lado de ella y su ropa estaba manchada con sangre que salía de sus heridas.

Entré al baño y tomé algodón, alcohol y un par de vendas.
Regresé con ella, humedecí el algodón con el alcohol, me coloqué en cuclillas y tomé su mano.

–Te dije que quería estar sola... -murmuró, intentando quitar su mano, pero yo apreté mi agarre, causando un pequeño quejido de su parte.

Pasé el algodón por su herida, a lo cual ella dió un chillido por el ardor.

–Five, eso duele... -volvió a decir, tratando de soltarse.

–Eso hubieras pensando antes de dañarte. -dije seriamente, sin dejar de pasar el algodón por la herida.

Estoy molesto, prometió que no lo haría, y lo hizo.
Cuando limpié toda la herida, pasé una venda envolviendo su muñeca, apretandolo un poco.

Dió un ligero sollozo, y limpió sus lágrimas. –Lo siento... -dijo en un susurro.

No respondí, y solo recogí el algodón y la navaja; fui al baño y tire ésto a la basura, posteriormente lavé mi herida, la desinfecté y coloqué una venda.
Salí del baño, me dirigí al closet de su habitación y saqué algo de ropa limpia para que pudiera cambiarse.

–Colócate esto... -le entregué la ropa, ella la tomó y se levantó con algo de dificultad, ya que había perdido bastante sangre; la sostuve para que no se cayera.

Ella entró al baño, y yo comencé a limpiar la sangre que estaba el suelo con un pañuelo de papel.
Al terminar, me senté en su cama, y dí un suspiro.

–¿Estás molesto? -la escuché decir en un susurro, notando como se sentaba en la cama sobre sus piernas.

–No. -respondí con seriedad.

–Sí lo estás...

–No lo estoy.. -volví a decir en el mismo tono, pero sentí mal por la forma en que respondí. -Linda, me prometiste que no lo volverías a hacer. -dí un suspiro, dirigiendo mi mirada a ella.

–Lo siento... -dijo en un susurro, y noté como su voz comenzaba a romperse.

–Sigo sin entender tu necesidad de lastimarte. -dije con frustración.

–Es porque no quiero existir, ¿es tan difícil de aceptar? -respondió, con la mirada clavada en el suelo, jalando las mangas de su sueter para cubrir sus muñecas vendadas.

–El problema, es que también me lastimas a mí... -susurré, dando un suspiro, desviando mi mirada a la ventana.

La escuché sollozar, así que solo me resigné a abrazarla, atrayendola más a mí.

–Lo siento, en verdad lo siento... Te juro que no quería lastimarte, pero las palabras de Diego me afectaron tanto que yo...

–Está bien, ya no pienses en eso. dije, interrumpiendola.

Acaricié su cabello, tratando de calmarla. Ella daba ligeros sollozos, pero se iba tranquilizando cada vez más, hasta que dejé de escucharlos, dándome a entender que se había quedado dormida.
La recosté cuidadosamente sobre la cama y la cubrí con una manta.

–Te amo tanto, que no quiero perderte... No podría soportarlo.... -susurré mirándola dormir.

Dejé un beso sobre su frente, y salí de su habitación.

Voy a matar a Diego, lo haré, pero por ahora debo asegurarme que mi chica mejore. No pienso perderla solo por las estúpidas palabras de ese idiota.

⍟||𝐃𝐞𝐧𝐢𝐬𝐞_𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬.

¹☂︎ 𝐂𝐎𝐍𝐄𝐂𝐓𝐀𝐃𝐎𝐒. ☂︎  [𝑭𝒊𝒗𝒆 𝒀 𝑻𝒖́.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora